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ELLEN PAGE NARRA HISTORIAS SOBRE EL COLECTIVO LTGBQ

Gaycation, la serie LGTB que deberían poner en los institutos

Ellen Page hizo pública su sexualidad en febrero de 2014, en un acto en Las Vegas celebrado por la Human Rights Campaign, una asociación estadounidense que lucha por los derechos de la comunidad LGTBQ. La joven actriz, conocida por el fenómeno Juno y por películas como Hard Candy u Origen, nunca había sido protagonista en los medios, excepto cuando la criticaban por su discreto estilo de vida o por su forma "masculina" de vestir.

-Ellen Page sorprendió a todos con su discurso a favor de la visibilidad, ahora muestra los problemas LGTBQ por todo el mundo.

Ellen Page sorprendió a todos con su discurso a favor de la visibilidad, ahora muestra los problemas LGTBQ por todo el mundo.Gaycation

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Aquel discurso –"siento una obligación personal y una responsabilidad social, pero también lo hago egoístamente, porque estoy cansada de esconderme"– la convirtió no solo en abanderada de la causa, además en la estrella gay más importante del Hollywood moderno. Dos años después, comprobamos que Page ha cumplido ese compromiso que se impuso: es la productora y presentadora de uno de los programas más valientes sobre la situación del colectivo LGTBQ alrededor del mundo.

Nos referimos a Gaycation, una serie documental que la cadena Viceland estrenó el pasado marzo, y que ya ha emitido su segunda temporada, en un total de nueve episodios. Se trata de un espacio en el que Ellen Page, acompañada por su amigo Ian Daniel, también homosexual, retrata la cultura LGTBQ en diferentes países y ciudades del mundo. Recogen los lugares donde se reúnen gais, lesbianas, transexuales y queer, y la manera en que se relacionan entre ellos, con su familia, con la religión, con la sociedad. Pero también se hacen eco de lo terrible, del movimiento homófobo que día a día les acosa, y en ocasiones les mata, de cómo los políticos y las instituciones les desprotegen y fomentan el odio a la comunidad.

Gaycation todavía no ha llegado a España, pero sí ha creado un particular boom entre medios y periodistas especializados. «Lo mejor de Gaycation es que nos recuerda lo mucho que queda por cambiar. Estamos todavía muy lejos de lograr la igualdad», explica Diego Feijóo, redactor de Cromosoma X y Orgullo de ser: «He aprendido muchísimo con la serie y creo que todo el mundo debería verla para ser consciente de los problemas reales que sufrimos». Diego se refiere a la charla que Ellen e Ian mantienen con un hombre de Sao Paulo cuyo hobby es matar a gais, a una comuna de Kingston, en Jamaica, donde los homosexuales viven repudiados y constantemente agredidos, al especial que dedicaron a la matanza del pub Pulse, en Orlando…

A pesar de todo esto, Gaycation también es un programa vitalista, un tributo al respeto y a la tolerancia, que anima a seguir luchando con pequeños y grandes actos. «En paralelo a Gaycation, se ha realizado otra serie documental, estrenada solo en cines y en plataformas digitales», cuenta Germán de Heras, responsable de comunicación del LesGaiCineMad, que se celebró del 27 de octubre al 13 de noviembre. Habla de una producción española de tres episodios, por ahora en Turquía, Rusia y México: «Es La Primavera Rosa, de Mario de la Torre, que en 2014 emprendió un viaje con su equipo a distintos países para grabar la realidad del colectivo LGTB, cómo sus derechos son diezmados con el beneplácito del Gobierno y las leyes».

La importancia de tener referentes reales

En un año especialmente duro para la comunidad LGTBQ (la tragedia del Pulse es la punta del iceberg de los ataques cotidianos alrededor del mundo: Madrid, por ejemplo, ya ronda la cifra de las 200 agresiones homófobas en lo que va de 2016), el documental se ha puesto las pilas de forma muy combativa. Pero, ¿qué hay de la ficción televisiva que representa al colectivo en el día a día? Precisamente a comienzos de noviembre regresó con su cuarta entrega una de las series más aplaudidas por su retrato de los personajes gais, la australiana Please Like Me, que narra en forma de viñetas muy espontáneas las experiencias vitales de un grupo de amigos. La escribe y protagoniza Josh Thomas, uno de los guionistas jóvenes actuales más estimulantes.

«Me gusta Please Like Me porque va mucho más allá de centrarse en la homosexualidad de su protagonista y nos muestra con naturalidad cómo es su vida y cómo es su entorno. No viene condicionado por su orientación sexual», comenta Diego Feijóo sobre uno de los grandes retos de la teleficción gay en el futuro. Muy atrás quedan ya series tan políticas como Queer as folk o The L World, cuyo mérito indudable fue la visibilización. La lucha actual es la normalización y la inclusividad dentro del propio colectivo. «Necesitamos series con protagonistas de lo más variopinto, de todas las condiciones y razas y en las que su sexualidad no sea el centro de todo el relato. Necesitamos series que representen las distintas realidades de la sociedad», remata.

Pero no todo el trabajo es de las ficciones dirigidas a la comunidad, también las de audiencias mayoritarias. En un informe lanzado hace unas semanas, el observatorio cultural GLAAD registró en 2016 el mayor número de personajes LGTBQ en las series estadounidenses desde que empezó a realizar estos estudios. La clave, no obstante, no es solo la cifra, sino la calidad. «¿Cuentas una historia en siete temporadas y jamás introduces a un personaje LGTBQ? ¿De qué manera se corresponde eso con la realidad? El reto está en contarle a la sociedad que esto no es una moda de añadir una letra más a las LGTB, sino que las realidades están empezando a ser visibles», sentencia Germán de Heras. La televisión no puede actuar solo como el simple reflejo, ha de ser además el motor del cambio.

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