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Japón instala vallas "antituristas" para impedir las vistas al Monte Fuji

Uno de los símbolos más importantes de Japón es, sin duda, su Monte Fuji. Cada año es visitado por millones de turistas, pero parece que ahora los habitantes de su alrededor se han cansado de tanta afluencia de viajeros. Por ello, han decido construir una verja para impedir que los visitantes se fotografían en uno de los lugares más emblemáticos.

Shinkasen con el Monte Fuji de fondo

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Si pensamos en Japón, lo primero que nos viene a la cabeza son sus "sakuras" en flor (cerezos), sus geishas, sus pagodas y, cómo no, su Monte Fuji. Sin duda, esta colina se ha convertido ya en parte del imaginario nipón y en uno de los lugares más visitados de todo el país. Sin embargo, parece que los nativos de este país se han cansado de esta gran afluencia de turistas y han decido poner remedio. Han construido una verja que impide las vistas al Monte Fuji desde uno de los lugares más icónicos del pueblo de Fujikawaguchiko.

Esta colina, o más bien, este cono volcánico, es el pico más alto de Japón, con 3776 metros. Este es prácticamente conocido en todo el mundo y, además, ha sido muy utilizado en el arte japonés. Cada año este país recibe alrededor de 3 millones de turistas, y muchos de ellos tienen como parada obligatoria un punto concreto de Fujikawaguchiko. Se trata de las puertas de la tienda Lawson, desde donde hay unas excelentes vistas a esta elevación y que popularizó un influencer hace varios años, cuando hizo una foto en este lugar. Desde entonces, todos buscan la instantánea perfecta delante de este negocio.

Sin embargo, parece que los habitantes de esta zona están hartos de la afluencia de tantas personas. Debido a la abundancia de viajeros, el tráfico es más lento y más denso y dificulta las actividades diarias de los ciudadanos. Por ello, han decidido construir frente a esta tienda una verja que evite la concurrencia de todos los curiosos que se quieren fotografiar con el Monte Fuji y la tienda Lawson a las espaldas. La construcción comenzó por la mañana y unas pocas horas después ya estaba totalmente acabada.

Esta valla mide 2,5 metros de altura, por lo que no tapa totalmente la colina, además, sigue siendo posible retratarse con este símbolo desde otros puntos del pueblo. Esta valla es tan solo un intento más de Japón por frenar el turismo e impedir que influya en la vida cotidiana de los habitantes. Otras medidas que han llevado a cabo han sido las restricciones en el barrio de las geishas en Kioto o tener que pagar para subir al Monte Fuji a través de su camino Yoshida.

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