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SUPERHEROÍNA DE RAZA NEGRA

El primer superhéroe negro del cine fue una chica: la Catwoman de Eartha Kitt

Black Panther, Luke Cage, Black Lightning y los que vendrán. Todos los nuevos héroes negros recientes son chicos, si no llega a ser por la Catwoman y la Tormenta de Halle Berry tendríamos que hacer algún tipo de penitencia. Ya es difícil poner a superheroínas en la pantalla, pero ya de raza negra parece imposible. Pero esperen. La primera en conseguirlo lo hizo en los sesenta. Era una villana, vale, pero creó estilo.

-Catwoman

CatwomanAgencias

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Vivimos en la época de los superhéroes cinematográficos. El perfeccionamiento de los efectos especiales ha conseguido que la fiebre del cómic haya dado su paso de evolución natural, de la viñeta al movimiento. Por supuesto, ya existía el superhéroe cinético, pero los impedimentos visuales impidieron una verdadera impresión de la acción necesaria en una de estas historias.

Con el boom de películas como ‘Blade’ en los noventa, también hubo una oportunidad para ver representada a la gente de color en el género, pero no nos engañemos, casi nunca habían tenido una oportunidad en la pantalla, y hasta hace dos décadas era casi imposible ver a un héroe de antifaz con la tez morena.

Ahora nos congratulamos de tener un par de series como ‘Black Lightning’ y ‘Luke Cage’ dando una oportunidad a otras razas con un gran presupuesto y una escala que no reduce la producción a un segmento determinado de la población. La consagración de este movimiento es el estreno de ‘Black Panther’, una apuesta por lo grandioso de la iconografía de África y el orgullo de origen de tantos descendientes de esclavos.

Sin embargo, aunque aquel fuera el primer superhéroe de un cómic de raza negra, la primera vez que un personaje de estos tebeos se paseó por la televisión resultó ser mujer. De hecho, todos la conocemos en muchas de sus otras encarnaciones. Catwoman, la anti-heroína del universo DC apareció en muchas ocasiones en ‘Batman’.

Pero en el ‘Batman’ camp, en el divertido y ultra ye-ye que interpretaba un Adam West fanegas. Hemos conocido un montón de encarnaciones de Selina Kyle como Michelle Pfeiffer en ‘Batman Vuelve’, Anne Hathaway en la última de la trilogía de Nolan y la inclasificable versión trash de Halle Berry, que recuperaba a una actriz negra para el papel después de que Eartha Kitt tomara el mando del personaje en la tercera temporada de la serie del canal ABC.

No está de más apuntar que la visión sexy y petarda de la mujer gato de Berry tiene más de Kitt que de otras encarnaciones. Y puestos a hablar del tema, nunca olvidemos sus escenas de lucha en clave show dominatrix, por favor.

 

Kitt fue la tercera Catwoman del universo West. La que conocemos por la película oficial fue Lee Meriwether, pero la anterior en la serie era la bomba sexual de los años 60, Julie Newmar. Ella fue quien interpretó el papel durante las primeras dos temporadas hasta que decidió que ya había bamboleado su cuerpo alrededor de un tipo en pijama durante bastante tiempo.

Cuando Kitt fue elegida, obviamente fue un gran “problema”. El tema tuvo mucha polémica y publicidad, y hubo mucha expectación por ver lo que pasaba en uno de los programas más populares de la época.

No es difícil hacerse una idea de por qué. En primer lugar, no había muchas actrices negras en la televisión en ese momento. O al menos, actrices que tuvieran papeles en series de televisión regulares.

Había excepciones como Diahann Carroll en ‘Julia’, pero generalmente una actriz negra se reservaba para algún papel ocasional de invitada aquí y allá, pero eso no era lo mismo que cambiar de raza a Catwoman. Si ahora muchos se llevarían las manos a la cabeza al ver a Idris Elba interpretar a James Bond, imaginen en los sesenta un personaje femenino.

Además, la actriz elegida era nada menos que Eartha Kitt, una cantante negra conocida por su fuerte carácter, que había trabajado poco en el cine y mucho actuando en los bares nocturnos. Su historia venía marcada por el rechazo, ya que nació en una plantación de algodón como producto de la violación de una trabajadora por el hijo blanco del dueño, quien la repudió más adelante por el color de su piel.

Trabajó con Orson Welles y Sidney Poitier pero se la conocía por sus poderosas performances musicales, llenas de una personalidad única que la convirtieron en una precedente de Diana Ross y Madonna.

 

Por ello, Kitt no tardó en hacer el papel totalmente suyo, dándole su propio carisma y un toque especial que hace que para muchos siga siendo la Catwoman definitiva. Su cuerpo ágil como un gato, su voz particular junto a su risa memorable y sus rugiditos borraron cualquier imagen previa del personaje.

La serie tenía un componente sobreactuado y mamarracho, casi de espectáculo drag de pura comedia cursi, y Kitt ofreció una versión aún más kitsch de lo que se podría esperar. Desafortunadamente para Kitt, fue un triunfo efímero. Por una parte no a todo el mundo le acababa de hacer gracia el ver a una negra en el papel, por lo que sus apariciones eran muy reducidas y apenas grabó tres episodios.

 

Batman terminó su ciclo a fines de la primavera de 1968 pero, para empeorar las cosas, la carrera de Kitt fue tocada seriamente cuando quedó atrapada en una controversia cuando ese mismo año fue invitada a un almuerzo en la Casa Blanca y aprovechó la oportunidad para criticar abiertamente la política de la guerra del vietnam del presidente Lyndon Johnson.

 

La esposa del presidente le preguntó por su opinión sobre el conflicto, a lo que ella respondió: ‘Estáis enviando a los mejores de este país a que les maten de un tiro’. La Primera Dama rompió a llorar, y prácticamente de la noche a la mañana, Kitt se convirtió en una persona non grata en el negocio. Su carrera tardó en recuperarse, pero siguió siendo una Diva hasta muchos años más tarde, haciendo alusiones al papel que le dio la fama en videos como el de su canción ‘I don't Care’.

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