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Je suis Sandra o cuando los trolls católicos salen de caza

Una artista crea este collage de la Virgen de la Inmaculada y sufre amenazas de católicos enfurecidos

Este collage inspirado en el Vítor de Horcajo de Santiago (Cuenca) ha desatado a una legión de trolls anónimos que han iniciado una campaña de acoso y derribo contra su creadora. Sintiéndose legitimados por las última sentencias sobre ofensas a los sentimientos religiosos, piden la cabeza de Sandra y amenazan con ir a por ella.

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Hace un par de semanas Sandra expuso varios de sus collages en una feria de objetos vintage. Allí dos turistas norteamericanas se enamoraron de dos de sus cuadros. Y compraron uno, pero no el que habría evitado lo que le ocurrió a Sandra una semana después.

El collage que no se llevaron mostraba una panorámica del Vítor, las fiestas de Horcajo de Santiago en Cuenca, que con una liturgia similar al salto de la reja de El Rocío, convoca a los fieles para que toquen la talla de la Virgen de la Inmaculada, enfervorecidos de esa fe apasionada y exótica que tanto gusta a los yankis.

Las dos norteamericanas fliparon con la imagen. ¿Por qué toda esta gente está agolpada de esta manera? ¿Están sufriendo? ¿Qué tiene que ver esto con la religión? ¿Se parece a la peregrinación a La Meca, tiene algo que ver?

Sandra les explicó en qué consiste. Ella tiene raíces manchegas, y está muy unida a esa tierra, y pese a que hoy en día no es religiosa, se educó en la fe católica y siente un gran respeto por los creyentes.

Todos los americanos son un poco Ernest Hemingway cuando se topan con nuestras costumbres religiosas, pero finalmente no se llevaron este cuadro a Estados Unidos, porque el otro encajaba mejor con los otros con los que convivirá.

Así que Sandra devolvió a su casa el homenaje a Horcajo de Santiago y días después lo subió a Instagram.

En pocas horas, empezó a recibir mensajes criticando su falta de respeto a las tradiciones religiosas. Algún vecino de Horcajo de Santiago descubrió este collage y la noticia corrió como la pólvora por el pueblo y por las redes pro-suspicacia católica. Las críticas no tardaron en convertirse en amenazas.

Sandra ha recibido docenas de mensajes privados en Instagram y en otras redes. Le insultan, le amedrentan y piden que retire “esa mierda” de la red.

Algunos anuncian emprender acciones legales para meter en la cárcel a Sandra por ofender los sentimientos religiosos, y hacen hincapié en que “ahora” la ley les ampara. Y, mientras tanto, nadie sabe exactamente qué quiere decir este collage y qué es lo que ofende realmente.

Objetivamente, se ve una panorámica de la esta festividad religiosa, una mujer recostada sobre el gentío y un tenedor que parece “peinar” a los fieles.

“Precisamente ese es el poder del arte, yo no tenía ningún mensaje elaborado cuando hice este collage, solo mostrar a la masa en su fiesta, pero han sido ellos los que le están buscando el significado”, comenta Sandra.

Estos días no son fáciles para ella. Nadie está acostumbrado a recibir insultos, y cuando estos se convierten en amenazas es peor. Cuando eres un personaje público puedes saber cómo lidiar con esto, pero cuando eres una persona anónima, con apenas seguidores en redes ¿cómo se digiere sentirse el blanco de la ira de gente que ni conoces?

¿Qué le costaría retirar el collage de la red? “No lo retiro porque si no nos plantamos ante las amenazas y el fanatismo estaremos haciéndonos un flaco favor como sociedad. Además, aun nadie me ha convencido con palabras, solo con insultos y amenazas, eso no es convencer sino amedrentar”.

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