PRESTACIONES Y PRECIO SIN COMPETENCIA
Moto G, el nuevo rey de la gama media de Android
Tener un Moto G en las manos es tener una experiencia Android casi pura y un terminal con una potencia que resiste muy bien el uso cotidiano por un precio muy competitivo. Su éxito de ventas lo atestigua.
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Buena parte del resurgir de Motorola durante este año va a ser gracias al Moto G, el teléfono que fue presentado en noviembre del año pasado y que es probablemente la mejor opción de compra de la gama media en cuanto a calidad y precio (con permiso de algunos fabricantes chinos).
Leyendo las características técnicas antes de abrirlo podemos sacar la conclusión –a priori– de que tiene la mitad de especificaciones que el Nexus 5... a mitad de precio. O más bien, sin salir de la misma compañía, que el Moto X, su 'hermano mayor' que podremos disfrutar en España a partir del mes de febrero.
Al abrir la caja de este smartphone de menos de 150 gramos lo primero que llama la atención son los materiales, que a primera vista parecen endebles pero que con los primeros contactos dejan de aparentarlo: te das cuenta de que son razonablemente resistentes y buenos para el agarre con las manos; esto último gracias a su carcasa trasera de plástico con acabado curvo.
Puedes personalizar la parte trasera del Moto G comprando carcasas de hasta 18 colores, las Motorola Shells, de tres tipos: las que cubren todo el dispositivo, las que cubren solamente la parte trasera y las que protegen esta parte y los lados (a modo de 'bumper'). Una opción muy interesante, pero que sigue pareciendo la parte más frágil del diseño, o al menos esa es la sensación al abrirlo para insertar la microSIM.
Por lo demás, el diseño no sorprende especialmente, ya que es parecido al del Moto X, pero con una pantalla de menor tamaño (4.5 pulgadas) con protección Gorilla Glass contra arañazos. Su resolución es correcta (HD, 1200 x 720 píxeles).
Su cámara trasera es de 5 megapíxeles y la delantera de 1,3. Son los puntos más flojos del dispositivo aunque sean bastante acordes con el precio, y un defecto en todo caso mejorado gracias a la aplicación de cámara (con un modo HDR bastante decente, por ejemplo). Permite grabar vídeos a 720 p (con la opción de grabar a cámara lenta incluida a partir de Android 4.4). Eso sí, no te emociones demasiado grabando vídeos porque aquí entra en juego el almacenamiento interno...
Una vez que inicias el teléfono, que funciona con Android 4.3 pero con la actualización a KitKat ya disponible, compruebas que la personalización del fabricante es mínima, que la respuesta táctil es súper fluida y la experiencia es muy Nexus, con algunas apps de añadidura como Moto Care. Claro, el fabricante pertenece a Google, dirás. Pero, por si eso no es suficiente, la empresa vende en la Play Store una Google Edition del teléfono con Android puro (de momento no disponible en España).
Si optas por quedarte con la penúltima versión de Android, la 4.4.2, que está optimizada para que funcione bien en dispositivos a partir de 512 MB de RAM, el teléfono va como la seda: tiene 1 GB de RAM y un procesador de cuatro núcleos que, en gran parte, han impulsado al terminal a ser el número uno de ventas en Amazon y a quedarse sin 'stock' en algunas ocasiones por la alta demanda.
Obviamente el teléfono no soporta tan bien juegos con gráficos 3D potentes o muchas apps pesadas abiertas a la vez, pero no es el público objetivo que tiene ¿Y cuál es el objetivo de este teléfono entonces? En palabras del CEO de Motorola, “la gama baja-media de Android a veces es decepcionante, Moto G viene a cubrir este hueco”.
El Moto G tiene dos modelos, de 8 GB (179 €) y 16 GB (199 €), ambos con dos años de 50 GB de almacenamiento gratuito en Google Drive. No tiene posibilidad de ampliar mediante tarjeta SD, así que es mejor elegir el modelo de 16 GB porque si eliges el de 8 GB ten en cuenta que, con lo que ocupa el sistema operativo, solamente te quedarán 5 GB hábiles para tus apps, música, fotos y vídeos.
Respecto a la conectividad: tiene Wi-Fi, 3G / HDSPA+, pero no dispone de conexión a redes 4G. Eso sí, es positivo que su Bluetooth sea 4.0, que gestiona mejor el uso de la batería. Además, tiene Radio FM, una utilidad que muchos teléfonos de gama alta no tienen y que se echa de menos para no tirar tanto de tu tarifa de datos.
Pero si algo puede convencerte es lo que verás al final de la jornada: tras una día entero con un uso intensivo del teléfono, la autonomía de su batería (de 2.070 mAh) resulta muy buena y llega con creces a la noche, un aspecto del día a día que agradecerás si te decides por este terminal.
¿Qué más puede ayudar a un terminal que, con estas especificaciones bien podría venderse solo? Bueno, pues que aunque el Moto G se venda libre, muchas operadoras lo incluyen en sus catálogos por el mismo precio, con o sin permanencia en sus tarifas. Un precio que es parte de una estrategia agresiva de precios para que Motorola, en horas bajas, recupere sus ventas reduciendo su margen de beneficios.
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