Tartalia
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LA HORA DE LA REVELACIÓN
Jonathan: “Papá, el jefe me ha cogido y me ha dado la medalla de mamá”
Todos los trabajadores de 'Tartalia' hacen un viaje en coche, sin saber quién los ha convocado ni cuál es la razón de la cita, un trayecto que hará que muchos de estos héroes anónimos, puedan cambiar sus vidas. Todos están a punto de descubrir que el músico con el que han trabajado es en realidad 'El Jefe Infiltrado'. Uno de los que pasa por el despacho es Jonathan. Ángel quedó encantado con él después de trabajar juntos. Por eso le obsequia con la medalla de la virgen del Pilar, un recuerdo familiar que Jonathan le robó a su madre, para pagar su adicción.
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‘El jefe infiltrado’, a Germán: “Lo primero que se me pasó por la cabeza fue despedirte de inmediato”
‘El jefe infiltrado’, a Germán: “Lo primero que se me pasó por la cabeza fue despedirte de inmediato”
Ángel aprovecha la revelación de Germán para echarle en cara el día que le hizo pasar, cuando estaba a su cargo. Donde no sólo tiro su trabajo al suelo, sino que no paro de despotricar sobre él, en vez de enseñarle con un poco más de tacto. ‘El Jefe infiltrado’ reconoce que tiene ganas de despedirle, porque se puede trabajar sin humillar. Pero después de pedir referencias cambio su opinión, y por eso le pide que cambie de actitud, para que la empresa pueda seguir contando con él. -
Laura: “No me pensaba que fuera tan valorable mi trabajo”
Laura: “No me pensaba que fuera tan valorable mi trabajo”
Ángel quedó encantado con el trabajo como dependienta de Laura. Por ello aunque vacila un poco al principio de la revelación, metiéndola presión, acaba dándole la razón en todas las sugerencias que le dio, y la tranquiliza asegurándola que hará cambios para hacer su trabajo más cómodo y mejor. Además, debido a la situación personal que Laura le contó que estaba pasando, Ángel le obsequia con un cheque de 3.000 euros para que pueda tirar para adelante, Laura se emociona, venía muerta de miedo y se ha llevado una grata sorpresa. -
‘El jefe infiltrado’, a Roberto: “Si quieres seguir trabajando en ‘Tartalia’ te tienes que poner las pilas”
‘El jefe infiltrado’, a Roberto: “Si quieres seguir trabajando en ‘Tartalia’ te tienes que poner las pilas”
La sensación de Ángel con respecto al manejo de alimentos en el departamento de mezclas es nefasta, porque su empleado, Roberto, hace uso de las batidoras y otros aparatos, sin las rejillas puestas, algo que según el protocolo está totalmente prohibido. Por otro lado cuando recurrió a él, después de haberse hecho un corte, Roberto le permitió seguir trabajando. Cosas que ponen el peligro la seguridad y la higiene de la empresa, algo que ‘El Jefe’ no está dispuesto a consentir. Por eso Ángel le pide que se ponga las pilas y sea merecedor del ascenso que le brinda. -
‘El jefe infiltrado’, a Fernando: “Me vas a obligar a sacarte del reparto”
‘El jefe infiltrado’, a Fernando: “Me vas a obligar a sacarte del reparto”
Después de ver a Fernando en acción, Ángel lo tiene muy claro, le va a sacar de la circulación. No está dispuesto a permitir que su empleado siga poniendo en peligro no sólo las tartas si no su vida, por cómo se comporta al volante, donde no respeta las normas y va como un loco. Aun así, Ángel le agradece su comprensión por las medidas que tuvo que tomar la empresa de cara a la crisis, como la de bajar su sueldo, y por ello le premia con un cheque de 3.000 euros para que pueda seguir pagando su hipoteca, además de la confianza que depositan en él, esperando que se más responsable en el trabajo. -
Jonathan: “Papá, el jefe me ha cogido y me ha dado la medalla de mamá”
Jonathan: “Papá, el jefe me ha cogido y me ha dado la medalla de mamá”
Ángel quedó encantado después de trabajar con Jonathan, a pesar de que le metiera mucha caña, le agradece su paciencia, y valora el esfuerzo que hace al sacar su trabajo adelante con un único horno que funcione, cosa que promete va a cambiar. Por eso le obsequia con la medalla de la virgen del Pilar, un recuerdo familiar que Jonathan le robó a su madre, para pagar su adicción, el único objeto que tenían de su abuela, y que hace que al verla el empleado se emocione de felicidad. Además, le obsequia con un cheque como símbolo de lo orgulloso que se siente Ángel de tenerle. -
‘EL JEFE INFILTRADO’ NO APRENDE
Laura: “Si mi jefe llegase a la tienda y viese a Eugenio atender, no duraría ni un día”
‘Tartalia’ cuenta con más de 24 tiendas entre Madrid y Castilla la Mancha, y venden alrededor de 3.000 tartas al día. La atención al cliente es fundamental, por ello, Ángel se infiltra como vendedor, para comprobar que el servicio que se da en las tiendas está acorde con la calidad de las tartas. Laura, la dependienta que se encarga de su formación, no sabe que se trata de ‘El Jefe Infiltrado’, y acaba un poco de los nervios, porque Ángel no para de cometer errores para ponerla a prueba. -
FALTA DE HIGIENE EN EL DEPARTAMENTO DE MEZCLAS
Roberto, a ‘El jefe infiltrado’: “Vete a limpiar los cacharros que a mí no me gusta limpiar
En el cuarto día como 'El jefe infiltrado', Ángel hace de mezclador. Se infiltra en el departamento de mezclas que es donde se elaboran las frutas, los chocolates, las natas… que es lo que le da sabor a las tartas. Quiere ver si en ‘Tartalia’ se cumplen los protocolos de calidad. Allí conoce a Roberto quien le enseña cómo se ejecuta el trabajo en un lugar donde la higiene deja mucho que desear. -
‘EL JEFE INFILTRADO’ ACABA CON LA PACIENCIA DEL PASTELERO
Germán: “Esta tarta es una mierda, macho. Así que a tomar por culo”
'El Jefe Infiltrado' tiene que enfrentarse al gremio más castigado por el ERE que el mismo ejecutó, los pasteleros. Los recortes de personal han hecho que este departamento, tenga en jaque a toda la plantilla. Germán, el pastelero, es quien se encarga de su preparación, está sometido a mucha presión por eso cuando ve que Ángel no aprende y que hace las cosas mal, lanza sus tartas al suelo y sale de la habitación para no acabar en una bronca mayor. -
EL REPARTIDOR INCUMPLE LAS NORMAS DE TRÁFICO
Fernando: “Si me vieras cómo cojo la curva poniéndome a dos ruedas…”
En su segundo día, ‘El jefe infiltrado’ ejerce de repartidor con la ayuda de Fernando, el conductor temerario de ‘Tartalia’. El jefe descubre el estrés que lleva el repartidor ya que en tres horas tiene que hacer el reparto a las 27 tiendas que hay en Madrid y Castilla-La Mancha. En el viaje, Ángel se da cuenta de lo mal que conduce su compañero: no respeta la velocidad, corre mucho, habla por el móvil y fuma en el camión.
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