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Hablamos con coleccionistas de música y cine en la era del streaming

¿Qué pasaría si cerrasen Netflix y Spotify?

Cuando compras películas digitales realmente no las estás comprando, no son tuyas, y pueden desaparecer por arte de magia en cualquier momento: si la plataforma cierra, o si la licencia que ellos han adquirido con su productor caduca. ¿Te imaginas un mundo sin pelis o sin música por una cuestión legal?

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Cada vez se venden menos reproductores de deuvedés, tener uno en casa probablemente sea considerado una rareza dentro de muy pocos años. Las pelis ya se ven en streaming. Y lo mismo pasa con la música, Spotify e iTunes lo ponen todo muy fácil. Sin embargo ¿qué pasaría si esas plataformas desaparecieran? ¿Nos quedaríamos sin cine o películas?

Hemos consultado a un abogado experto en propiedad intelectual, Alejandro Sánchez Lloréns, del despacho Letslaw.

“Cuando compramos una película, tema musical o libro en una plataforma digital, no es nuestro como cuando lo adquirimos físicamente, sino que estamos comprando el derecho a reproducirlo mientras que la plataforma pueda darnos el servicio”, explica Sánchez Lloréns.

Es decir, que si iTunes deja de tener los derechos de una canción, aunque tu hayas pagado por ella como una “compra”, dejarás de tenerla, porque no era una compa sino un “uso”.

Algo parecido pasó hace muy pocos años con los Kindle de Amazon. Quienes habían comprado los libros 1984 o Rebelión en la Granja descubrieron de la noche a la mañana que esas dos obras habían desaparecido de su biblioteca. Amazon se vio obligada a retirarlos porque hubo un problema legal, y quien les ofreció esos libros finalmente no tenía los derechos.

Ahora no puedes regalar música

Vistamos a Juanjo López, en su casa de Barcelona, donde tiene 1.400 películas en deuvedé, 200 VHS, 200 vinilos y 500 cedés. Sus estanterías están ordenadas al milímetro. Sus películas y discos son una parte importante de su vida. No solo por las obras que son, sino por el significado que tienen físicamente.

Juanjo recibió hace un año el regalo más especial de su vida, su amigo Raúl le cedió la colección de vinilos de Serrat y Sabina de su tío, que había fallecido. Ahora, Juanjo los atesora como oro en paño. Esto sería imposible con Itunes.

De hecho, Alejandro nos cuenta la historia de Bruce Willis, que llevó a los tribunales a Apple porque cuando quiso regalar toda su inmensa colección de música a su hija, iTunes no se lo permitió.

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