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NI TABLETA, NI PORTÁTIL, NI TODO LO CONTRARIO

Microsoft Surface Pro 3, la operación bikini de Microsoft

Desde el lanzamiento de la primera versión de Surface, Microsoft ha tratado de corregir los errores de estos dispositivos para conseguir que se convierta en un auténtico híbrido entre tableta y portátil, capaz de sustituir a cualquiera de los dos. Con Surface Pro 3, se acercan mucho a esta idea, aunque para hacerlo han tenido que acercarse más a una de las dos funciones.

Surface Pro 3

Surface Pro 3 permite a los profesionales de diseño para hacer un gran trabajo desde cualquier lugar Microsoft

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A grandes rasgos, Surface Pro 3 es una Surface Pro 2 bien hecha. Los fallos lógicos de la primera versión del terminal han terminado de corregirse en esta iteración, tras los arreglos menores que se llevaron a cabo en su predecesora. Tal vez podrían haber llegado antes, pero también hay que reconocer que para llegar a este punto, los de Redmond han tenido que romper con el concepto. Surface Pro 3 es un portátil que juega a ser tableta.

Y es que Pro 3 es la Surface menos Surface que ha aparecido hasta el momento. Para empezar, no cuenta con una versión RT, sino que simplemente se puede encontrar con Windows 8. El motivo, según nos explicó la compañía hace unos meses, es que está enfocada al trabajo. Y posiblemente también tiene que ver que si quieres competir con Apple y sus MacBook tienes que dar lo mejor de ti mismo. Nadie gana al mejor jugando un mal partido.

Los cambios llegan en diseño y funcionalidad. Se abandona el formato 16:9 de la pantalla por un 3:2 y se aumenta el tamaño de la misma, que se va a las 12 pulgadas. La resolución es sencillamente espectacular. Esto hace que sea mucho más práctico utilizar Surface como portátil, aunque sin llegar a ser incómodo como tableta. En esta función apuesta más por ser utilizada en orientación vertical, como si se tratase de un cuaderno. Y aquí entra el bolígrafo.

Microsoft ha creado un accesorio que imita un bolígrafo con el que es posible escribir en la pantalla.  Al apretar el botón de la parte superior de este bolígrafo, se activa directamente la aplicación de One Note, incluso cuando Surface esté bloqueada. La idea es imitar el proceso de sacar el bolígrafo y escribir en una libreta, pero en una que pesa cerca de un kilo (798 gramos).

No es algo nuevo, pero sí algo que todavía sorprende. Si la empresa contratase vendedores que mostrasen esta función en centros comerciales, venderían varias unidades al día. Entra por los ojos. Otra cosa es que luego vaya a ser utilizado en el día a día.

Otra de las novedades es la pata de cabra, que por fin permite elegir cualquier inclinación de pantalla. De nuevo, resulta difícil comprender por qué esto no ha llegado hasta la tercera versión de Surface, pero lo importante es que ya está aquí. El nuevo teclado también tiene una postura más, por lo que escribir con el dispositivo sobre las rodillas comienza a no ser horrible. Por desgracia, todavía está muy lejos de ser cómodo. De todos modos, esto es algo de lo que nos solemos quejar los periodistas, pero que al común de los mortales, más acostumbrado a trabajar con una superficie plana delante, le molesta bastante menos.

Este teclado, por cierto, es prácticamente idéntico a la versión anterior de Type Cover, pero adaptado al nuevo tamaño de pantalla. En esta ocasión esto es algo muy bueno, ya que probablemente sea lo mejor que ha salido de Microsoft en años, por exagerado que suene. Además, ahora la compañía también ha cuidado el trackpad hasta hacer que pueda competir con los del MacBook. Y cuando te comparan con los mejores, vas por buen camino. Que se lo digan a Simeone.

A nivel de rendimiento hay poco que decir. Existen cuatro configuraciones posibles (procesador Intel Core i3 y 4 GB de RAM, i5 y 4 GB, i5 y 8 GB e i7 y 8 GB, esta última con dos opciones de almacenamiento) y todas ellas deberían funcionar con total fluidez. En nuestro caso, probamos el modelo con el procesador i5 y 4 GB de RAM (es decir, uno de los más 'discretos') y en ningún momento se quedó corto. De todos modos, depende para qué se vaya a utilizar el ordenador.

Surface Pro 3 parte de los 799 euros que vale el modelo más económico, que tan solo cuenta con 64 GB de almacenamiento. Pasarse a 128 GB y un mejor procesador ya supone pasar a las 4 cifras (técnicamente se queda en 3: 999 euros) y así hasta los 1.949 euros de la versión más cara.

La duda es, ¿merece la pena? Sí. Y, por primera vez, es un sí en el que apenas hay peros. No deja de ser un producto peculiar y que conviene conocer antes de dar el paso, pero ahora ya está más cerca de satisfacer a todos los usuarios.

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