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POR 100 EUROS MÁS, OLVÍDATE DEL IPHONE 5C

iPhone 5 se escribe con ‘S’, no con 'C'

¿Merece la pena el nuevo iPhone 5C frente al iPhone 5S? Ni las características ni el precio parecen compensar su diseño "juvenil" y sus colores, pero le hemos dado una oportunidad, porque su principal rival está en casa.

iPhone 5S contra iPhone 5C

¿Cuál de los dos gana? Tecnoxplora

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Apple presentó sus nuevos iPhone hace casi dos meses y, aunque tardaron algo en llegar, desde hace unas semanas están disponibles en España. iPhone 5s representa la gama alta, pero no se puede decir que iPhone 5c sea un gama media, ni por características ni por precio. Lo que está claro es que se trata de dos teléfonos distintos, pero ¿hasta qué punto se nota esto en el día a día con uno u otro?

La mejor forma de comprobarlo era pasar unos días con cada uno de los dispositivos y ver si había algo que echase en falta y, si era así, si justificaba un pago de 100 euros adicionales, que es la diferencia que separa el modelo más económico de ambos terminales.

Esta prueba comenzó, cómo no, por estricto orden alfabético, así que tras elegir una funda y un teléfono en una combinación de colores bastante hortera, me puse a ello.

Desde un primer momento la experiencia es satisfactoria. Da igual cuál haya sido el último Smartphone utilizado: iPhone 5c parecerá rápido y fluido, porque lo es. Obviamente, quien esté acostumbrado a un terminal lento se sorprenderá aún más, pero quienes vengan de un bólido, ya se iOS o Android, no se sentirán decepcionados.

Por lo demás, no tiene mucho sentido analizar el hardware de iPhone 5c, pues por dentro es prácticamente un iPhone 5. Los cambios están por fuera, con el nuevo diseño, mucho más alegre, juvenil, moderno y demás adjetivos de catálogo de moda.

Personalmente, el aspecto del teléfono me gustó mucho más de lo que pensaba. Los colores no hacen que pierda la elegancia que caracterizaba a su predecesor (y que hereda 5s), pero evitan que se convierta en un terminal demasiado sobrio. Y cuando hablamos de un producto que utilizamos constantemente todos los días del año, es muy importante que sea atractivo visualmente.

Es decir, iPhone 5c es un teléfono magnífico capaz de convencer a prácticamente cualquier usuario (que iOS 7 lo consiga es otra cuestión). El problema es que con iPhone 5s ocurre exactamente lo mismo.

La estrategia de Apple parece simple: aumentar la oferta anual de teléfonos con un modelo nuevo por fecha, pero no por componentes. Esto no quiere decir que sea un terminal obsoleto, pues, salvo sorpresa, funcionará sin problemas durante cuatro o cinco años. Sin embargo, compite por hacerse un hueco en el mercado con equipos mucho más potentes. Y su principal rival está en casa.

Para la compañía esto no es ningún problema, claro, pero para los posibles compradores puede serlo. La compra de un iPhone 5c es difícilmente justificable más allá del diseño, pues la diferencia de precio, 100 euros, es demasiado pequeña como para ser relevante. Si buscas un teléfono barato, los dispositivos de la manzana son un mal sitio para empezar.

Así pues, ¿por qué comprar un equipo con componentes de hace un año cuando por 100 euros más podemos adquirir uno completamente nuevo, mejor y con más funciones? Y eso por no hablar del modelo de 32 GB de iPhone 5c, que cuesta exactamente lo mismo que el de 16 GB del nuevo buque insignia de Apple.

Y es que iPhone 5s, como suele ocurrir cada vez que la compañía lanza un nuevo producto, es su mejor teléfono hasta la fecha. A nivel de rendimiento apenas hay diferencias perceptibles respecto a los modelos más nuevos, pero con el tiempo las habrá y el nuevo procesador, la cámara y, en menor medida, Touch ID aportan novedades más que interesantes de las que carece 5c.

La cámara y el procesador trabajan juntos para que la captura de imágenes y vídeo sea de las mejores del mercado. Si la lente ya es buena de por sí, A7 hace que sea capaz de hacer fotografías con una calidad sorprendente en modo ráfaga para que luego el propio teléfono elija la mejor. Por otro lado, al grabar vídeo da la opción de usar un modo a cámara lenta que actualmente no puede igualar ningún dispositivo.

Por su parte, Touch ID, el sistema de reconocimiento de huella dactilar, es una de esas tecnologías absolutamente innecesarias que se vuelven básicas tras unas horas de uso. Sí, no pasa nada por desbloquear un smartphone con un código, pero hacerlo con el sensor es tan rápido, cómodo y fluido que al volver al método anterior nuestro teléfono parecerá por un momento un Nokia 3310. Apple ha conseguido crear algo que no sirve para nada, pero es imprescindible.

En resumen, iPhone 5c es un magnífico teléfono que no deberías comprar bajo ningún concepto (los motivos que impulsan a alguien a comprar el modelo de 32 GB son más difíciles de comprender que el estilismo de los 80). Si lo tienes, te encantará, pero te quedarás a 100 euros de algo más potente, completo y que envejecerá mejor. Y si 100 euros son un problema, tal vez la solución esté en Android.

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