¿LO CONOCES?
El desierto de Andalucía conocido como "la Petra de Granada" que tiene paisajes de otro mundo
Andalucía deslumbra en todas sus formas y es imposible visitarla sin enamorarse de su rico patrimonio cultural y de sus joyas naturales. Muchas veces son desconocidas, pero que merecen totalmente la pena, como es el caso del Desierto de los Coloraos.

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Granada es una provincia de contrastes fascinantes, donde cada paisaje parece tener su propia energía. Desde los pueblos místicos como Soportújar, que parece detenido en el tiempo, hasta los atardeceres que bañan la ciudad en tonos cálidos, pasando por la imponente Sierra Nevada, donde la nieve cubre las montañas como un manto blanco. Y, sorprendentemente, en el mismo territorio aparece el Desierto de los Coloraos, un paisaje árido y rojizo que refleja la dualidad de la naturaleza granadina.
El Desierto de los Coloraos, también conocido como el Desierto de Gorafe, se encuentra en el norte de la provincia de Granada, concretamente en la comarca de Guadix‑Baza. Este paisaje semidesértico, con sus intensos tonos rojizos, ocres y arcillosos, parece transportarnos a otro planeta, no es difícil imaginar que estamos en Marte. Los colores cambian según la luz, revelando nuevas formas y matices al amanecer, al atardecer o incluso bajo la luna, creando un escenario onírico y casi surrealista. La erosión acumulada durante miles de años ha esculpido cañones, barrancos, mesetas y formaciones caprichosas que recuerdan a los paisajes áridos de Estados Unidos, como el Gran Cañón.
Además de su valor geológico, la zona posee un rico patrimonio histórico y arqueológico. En Gorafe se encuentra el Parque Megalítico, con más de 240 dólmenes distribuidos en decenas de necrópolis, uno de los conjuntos megalíticos más importantes de Europa. Esta combinación de desierto y patrimonio antiguo permite a los visitantes explorar la naturaleza y la cultura al mismo tiempo, creando una experiencia en la que lo humano y lo natural se fusionan para dar lugar a un escenario que parece irreal.
El desierto es también un lugar ideal para los amantes del senderismo y la aventura al aire libre. Se pueden recorrer barrancos, cárcavas y ramblas, o explorar la zona en bicicleta de montaña o vehículos 4x4, disfrutando de rutas que atraviesan los rincones más sorprendentes del paisaje. Cada recorrido ofrece nuevas perspectivas de sus formaciones rocosas y colores cambiantes, haciendo que cada paso sea una experiencia distinta.
No se puede dejar de contemplar los amaneceres y atardeceres, momentos en los que los tonos rojizos y ocres se intensifican y las sombras profundas resaltan los relieves, creando un espectáculo natural digno de fotografía. Además, el desierto ofrece cielos despejados casi todo el año, convirtiéndolo en un lugar perfecto para la observación astronómica y para disfrutar de la tranquilidad de un entorno único en Andalucía.
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