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VOLAR EN UN PLACER… A VECES

Cinco aeropuertos de infarto

Son lugares en los que despegar o aterrizar se convierte en un deporte de riesgo, auténticas obras maestras de la construcción en la que ingenieros y arquitectos han trabajado juntos para conseguir volar a los lugares más complejos. Ver para creer.

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1. Courchevel (Francia).

La localidad francesa de esquí de Courchevel tiene uno de los aeropuertos más curiosos por su reducido tamaño. La pista está en cuesta y mide sólo 535 metros. Pero lo peor no es eso, sino lo que hay al otro lado de esta pista, una caída en vertical por la ladera de la montaña. Pero tranquilos, porque solo pueden aterrizar aquí aviones privados, pequeños aviones particulares, helicópteros y poco más. Hay una honrosa excepción, la de Pierce Brosnan. Su James Bond de 'El mañana nunca muere' lograba despegar de aquí bajo el fuego del enemigo y un misil acercándose a toda velocidad.

El aeropuerto de Courchevel está situado en lo más alto de Courchevel a 1.850 metros de altitud, con una pista de aterrizaje muy corta de 525 metro. La aproximación es muy difícil ya que no dispone de ILS, Instrument Landing System  o sistema instrumental de aterrizaje que si utilizan los vuelos comerciales. El aeropuerto suele ser frecuentado por esquiadores que van a disfrutar de las pistas de esquí de los Alpes franceses. El pequeño aeropuerto, con su cortísima pista, ondulada y en bajada, es también uno de los más peligrosos del mundo.

2. Barra (Reino Unido).

Barra es un aeropuerto del Reino Unido, uno de los pocos del mundo en el que los aviones aterrizan directamente en la playa. Con una curiosidad más, y es que este aeropuerto desaparece cuando sube la marea.  La isla cuenta con lugares muy conocidos, sitios arqueológicos, varios museos, flores poco habituales y una naturaleza salvaje. También fue el escenario de una película llamada Whisky Galore, basada en una novela del mismo título de Sir Compton McEnzie, quien vivió junto al Aeropuerto de la isla. El minúsculo aeropuerto se encuentra en la costa norte y mantiene vuelos regulares con Glasgow y Benbecula. Y aunque la pista es la misma playa cuenta con una terminal convencional, con su zona de carga, sus portamaletas y con un  edificio donde esperan los pasajeros.

Al Aeropuerto de Barra, en las Islas Hébridas, también se le conoce como Barra Eoligarry Airport, y la playa donde se realizan las operaciones aéreas dispone de tres pistas de aterrizaje delimitadas con postes de madera para que los aviones puedan aterrizar de cara al viento. El horario de vuelos varía según la marea y en caso de vuelos de emergencia por la noche, la playa se ilumina con las luces de los coches y se colocan tiras reflectantes sobre la superficie de la arena. Da miedo.

3. Saba (Antillas Holandesas).

Rodeado de colinas escarpadas por un lado y de acantilados por el otro, el único aeropuerto de la isla caribeña holandesa de Saba, el Juancho E. Yrausquin, es también uno de los más terroríficos del mundo. Su pista es la comercial útil más corta en el mundo, y lo que hace peligroso aquí el aterrizaje es la alta posibilidad de rebasarla, lo que acabaría con el avión en el océano. Aun así, tranquilos, nunca se ha producido un accidente en este aeropuerto.

4. Lukla (Nepal).

Pero, el que se lleva la palma en cuanto a peligrosidad es el aeropuerto Tenzing -Hillary de Nepal. También conocido como Aeropuerto de Lukla, es el más peligroso del mundo. Y lo es por estar rodeado de montañas, porque su pista tiene solo 450 metros de largo y está en pendiente y porque cuenta con un muro al final de la pista que hace que los aterrizajes sean muy arriesgados. Y por si eso fuera poco, hay un acantilado al comienzo de la pista.
Está situado a 2.860 metros sobre el nivel del mar, lo que hace que les llegue menos oxígeno a los motores y tengan menos aceleración.

El Aeropueto Tenzing-Hillary es el principal medio de acceso a la base del Monte Everest, la montaña más alta del mundo. Quienes desean llegar a su base generalmente vuelan de la ciudad de Katmandú al pueblo de Lukla, un vuelo de aproximadamente 35 minutos con aterrizaje de infarto. Desde allí la hasta la caminata base sur del Everest es de unos 8 días.

5. Matekane (Lesoto).

Matekane Air Strip es un terrorífico aeropuerto situado en Lesoto, en África. Un aeropuerto que tiene una de las pistas de aterrizaje más difíciles del mundo. Y es que la pista tiene solo 400 metros de longitud y termina justo en el borde de un acantilado con 600 metros de caída en vertical. Esta pista de aterrizaje está a una altitud de 2.301 metros y dependiendo del viento en las montañas durante el despegue, es perfectamente posible que la aeronave no esté en el aire cuando llaga el final de la pista de aterrizaje. Así que en ese caso, el avión sigue a lo largo del río Ohohbeng, luego baja la pared del acantilado y empieza a volar. De infarto, vamos.

Lesoto es un entramado de pueblos de montaña en su mayoría solo accesibles a pie o a caballo pasando por diminutos caminos. Sin embargo, cuenta con una red de pistas de aterrizaje de montaña cortas por todo el Reino, utilizadas por el servicio médico Lesotho Flying Doctors. Los pilotos que utilizan estas pistas de despegue y aterrizaje están altamente calificados y utilizan aviones de un solo motor para tener acceso a las clínicas de salud en las aldeas más remotas. También estos mini aeródromos los utilizan organizaciones de ayuda para poder acceder a las zonas más remotas de África.

Si te da miedo a volar, estos aeropuertos, desde luego, no son para ti.

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