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LANZAN UNOS AURICULARES INALÁMBRICOS ESPECIALES DE 159 DÓLARES

El iPhone 7 es lo esperado: sin jack de audio, dos cámaras y con resistencia al agua

Apple lanza dos terminales, el iPhone 7 y el iPhone 7 Plus, con algunas mejoras sobre los terminales del año pasado. La eliminación del conector de auriculares y la inclusión de una doble cámara, entre lo más destacado. Llegará a España el día 16 de septiembre.

iPhone 7 y iPhone 7 Plus

iPhone 7 y iPhone 7 PlusApple

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Como viene siendo habitual en los últimos años, el iPhone 7 se presentó durante la tarde del miércoles pero ya lo conocíamos desde hacía semanas. O Apple ha descuidado radicalmente sus conductos de información o se ha vuelto previsible, y lo segundo es aún más preocupante para una marca que vive, entre otras cosas, del diseño.

El nuevo iPhone repite el modelo de su antecesor: un terminal 'normal' y uno enorme, con algunas características implementadas. El iPhone 7 y el iPhone 7 Plus -que llegarán a España el 16 de septiembre- comparten mejoras en general y una cámara totalmente reformada en particular, con un modo mejorado para retratos. En ambos terminales se comparte también que se ha doblado la memoria -la base ya son los 32 Gb, y no esos ya anticuados 16 Gb-, y ambos serán resistentes al polvo y el agua. Pero entre ellos hay una diferencia trascendental: la doble cámara.

Los iPhone 7 vendrán con una cámara, como hasta ahora, pero los iPhone 7 Plus tendrán además un teleobjetivo con una doble función. La primera, permitir hacer un zoom de hasta diez aumentos en las fotos ya tomadas, conservando una calidad cuatro veces mayor que hasta ahora. Eso y la posibilidad de difuminar el fondo en los retratos, gracias a las posibilidades de doble enfoque que da la doble cámara y a la inteligencia del aparato, que criba la cara del fotografiado en primer plano y lo distingue del fondo.

Pero la gran novedad, la más traumática, no era esa. Ni siquiera por el hecho de que las cámaras sobresalgan de la tapa trasera del terminal -algo llamativo, dada la preocupación por los acabados y el diseño pulido-. La gran novedad ha sido la confirmación de la muerte del jack: ahora el audio ya irá sólo por el puerto lightning, lo que era un rumor a voces: el diseño y las necesidades técnicas han pesado más que lo práctico. Jaque mate.

En la presentación han dicho que lo hacían "para seguir adelante, por valentía". Pero luego daban la explicación real: "todos queremos mejores terminales, con mayor pantalla, batería y prestaciones. Y todos esos elementos compiten por el espacio". En resumidas cuentas, el conector sobraba.

Pero -y que Steve Jobs no vea esto- Apple incluirá en la caja un adaptador para no obligar a la gente a no poder utilizar sus clásicos auriculares. Una revolución, pero con transición mediante.

Unos auriculares de 159 dólares La gran novedad añadida no estuvo en el iPhone, sino en un periférico: Apple ha lanzado los Air Pods, un par de auriculares inalámbricos con tecnología háptica -sensible al tacto, vaya-, reconocimiento de voz y conectividad directa -funcionarán con sólo acercarse al terminal-. Lo malo, que sólo tienen cinco horas de autonomía. Lo bueno, que la caja hace las veces de cargador. El diseño, mejorable quizá, y el riesgo evidente: perder un añadido que no resulta nada barato, hasta 159 dólares.

Hasta seis veces durante la presentación se repitió la coletilla. "Es el mejor iPhone que hemos hecho". "Es la mejor cámara que nunca ha tenido el iPhone". "Es el móvil más eficiente que hemos hecho". Y así sucesivamente. Cómo no iba a serlo, cuando justamente de eso va la cosa.

Hubo un tiempo en el que, al final de cada presentación, Jobs enfervorizaba al público con aquel célebre "una cosa más", que servía de antesala para algún gran anuncio típico de cuando la marca revolucionaba el mercado. Ahora las "cosas más" son más peregrinas, como la llegada de Nintendo a la AppStore, el lanzamiento de una segunda versión del Apple Watch -resistente al nado- o la incorporación de 'Pokémon Go' al reloj inteligente de Apple (un target un poco desviado, quizá)

Con cada modelo nuevo del emblemático terminal de Apple se introducen novedades, algunas sustanciales -las menos- y algunas accesorias -las más-. Los modelos se suceden, la escenografía permanece: la misma grandilocuencia, los adjetivos, los aplausos... y los críticos de la marca señalando que esa gran novedad que acaban de lanzar ya la había presentado la competencia -todos los demás- años atrás. Y nada ha sido distinto, tampoco esta vez.

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