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EL FUTURO DE LA TELEFONÍA

Seguir perdiendo dinero o rendirse, el dilema de LG y Sony con los smartphones

LG y Sony tienen algunas similitudes: ambas son empresas de tecnología, ambas son asiáticas (surcoreana y japonesa respectivamente), y ambas tienen un serio problema con su división de telefonía móvil.

Teléfono móvil

Teléfono móvilAgencias

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El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y Alemania siempre gana, lo que traducido a la telefonía móvil sería que se trata de un negocio en el que Apple vende quince de cada cien móviles pero se lleva todo el dinero. La empresa de Tim Cook, como la banca, siempre gana: las migas le quedan a Samsung y Huawei y el resto sobreviven como pueden con pérdidas que agravan su ya delicada situación (como la de HTC, por ejemplo) esperando a remontar o al menos quedarse como están.

Ese último caso es el que ocupa a Sony a LG: llevan años perdiendo dinero, o con muy tímidos beneficios que no tardan en irse para dejar hueco nuevamente a las pérdidas. Algunas apuestas, como las del LG G5 y los Xperia Z5 o X, han sido decepcionantes. Sus ventas fueron a la baja y comprometieron la economía del resto de divisiones que sí son rentables... y a fin de cuenta subvencionan a los smartphones.

LG, por ejemplo, gana dinero con sus televisores y sus electrodomésticos. Sony, con la PlayStation y sus servicios financieros (entre los que se incluye la financiación de sus productos o el 'leasing' de los mismos). ¿Hasta cuándo van a mantener un negocio así?

El problema es compartido con la práctica totalidad de fabricantes que usan Android, que ven en esta plataforma una oportunidad para llegar al bolsillo de millones de personas pero sin poder hacer caja con ella. La cuestión es qué merece más la pena: dedicar esos recursos a otra actividad más lucrativa para la empresa o mantenerse en los smartphones, que al fin y al cabo pueden dar una potente imagen de marca que contagie la fama y las ventas a otras líneas de producto más rentables.

LG y Sony son casos especialmente llamativos: globales, punteros, omnipresentes… y con una incógnita sobre el futuro de sus teléfonos móviles. La industria de los smartphones es bien complicada: al ser el producto más exitoso de la historia de la tecnología, capaz de llegar a cualquier rincón del mundo y habitar cada bolsillo, ha terminado siendo un negocio masificado, con precios a la baja año tras año y poco espacio para los márgenes… salvo que te llames Apple o Samsung.

Veremos qué panorama tiene la industria móvil dentro de tres años y, especialmente, quién se mantiene en pie.

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