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MUEREN 47.000 MUJERES AL AÑO DEBIDO A MALAS PRÁCTICAS

¿Qué ocurre con las mujeres en los países donde es ilegal el aborto?

Hoy, pese a que existen medios seguros para abortar, mueren 47.000 mujeres todos los años debido a prácticas chapuceras. La investigación de Laia Abril ha hecho aflorar estas cifras y con ellas ha puesto en pie su proyecto artístico ‘On Abortion’, un primer capítulo que se engloba en un trabajo más amplio llamado 'A History of Misogyny'.

-artefactos usados durante un aborto ilegal en Uganda 2002

artefactos usados durante un aborto ilegal en Uganda 2002On Abortion

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Fue en 2013 cuando las alarmas se encendieron para todas: el Gobierno español propuso un cambio en la ley del aborto que lo hacía más restrictivo. Como sabemos, la cosa acabó bien, pero la artista barcelonesa Laila Abril no dejó de preguntarse qué habría pasado si hubiese llegado a término.

De hecho, fue un paso en falso que hizo que nos planteásemos el estar en alerta, porque los derechos de las mujeres pueden verse en peligro en cualquier momento. Solo debemos recordar que, históricamente, no siempre los hemos disfrutado.

Pero ¿qué ocurre en otros países con el acceso al aborto? Y sobre todo ¿qué repercusiones tiene en las mujeres?

La maternidad obligada ha sido (y en muchos casos, sigue siendo) un mecanismo de control de las mujeres, algo que nos impide controlar nuestra propia reproducción e incluso nuestro propio cuerpo. Algo que suele traducirse en una cuestión de leyes más que de derechos o libertades de la mitad de la población.

“Decidí centrarme en las situaciones extremas en las que la falta de acceso de las mujeres las obliga a tomar decisiones arriesgadas, poniendo en peligro su salud y su libertad”, contaba Laia Abril. “Son mujeres que llevan a cabo abortos DIY o se someten a prácticas ilegales; menores y víctimas de violación, quienes son forzadas a llevar a término sus embarazos, y mujeres que están muriendo por no recibir tratamiento médico”, advertía.

Imagen de archivo de un baño con agua caliente
Imagen de archivo de un baño con agua caliente | Agencias

En su muestra se suceden diversos formatos y materiales obtenidos de diferentes culturas y momentos históricos. Ha documentado el aborto tanto en países donde está totalmente prohibido, como en aquellos en los que está muy regulado o su legalidad es ambigua. Porque como asegura, “la falta de acceso no se reduce a la legalidad. Nos olvidamos del acceso [físico] y del dinero. En Italia, el aborto es legal hasta los 90 días de gestación. Pero algunos hospitales tienen doctores que son objetores de conciencia, lo que obliga a las mujeres a viajar al extranjero”.

El objetivo del proyecto es entretejer una red de preguntas sobre la ética y la moralidad para revelar sus desencadenantes sociales, estigmas y tabúes sobre el aborto que continúan siendo invisibles incluso hoy día. Una suerte de mapa conceptual en el que los espectadores puedan vincular las causas y las consecuencias.

Así, podemos encontrar historias personales de supervivientes narradas a través de fotonovelas y retratos, reconstrucciones de diferentes escenarios con los que se encuentran las mujeres para abortar; objetos históricos para practicar las intervenciones e incluso utensilios DIY usados por las propias mujeres; fotografías policiales de médicos y mujeres criminalizados… y un sinfín de documentación que muestra las consecuencias de la privación de este derecho en el cuerpo de las mujeres.

El trabajo de ‘On Abortion’ se presentó por primera vez en verano de 2016, y durante este año se ha publicado como libro. El proyecto a largo plazo que lo engloba, 'A History of Misogyny', se propone como una investigación visual realizada a través de comparaciones históricas contemporáneas, que indaga sobre los sistemas que se han usado para controlar a las mujeres.

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