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SER ORIGINAL TIENE UN PRECIO DEMASIADO ALTO

Yotaphone 2: el teléfono de las dos caras ya tiene segunda parte

Quedan todavía muchas cosas por inventar en el terreno de los smartphones. Un mundo en el que es complicado es destacar. El Yotaphone, con sus dos pantallas -AMOLED FullHD de 5' y otra de tinta electrónica-, lo consigue, pero su originalidad hace que su precio sea elevado para sus especificaciones.

Yotaphone 2, el teléfono de las dos pantallas

Yotaphone 2, el teléfono de las dos pantallas Yota Devices

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El fabricante Yota Devices lleva un par de años acaparando la atención en ferias como el Mobile World Congress con su teléfono de doble pantalla. Al igual que sucedió con el primer modelo de iPhone, que nunca llegó a Europa, la primera versión del Yotaphone apenas salió de las fronteras rusas.

Ahora nos llega la segunda versión del terminal, después de que se dejara ver a principios de 2014 en el CES de Las Vegas. Sigue con su seña de identidad, las dos pantallas. Una frontal AMOLED FullHD de 5 pulgadas y otra trasera algo menor (4,7'') de tinta electrónica y también táctil. Sin haberlo probado anteriormente habíamos destacado de su predecesor lo curioso de su elemento diferenciador y su vocación de ahorro de batería, como contamos hace más de un año en este artículo.

Ahora le toca el test definitivo: ¿Merece la pena un teléfono que cuesta 699 euros y que llega un año después de que ser presentado? En principio daremos una respuesta “a la gallega”: Depende. Y sí, según por qué pantalla se mire, todo depende. Jamás pensé en citar a Pau Donés, pero tampoco esperaba tener un teléfono de doble pantalla en mis manos.

No sabemos si por las altas expectativas o porque el concepto de los dos paneles tiene mucho por explotar; pero el terminal deja un sabor algo agridulce.

Las especificaciones del dispositivo no están nada mal, pero no llegan a justificar su precio. Su procesador Qualcomm Snapdragon 800 en su momento fue de gama alta, pero ya ha sido superado. Tiene 2 GB de memoria RAM, 32 GB de almacenamiento no ampliables, una cámara delantera de 8 megapíxeles, soporta redes 4G y tiene una batería de 2500 mAh. Una batería potente en un terminal con sólo 8,9 milímetros de grosor y 149 gramos de peso.

Su diseño es normal, con bordes redondeados y la protección de la pantalla de tinta electrónica trasera parece a prueba de ralladuras. Yotaphone 2 funciona con Android KitKat, aunque prometen actualizar a Lollipop. La capa de personalización es escasa. Se limita a incluir unos cuantos juegos y lo imprescindible para customizar y usar la pantalla e-ink trasera.

Lo mejor, y en algunas ocasiones lo peor, es la pantalla monocroma que calza en la espalda y que usa la tecnología para los e-books. La resolución es muy aceptable, el recubrimiento con Gorilla Glass 3 parece seguro y el tiempo de respuesta táctil está bien en la mayoría de los usos. Determinados retrasos a la hora de refrescar y que tengas que repetir en alguna ocasión un gesto con el dedo es algo de esperar con este tipo de tecnología.

La tinta electrónica no tira de la ya de por sí generosa batería nada más que para refrescar el contenido, por eso la llaman “Yota always-on-display”. La pantalla se puede personalizar con multitud de widgets para mostrar las notificaciones que quieras con YotaPanel: llamadas, clima, reloj, citas de calendario, redes sociales y un largo etcétera.

Si nuestro “depende” inicial se inclinaba a rechazarlo, la experiencia de uso de varios días ha inclinado la balanza del Yotaphone a su favor. Ha conseguido ofrecer una experiencia diferente, aprovechando el panel trasero para mostrar lo que un usuario normal quiere ver en el 75% de las ocasiones que desbloquea el teléfono.

Por ejemplo, ver las notificaciones en Twitter, los mensajes, la previsión del tiempo en las próximas horas o controlar el reproductor de música. Todo esto se puede hacer con la pantalla e-ink, que responde como un Kindle, sin vampirizar la batería del dispositivo. Además de utilizar el modo YotaEnergy para trasladar las funciones básicas del teléfono a la parte trasera y alargar aún más la vida útil del teléfono.

Estas funciones pueden llegar a compensar la inversión económica de alguien que quiera tener una experiencia original. A pesar de la falta de ranura para microSD, tener una cámara muy normalita, los altavoces colocados a ambos lados del puerto de carga y unas especificaciones que, insistimos, no justifican los 700 euros de precio.

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