Consejos viajeros para elegir destino
¿Merece la pena volver a viajar a un lugar que ya he visitado?
Imagina que ya has visitado un destino y, de repente, alguien de tu entorno te propone un nuevo interesante viaje a este mismo lugar. En ese momento se te plantea una encrucijada. ¿Merece la pena volver? ¡Te ayudamos a responder a esta pregunta!
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Viajar es una pasión, algo que te trae experiencias únicas que te hacen crecer y entender el mundo de otra manera, con la mente más abierta. Una actividad a la que muchos les gustaría dedicar toda su vida, mientras que otros muchos ya lo hacen, y que transforma por completo a aquellos que se entregan al 100% a ella. Y es que nuestro planeta es muy grande, muy bello, repleto de contrastes, con numerosas y ricas culturas, maravillas naturales y creadas por el hombre, rincones inexplorados… Y pasar por él sin recorrerlo, si tenemos la oportunidad, es un verdadero pecado.
Algo muy típico en los viajeros es tener una especie de lista con diferentes destinos que sueñan con visitar y que van tachando según los van conociendo. Aunque no de manera literal, cualquier amante de los viajes posee una serie de lugares o ciudades que están siempre en su mente, algunos más lejanos y exóticos y otros más cercanos. El problema llega cuando ya conocemos un lugar y alguien de nuestro entorno nos propone regresar a él.
Seguro que en alguna ocasión te has visto en una situación similar, teniendo que decidir si merece la pena dedicar parte de tus fondos y de tus vacaciones a volver a un lugar que ya conociste en su día. Y, probablemente, has tomado decisiones muy diferentes dependiendo de las circunstancias, algo que es totalmente comprensible. Pero en términos generales, ¿debemos regresar a ciudades, a destinos, que ya hemos visitado con anterioridad?
Como en todo, repetimos, depende de las circunstancias y del destino. Cuando hablamos de pequeñas ciudades, de esas que pueden verse en un par de días, es posible que sea preferible ahorrar ese dinero y dedicarlo a otro viaje, aunque te aseguramos que si regresas te regalarán nuevas enseñanzas y experiencias. Pero en este caso es lógico apostar por la opción más conservadora y quedarse en casa.
Ahora bien, cuando hablamos de destinos algo más grandes, como ciudades del estilo de Londres, Paris, Nueva York, Berlín o Roma, la respuesta siempre es sí. Aunque de primeras te dé la sensación de que ya lo conoces absolutamente todo, porque en tus anteriores vacaciones pasaste allí bastantes días, merecerá y mucho la pena que regreses. Para empezar, porque sólo quienes viven en una ciudad pueden conocerla a fondo. Y a veces ni siquiera ellos. Y, para seguir, porque cada viaje es una historia diferente, un mundo distinto.
Cuando vas a un lugar por primera vez te suele invadir una especie de ansiedad que te empuja a querer verlo todo, dedicándole a algunos lugares menos tiempo del que merecen y, además, quitándote la oportunidad de apreciar pequeños detalles. Por eso, cuando volvemos por segunda (o tercera, o cuarta…) vez tenemos la oportunidad de explorarlo más a fondo y de conocer su vida de verdad, de visitar rincones que tuvimos que descartar y, por supuesto, de hacer planes típicos del lugar, restando importancia a actividades turísticas.
Es cierto que a veces los gastos nos pesan demasiado y nos echan para atrás, pero ya sabes lo que dicen… Viajar es la única cosa que cuesta dinero y que te hará más rico. La respuesta es siempre sí. Sí a conocer lugares nuevos y sí a seguir conociendo los que ya hemos pisado.
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