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MWC 2014 | NUEVOS NOKIA X Y XL

Nokia entra en la gama baja de Android

Los nuevos teléfonos Android de Nokia han sido unos de los protagonistas más destacados del primer día del Mobile World Congress. A pesar de que el desarrollo de un dispositivo con el sistema operativo de Google no era ningún secreto, había mucha curiosidad por ver cómo lo hacía el fabricante para diferenciarse de las decenas de empresas que utilizan esta plataforma. Y lo han logrado.

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A simple vista, Nokia X y Nokia XL podrían pasar por unos nuevos Lumia. De cerca, también. Utilizan Android, sí, pero está muy lejos de la experiencia pura que se obtiene con un Nexus 5. No es una capa personalizada como la que introducen otros fabricantes como Samsung o LG, es mucho más.

Para bien o para mal, este Android entre comillas es mucho más parecido a Windows Phone que a la plataforma de Google. Los iconos son baldosas que se mueven y se agrupan como si del sistema operativo de Microsoft se tratase. La única diferencia es la aparición de Fastlane, una especie de centro de notificaciones que Nokia ya introducía en sus Asha.

La construcción es prácticamente idéntica a la de cualquier Lumia. El cuerpo es de plástico, pero no parece endeble ni una baratija. De hecho, no parece en absoluto que se esté manejando un dispositivo de menos de 100 euros (Nokia X cuesta 89) o que los supera por muy poco (las 5 pulgadas, mejor cámara y más RAM de XL hacen que se vaya hasta los 109).

El rendimiento es bastante mejor de lo que cabría esperar, aunque hay que tener en cuenta que las pruebas no han sido exhaustivas y que conseguir conectarse a una de las redes WiFi abiertas del Mobile World Congress es una misión que haría llorar a Jack Bauer. A pesar de ello, la primera impresión es muy positiva.

El punto negativo es la pantalla, que se queda en mediocre. El precio hace que no sea un problema mayor y también sirve de contexto: no es justo compararlo con los pesos pesados del mercado, porque no es su objetivo. Además, este Android Windows Phone Edition tiene una interfaz que no exige mucho a la pantalla, así que no se nota tanto.

La duda es qué ocurrirá con estos teléfonos, ya que ésta era la última edición del Mobile World Congress de Nokia como la conocemos. A partir de ahora será la señora de Microsoft y, por mucho que conserve su nombre de soltera, las cosas no volverán a ser iguales. Si triunfa, los de Redmond podrían haber encontrado una buena forma de atraer a los usuarios hacia sus plataformas (OneDrive, Outlook, Office...), pero a costa de devolverle la gama baja a Google.

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