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Le suben el alquiler el 300% a las familias de Argumosa, 11, en Lavapiés

Maira está embarazada de siete meses y los dueños de su piso le comunican su desahucio

La propiedad sube sus alquileres el 300%. Juani y su familia, entre la que está su hija con un 76% de discapacidad. Rosi, cuyo marido está hospitalizado por problemas cardiacos agravados por la situación que les ha tocado vivir. Maira, embarazada de siete meses, y sus hijos de 7 y 10 años. Son tres de las vecinas que se enfrentan, esta misma semana, a la posibilidad de un desahucio en su vivienda de la calle Argumosa, 11, en el popular barrio madrileño de Lavapiés.

-Edificio con orden de desahucio en la calle Argumosa

Edificio con orden de desahucio en la calle Argumosaantena3noticias.com

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Los vecinos de Argumosa 11, en Lavapiés, se enfrentan esta semana a a la posibilidad de ser expulsados de sus casas. Los nuevos propietarios del inmueble han subido los alquileres un 300%.

La asamblea Bloques En Lucha ha recibido la notificación de que esta semana vuelven los desalojos del edificio, adquirido a principios de este año por la empresa inmobiliaria Inversión en Proindivisos S.L. Ante la subida del 300% en el precio de los alquileres y la amenaza de desahucios, los vecinos, muchos de ellos ancianos, han decidido sumarse a la campaña #NosQuedamos y “desobedecer a la burbuja inmobiliaria para que se cumpla el artículo 47 de la Constitución”, según ha explicado la asamblea en un comunicado.

“En los tres casos no tienen alternativa habitacional, y por lo tanto según el dictamen del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas (DESC), el Gobierno de España tiene que paralizar de inmediato los desahucios o dotarles de alternativa habitacional en una vivienda pública”, denuncia la asamblea. “Ante la pasividad del Gobierno, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, desde el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, PAH Centro y Lavapiés ¿dónde vas?, convocaremos un #StopDesahucios para detener ambos desahucios”.

Fernando Bardera, portavoz de de la asamblea Bloques en Lucha, explica a Tribus Ocultas el origen del conflicto. “A finales de 2015, cuando muere el propietario original del inmueble, Proinidivisos empieza a hacer ofertas a los siete herederos. Cuatro de ellos venden su parte y la inmobiliaria se hace con el 33% del edificio, asociándose con los otros tres herederos para especular con él”.

A partir de entonces comienza el vía crucis para los vecinos. “A medida que los contratos van terminando, empiezan a enviarles burofaxes para echarlos. A los que no terminan contrato, los extorsionan con amenazas que llegan a ser físicas, mandando esbirros para asustarles. Les fuerzan a firmar nuevos contratos y a subirles los alquileres, a menudo ilegalmente, tras lo que llegan los impagos y las órdenes de desahucio”, explica Bardera.

Desde Bloques en Lucha evalúan el papel que juegan en esta problemática las distintas administraciones. “Desde la Comunidad de Madrid no hacen nada de nada: se desentienden completamente”, denuncia su portavoz.

“El Ayuntamiento está implicado: lo que hacen no es suficiente, pero desde el inicio abrió una mesa de trabajo permanente con la asamblea, y nos reunimos con ellos con facilidad. Algunas de las ayudas y gestiones que han brindado han sido útiles, aunque en ocasiones podrían haber sido mucho más duros. El caso de Argumosa es un buen ejemplo: los dueños llegaron a la reunión con el Ayuntamiento poniendo los pies encima de la mesa”.

¿Hay perspectivas de poder parar el desahucio? “Siempre es una incertidumbre muy grande”, reconoce Bardera. “Hasta ahora los hemos parado todos en Argumosa. Algunos administrativamente, otros en la propia puerta. Eso nos lleva a ser optimistas, pero también a ser conscientes de que en algún momento va a haber alguno que no vamos a poder parar”.

A ello, se le suma el hecho que los de esta semana son segundos intentos de desahucio, lo que complica la situación. “Para ello lo más importante es congregar allí a gran cantidad de gente. Si somos muchos, y si encima está la prensa, lo tienen mucho más difícil”, asegura Bardera.

Ante la proximidad de la orden de desahucio, el ánimo de las vecinas “va por momentos”, cuenta Bardera. “A medida que se acerca el día se vienen abajo: aumenta la ansiedad y el estrés. Esta gente no tiene alternativa: se quedan en la calle con sus cosas. Ya no hablamos de que les echen del barrio donde llevan toda una vida, es que no tienen recursos ni siquiera para vivir en otro lugar mucho más lejos. Y encima cada una de ellas tiene circunstancias muy delicadas”, denuncia.

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