Moto 360 vs Pebble Steel: las muñecas más elegantes frente a frente

El Gear S de Samsung acaba de aterrizar en España y el Apple Watch está a la vuelta de la esquina (aunque todavía no está muy claro si la calle terminará a principios de 2015 o cerca del verano). Además, hay otros productos en el mercado de los relojes inteligentes que tratarán de hacerles competencia: Sony SmartWatch 3, el resto de dispositivos Gear, LG G Watch... Sin embargo, por ahora ninguno se acerca a la mezcla de diseño y funcionalidad que han alcanzado los líderes en este sector, Pebble Steel y Moto 360.

En realidad, ambos relojes tienen poco en común, más allá de su elegancia (y el hecho de ser 'smartwatches', claro). Son dos concepciones distintas de un mismo producto, aunque no tanto por decisión propia como por la situación generada por terceros. Dos filosofías que recuerdan a los estilos de Real Madrid y Barcelona. Y es que hasta los relojes se miden en campos de fútbol.

Comenzamos por Pebble, que llegó antes. O por el Madrid, por su condición de actual condición de campeón de Champions. Da igual. El caso es que el primero es el modelo Zidanes y Pavones. O, lo que es lo mismo, el ahora, el hoy. Ya sabes, YOLO.

Pebble es uno de los responsables de que hoy hablemos de relojes inteligentes. Su espectacular paso por Kickstarter (más de 10 millones de dólares recaudados) todavía hace que sea el proyecto más exitoso de la historia de la web. Hicieron que los más grandes de la industria dirigiesen su atención a la muñeca, como si a Sauron le diese por mirar la hora. También atrajeron a los desarrolladores (presentaron su tienda de aplicaciones en enero, junto a Pebble Steel) y, lo más importante, al público: más de 400.000 unidades vendidas en 2013 y un 18% del mercado en Estados Unidos.

Todo esto ha hecho que sea el mejor reloj inteligente que hay hoy. Sin discusión. Tienen una base galáctica y la capacidad de solventar cualquier necesidad con los pavones que habitan en su ecosistema. Lo hace prácticamente todo y lo hace bien. Juega bonito (es precioso), en todas las competiciones (de lo poco que hay que funciones igual de bien en iOS y Android) y tiene plantilla para aguantar toda la temporada (la batería aguanta casi una semana, una autonomía que sus rivales ni sueñan con alcanzar).

El problema es que este sistema, como pudo comprobar Florentino en su primera etapa al frente del mejor equipo del siglo XXI, no dura para siempre. Google y Apple -Sauron- ya buscan el anillo y aquí no hay Comunidad que valga: uno de los dos lo encontrará. Pebble seguirá vivo, pero difícilmente podrá competir en funciones, apps y catálogo (hoy en día ya es escaso, con solo dos opciones -en varios colores, eso sí- disponibles).

Moto 360, por su parte, tirará de cantera. En realidad, no tienen control sobre esta Masía, pues pertenece a Google, pero ahí está. Trabajan hoy para un futuro glorioso. Y ojo, que tampoco es que el equipo que han montado sea malo; simplemente no es lo suficientemente bueno. La columna vertebral ya está ahí, falta que maduren las estrellas

Así, Motorola y Android Wear se defienden. Han mostrado sus cartas, pero porque han ocultado todas las que guardan en la manga. Moto 360 es algo tosco y su batería difícilmente aguanta más de un día de uso, pero todos sabemos que su sucesor hará honor a ese 360 del nombre y dará un giro para volver al mismo sitio, pero en mejor. Como Gandalf, que pasó con el Balrog por un anuncio de detergente y volvió blanco tras ser gris.

Lo que está claro es que el mercado, por ahora, es una liga de dos (en la que el líder, por volumen de ventas, es otro: Samsung, ese Atleti al que nadie esperaba). Sin embargo, hay varios aspirantes a ser el Simeone que revolucione la industria del móvil. Android Wear se hace mayor y cualquiera puede apostar por él y conseguir lo que ha hecho Motorola. Y eso sin olvidar que Apple tiene muy claro que quiere ser el Pablo Iglesias que ponga fin a este bipartidismo.