PROVINCIA DE SEVILLA
Del abandono al éxito rural: Así se restauró esta aldea de Andalucía
No son pocas las aldeas que han padecido la despoblación en España. Sin embargo, en la provincia de Sevilla, hay una muy especial que ha pasado del vacío absoluto a ser un destino turístico de gran interés.

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El turismo rural está de moda y esta tendencia no tiene previsiones de frenar a corto plazo. Todo lo contrario: cada vez son más las regiones que, fruto de su encanto único, cautivan a visitantes de todos los rincones del país. Ahora bien, en Andalucía, concretamente en la provincia de Sevilla, hay una aldea que ha logrado reinventarse como ninguna otra.
El Acebuchal, durante la Guerra Civil, tenía apenas 200 habitantes. Allí, el conflicto más oscuro de nuestra historia hizo estragos. Y es que cuando la Guardia Civil descubrió que en la localidad se ayudaba a los rebeldes maquis, se prohibió vivir en la localidad. En 1949 se marchó el último de los vecinos, dejando la aldea despoblada durante nada menos que 49 años.
Fue precisamente una de las descendientes de los vecinos de Acebuchal quien trabajó para recuperar la aldea. Virtudes Sánchez, desde Argentina, regresó a la región en 1998 junto a su marido Antonio García. Compraron varias parcelas en ruinas y, con la ayuda de antiguos habitantes, se pusieron manos a la obra para hacer de El Acebuchal el destino rural idílico que es hoy en día.
La restauración llevó tiempo, pero ahora el lugar está repleto de encantadores casas blancas ideales para empaparse de la esencia de lo rural. Sus características puertas azules y turquesas hacen que sea un destino recién sacado de un cuento, donde el caos urbano se sustituye por la paz del interior de Sevilla. Todo ello envuelto en el paisaje del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, donde la aldea emerge en su valle.
Los pinos, sabinas, enebros, majuelos u orquídeas de su flora, junto a los zorros, buitres, águilas, tejones o cabras montesas de su fauna complementan la escapada rural. El Acebuchal es hoy un refugio para huir de la ciudad, así como el entorno perfecto para disfrutar de rutas de senderismo en plena naturaleza.
El Acebuchal ha demostrado que cualquier región puede resurgir de sus cenizas. El trabajo duro y el cariño de una pareja fue suficiente como para poner en marcha un proyecto que, ahora, todos podemos disfrutar.
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