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Y AHORA JAVIER BARDEM TAMBIÉN DA VIDA AL NARCO EN LOVING PABLO

La nueva droga de Hollywood se llama Pablo Escobar

Es natural la atracción que existe por la figura de Pablo Escobar, teniendo en cuenta el binomio monstruo-héroe del pueblo por la que se caracterizó parte de su vida. A juzgar por el incesante número de proyectos de cine y televisión centrados en el narco que no paran de aparecer en estos días, Hollywood no parece encontrarle fondo al filón.

-Loving Pablo

Loving PabloAgencias

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Y es que la fascinación por el personaje llevó incluso a empresa de Miami a hacer un tour turístico en Medellín, con excursiones guiadas por su casa y el escondite donde murió en una lluvia de disparos al más puro estilo de ‘El precio del poder’, después de una persecución de 15 meses que costó cientos de millones de dólares a Norteamérica, en 1993.

Aclamado como una versión moderna de Robin Hood, también fue un sanguinario asesino sin piedad. Por lo que su perfil es idóneo para contar su vida desde distintos ángulos. También hay una avalancha de documentales sobre el padrino, como ‘Los dos Escobar’, y ‘El rey de la coca’.

Las aproximaciones en el cine americano lo han presentado en muchas ocasiones como el contacto con el mundo de los cárteles de la droga más peligrosos. Cliff Curtis le interpretó en ‘Blow’ (2001), la historia de George Jung, una especie de ‘Breaking Bad’ en el que un hombre humilde (Johnny Deep) crea un ingenioso sistema de importación para comerciar con la cocaína de Colombia en Estados Unidos. Curiosamente Penélope Cruz tenía un papel importante.

 

En estos últimos años, el papel de Escobar se ha repetido de la misma manera con la historia de americanos que tienen contactos con el cártel de Medellín para hacer negocios en Norteamérica.

En ‘Infiltrado’, Bryan Cranston era un agente que organizó una gran operación antidroga metiéndose en el entorno del narco de lleno y en ‘Barry Seal: El traficante’ es Tom Cruise quien hace las veces de Johnny Deep colando droga del padrino en EE.UU. en escenas frenéticas que a veces congelan la sonrisa cuando se confirman los tentáculos letales del imperio del capo. En esos casos suele ser un elemento de peligro para los protagonistas, pero no se profundiza demasiado en sus contrastes.

Sin embargo, Benicio del Toro interpretó un jefe de la droga brutal y carismático en la película de suspense ‘Escobar: Paraíso perdido’. Curiosamente, pese a ser una película norteamericana, los narcos hablan principalmente castellano y tenemos a un Escobar con un acento creíble y fluido, probablemente la mejor encarnación del patrón en el cine.

Los biopic más centrados en su figura tienen su máxima representación en la serie ‘Narcos’ de Netflix, cuyas dos primeras temporadas tienen tramas entrelazadas que relatan el ascenso de Escobar y la lucha de la D.E.A. para derrotarle. Una serie criticada por el hijo del mismísimo padrino de la cocaína, que no estaba nada cómodo con la representación triunfalista del mundo que rodea el narcotráfico.

 

Javier Bardem es ahora Pablo Escobar

Ahora, Javier Bardem asume el papel en ‘Loving Pablo’, que trata de mostrar a Escobar desde el punto de vista de una de sus amantes, la periodista de televisión y presentadora Virginia Vallejo, quien escribió sus memorias junto al narcotraficante en ‘Loving Pablo, Hating Escobar’ de 2007.

Ella es interpretada por Penélope Cruz, con lo que tenemos a nuestra dupla más internacional interpretando de nuevo a una pareja dentro de la pantalla. El encargado de llevar esta nueva visión del personaje es Fernando León de Aranoa, que se muestra bastante hábil en escenas de acción y dota de un aspecto neutro pero lustroso a la obra que seguro permitirá su venta en todo el mundo.

Es en ese aspecto en donde encontramos uno de sus mayores escollos. La necesidad de hacer que personajes latinos hablen en inglés es incomprensible, más si tenemos en cuenta lo comentado sobre la mucho más terrenal ‘Escobar: paraíso perdido’, pero la decisión de casting es aún más extraña.

Vale que el acento en inglés pronunciado por personajes que se supone que no lo hablan es naturalmente recio, pero aunque las actuaciones no son desestimables, hay un factor de idioma que hace que sus imitaciones forzadas hagan daño al oído.

Si bien en el tráiler estaban los momentos más risibles, la sangre no llega al río y aunque tardes en acostumbrarte, se pueden tolerar. Lo que resulta ya tremendamente aberrante es la versión doblada de la película, con voces que ni siquiera intentan imitar el acento colombiano y ni siquiera se parecen a la voz de Bardem o Penélope Cruz. Una auténtica chapuza.

 

Sobre el interés de la película en sí, no se puede negar que el trabajo es competente en un montón de apartados, pero en donde reside el interés de esta versión del patrón es la capacidad de Aranoa para captar la realidad de un país en decadencia, lleno de pobreza y barrios en los que la vida no vale nada.

Los vertederos llenos de niños y las cacerías a policías y enemigos/amigos del narcotraficante por las calles de Medellín son creíbles, violentas y sucias, con un trabajo de ambientación naturalista y verosímil. Pero hay dos películas dentro de ‘Loving Pablo’.

Una sirve como resumen de la serie ‘Narcos’ en una épica de un par de horas siguiendo el librillo de las epopeyas criminales de Scorsese, en otra está la “historia de amor” según Vallejo, que se presenta con la típica estructura de entrada en un mundo de tinieblas que, hasta cierto punto, funciona.

Pero por otra parte hay una obvia ausencia de la periodista en la historia, con lo que el argumento de ascenso y vida íntima de Escobar según su voz narrando la historia resulta tramposa. La escala de la obra quiere recoger mucho más de lo que abarca el romance y, salvo las consecuencias para la carrera de Vallejo, no vuelve a tener sentido la aparición de la mujer en la trama.

Sea por la autoimportancia que se da en la historia la narradora o no, su implicación en el cerco y seguimiento de la D.E.A que da con el arrinconamiento de Escobar resulta más ridícula que la sobreactuación ocasional de Cruz.

Nadie se cree que la presentadora tuviera ese papel clave, puesto que la única revelación que hace al agente Norteamericano es develarle que el punto débil del narcotraficante es su familia. Un amago de enlazar tramas irreal y que tiene como clímax la muerte del personaje interpretado por Bardem.

 

Pero para ese momento, el espectador nota que las dos cosas se han ido moviendo por cauces separados. Una, la película competente sobre la figura controvertida de un bandolero monstruoso, por otra el romance casual hinchado a tórrida historia de amor un poco forzada, con un tono que no cuaja con el resto y que en ocasiones, ya sea por los acentos artificiales o por la puesta en escena ramplona, parece sacada de aquella telenovela que vimos en ‘Airbag’ de Juanma Bajo Ulloa, ese ‘Amor Obsoleto’ con Bardem de cachondeo que ya presagiaba los momentos más jocosos de ‘Loving Pablo’.

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