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ENTRE 30 Y 40 CENTÍMETROS

La nave de la India da un pequeño salto en la Luna

El 'aterrizador' de la misión Chandrayaan-3 se ha elevado del suelo lunar y se ha desplazado entre 30 y 40 cm, según muestra un vídeo de la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO). El experimento ayudará a futuras misiones humanas y de retorno de muestras.

Imágenes anterior y posterior al salto que ha dado el 'aterrizador' indio en el suelo lunar

Imágenes anterior y posterior al salto que ha dado el 'aterrizador' indio en el suelo lunarSinc

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"El lander o 'aterrizador' Vikram superó los objetivos de su misión. Realizó con éxito un experimento de salto. Al recibir la orden, encendió los motores, se elevó unos 40 cm como se esperaba y aterrizó sin problemas a una distancia de 30 a 40 cm".

Así lo señala la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO) en su cuenta de la red social X (antes Twitter), donde añade: "¿Importancia? Este "pistoletazo de salida" anima a futuras misiones humanas y de retorno de muestras".

El módulo de aterrizaje Vikram, junto al rover Pragyan, integran la misión india Chandrayaan-3en la región del polo sur lunar.

La maniobra tuvo lugar este domingo, según detalló ISRO en un breve vídeo grabado por el 'aterrizador', en el que se observa cómo levanta una gran cantidad de polvo lunar después de encender sus motores, tras lo que se separa ligeramente del suelo y vuelve a aterrizar a unos pocos centímetros.

"¿Importancia? Este "pistoletazo de salida" anima a futuras misiones humanas y de retorno de muestras", agregó la agencia, detallando que todas las cargas útiles así como la rampa del aterrizador siguieron funcionando con normalidad tras el nuevo alunizaje.

Esta operación se realizó mientras Vikram agota las últimas horas de luz solar sobre el punto más meridional del satélite, y que requiere para que sus sistemas funcionen.

Activación del modo de reposo

Antes de que se ponga por completo el Sol en esta parte de la Luna, ISRO activará el modo de suspensión del lander, como ya hizo el sábado con el explorador Pragyan, con la esperanza de que ambos componentes de su misión Chandrayaan-3 vuelvan a la vida el próximo 22 de septiembre, con la llegada de un nuevo amanecer en el polo sur de la Luna.

"Vikram se pondrá ahora en modo de reposo, aunque previamente las cargas útiles ChaSTE, RAMBHA-LP e ILSA llevarán a cabo experimentos in situ en la nueva ubicación, y los datos serán recogidos se recibirán en la Tierra", detalla ISRO.

"Las cargas útiles se desconectan –añade–, pero los receptores del módulo de aterrizaje se mantienen encendidos. Vikram 'se dormirá' junto a Pragyan cuando se agote la energía solar y se descargue la batería. Esperamos su despertar, alrededor del 22 de septiembre de 2023".

Las expectativas iniciales de los científicos indios situaban en 14 días terrestres, equivalentes a medio día lunar, la duración de la misión, durante la que el explorador y el aterrizador han realizado multitud de experimentos para estudiar esta zona del satélite.

Mientras que Pragyan recorrió el suelo lunar para tomar imágenes, y llegó a detectar la presencia de azufre, Vikram analizó la actividad sísmica de la Luna, estudió el flujo de calor y la densidad del plasma cercano a la superficie, y ayudó a medir con mayor precisión la distancia entre la Tierra y su satélite.

La sonda Chandrayaan-3 alunizó con éxito en el polo sur lunar el pasado 23 de agosto, convirtiendo a la India en el primer país en alcanzar esta región del satélite terrestre, y en el cuarto en aterrizar sobre la Luna, tras Estados Unidos, Rusia y China.

Sonda para estudiar el Sol

Los últimos días de esta misión coinciden con el exitoso lanzamiento de la primera sonda india para estudiar el Sol, que despegó el pasado sábado de la Tierra.

Su nombre es Aditya-L1, y se espera que tarde unos cuatro meses en alcanzar su destino, un punto gravitacionalmente estable entre ambos cuerpos celestes a 1,5 millones de kilómetros de nuestro planeta. Desde allí recopilará información sobre las capas más externas de nuestra estrella.

Para su seguimiento, la ESA aporta su red de estaciones de espacio profundo, con antenas en España, Argentina y Australia.

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