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UN ANDROID MUY 'SUI GENERIS'

Qué es y qué no es Nokia X

Nokia presentó en el pasado Mobile World Congress, el último al que acudió como compañía independiente antes de pasar a ser parte de Microsoft, sus Nokia X. Los primeros Nokia con Android en realidad son más que eso. Y menos.

El Nokia X2, un portento de la gama baja

El Nokia X2, un portento de la gama baja TecnoXplora

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La primera oleada de terminales X (Nokia X, Nokia X+ y Nokia XL) no llegó a España, pues Microsoft decidió centrarse en otros mercados, pero la segunda sí lo hará. Estará disponible en forma de Nokia X2 después del verano (por ahora la fecha se queda en un impreciso “a lo largo de septiembre”) por 139 euros, con unas especificaciones tan de gama baja como su precio (procesador Snapdragon 200 de doble núcleo a 1,2 GHz, 1 GB de RAM, 4 GB de almacenamiento, pantalla WGA LCD de 4,3 pulgadas...).

Sin embargo, lo que desconcierta de este teléfono está todavía más oculto. Tiene cuerpo de cordero y alma de lobo, pero aún no está muy claro si los usuarios son las ovejas o los pastores. El caso es que tampoco quiere engañar, sino simplemente montar un nuevo rebaño con lo mejor de cada mundo. Caperucita tendrá que andarse con ojo.

Qué es Nokia X

Un Android. A diferencia de los Lumia, no utiliza Windows Phone. Ahora bien, no es un Android cualquiera y, de hecho, ni siquiera tiene acceso a Google Play, sino que utiliza una tienda de aplicaciones propia con apps optimizadas.

Un teléfono de gama baja. Esto está claro. Por precio y por componentes. Si lo tuyo es la gama alta, déjate de lobos y de ovejas y búscate un tiranosaurio en F-14, ya sea un S5, un 5s, un M8, un 1520 o un Z2.

Un móvil bonito. De los más bonitos que se pueden encontrar por ese precio, de hecho. Es más, el único que podría competir en una hipotética (e incomprensible) competición de camisetas mojadas sería el Lumia 520 (que, además, es más barato, pero luego volveremos a esto). Entra por los ojos. Es un lobo de los de Crepúsculo.

Una estrategia. Y una tan sencilla (sobre el papel) como complicada (en la práctica): convencer a los usuarios de Android de que hay vida más allá de Google. La idea de Microsoft es que quien quiera un terminal con el sistema operativo del buscador salga de la tienda con su Nokia X. Es la droga de entrada que las madres de los ochenta y los noventa temían encontrar en la calcomanías. Y cuidado, Google, porque a nivel de diseño es el Tigretón en un mundo de bocatas de choped.

Una vez que el usuario está convencido, está prácticamente dentro del ecosistema Windows Phone. No por aplicaciones (su principal problema), pero sí por servicios: Drive, Outlook, Skype... La interfaz también es calcada a la del sistema operativo de los de Redmond, así que esperan que estas personas entren a la telefonía inteligente por la ventana.

Qué no es Nokia X

Un Android. Sí, está basado en Android, pero eso es todo. Como Juanfran, salió de la cantera del Real Madrid, mas su corazón es rojiblanco. En este caso Valdebebas es Android Open Source Project (AOSP), que forma al jugador y le deja seguir su camino como profesional.

Un Windows Phone. Mucho menos. De Windows Phone tiene la interfaz, y tampoco es idéntica, sino simplemente una versión adaptada para estos terminales. Como los Baldwin, se parecen, pero Alec no es lo mismo que Stephen.

Un rival del Lumia 520. Ni para Microsoft, que no lo contempla como tal, ni para los usuarios. Quien solo busque un dispositivo económico y con buen diseño no encontrará el tesoro en la X de este mapa. Lumia 520 es más barato y el 630 solo cuesta 10 euros más que el X2.

De todos modos, la compañía tampoco lo ve así. Sabe que la gama Lumia es mucho mejor y no le importa. No plantea su catálogo como una serie de teléfonos que compiten entre sí, sino como soluciones de precio similar para usuarios distintos. Cada lobo, en su cuento.

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