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REVIEW DE LA NUEVA 'PHABLET' DE SAMSUNG

Samsung Galaxy Note 3: Cariño, he encogido la tableta

Los teléfonos de la gama Galaxy S son, sin duda, los más exitosos de Samsung. Sin embargo, sin abandonar la galaxia podemos encontrar la familia Galaxy Note, compuesta por dispositivos de gran tamaño, pero que han logrado convencer a varios millones de usuarios. El último de ellos es Galaxy Note 3, que fue presentado en la IFA de Berlín y del que ya se han vendido más de cinco millones de unidades.

Samsung Galaxy Note III

El último Galaxy Note ya tiene una pantalla de 5,7 pulgadas Samsung

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Como suele ocurrir con Samsung, es algo complicado clasificar los equipos que forman la gama Note, que actualmente está formada por NoteNote II (el más exitoso, con unos 30 millones de dispositivos vendidos), Note 3Note 8.0Note 10.1. A pesar de que los tres primeros tienen tamaños de pantalla distintos (5,3, 5,5 y 5,7 pulgadas), son una subdivisión dentro de la familia.

Esta explicación es necesaria para comprender qué es exactamente Galaxy Note 3. Tiene mucho de teléfono, sí, pero su apellido es el de una tableta y hereda muchas características de estos terminales, incluido un pequeño lápiz capacitivo (más tarde volveremos a hablar de él). El término que mejor lo describe es 'phablet', una palabra (horrible) mezcla de smartphone y tablet que poco a poco se ha convertido en una categoría con peso en el mercado.

Hace años queríamos teléfonos cada vez más pequeños y ahora no podemos vivir sin pantallas de al menos 4 pulgadas.

Parte de la culpa de esto la tienen sus dos predecesores, que consiguieron unas cifras de ventas que parecen inalcanzables para cualquier otra compañía (a excepción de Apple, claro) y que sorprenden aún más si tenemos en cuenta que cuando llegaron al mercado no se veía muy claro que hubiese una auténtica demanda de teléfonos con pantalla de más de 5 pulgadas.

Ahora está claro que sí, que el tamaño importa. Galaxy Note 3 se acerca más a las 6 pulgadas y esto se nota mucho en el bolsillo (literal y metafóricamente, pues su precio oficial son unos respetables 749 euros). Pero el panel que monta es muy bueno y la resolución de 1920 x 1080 da lugar a más de 300 píxeles por pulgada. Y es que no sólo basta con tenerla más grande, también hay que saber usarla. La pantalla.

Antes de probar el teléfono esto era lo que más preocupaba, pues era la diferencia entre tener un peso muerto en el bolsillo —y, desde luego, no en cualquiera— o un producto realmente útil. Afortunadamente, encontré lo segundo.

Samsung ha conseguido cumplir las dos condiciones básicas (tamaño y calidad), así que ver vídeos, navegar por internet, jugar o sencillamente mirar a la pantalla para que parezca que hacemos algo muy importante mientras esperamos en un bar es un placer.

Su tamaño también permite tener dos aplicaciones abiertas al mismo tiempo en un modo multitarea que hasta ahora parecía reservado para los sistemas operativos de sobremesa. Otra cosa es que resulte realmente práctico (si no lo hemos necesitado hasta ahora será por algo), pero en general es mejor que sobren funciones a que falten.

Por otro lado, las casi seis pulgadas de pantalla y el lápiz capacitivo, S-Pen, dan un valor añadido a Galaxy Note 3 que muy pocos de sus rivales pueden igualar. Este teléfono no es sólo una herramienta para el trabajo, es una herramienta de trabajo. Cualquier persona que necesite tomar notas podrá hacerlo con una precisión de reconocimiento de trazos asombrosa e incluso es posible dibujar con la aplicación destinada a ello.

Por dentro encontramos un procesador de cuatro núcleos a 2,3 GHz, 3GB de RAM y 32 GB de almacenamiento. La respuesta es excelente, fluida y sin ningún tipo de ralentización, independientemente de la tarea. La cámara de 13 megapíxeles no desentona y es capaz de grabar vídeo en 4K.

Pero lo que realmente brilla es la batería.

En el país de los ciegos, el tuerto es el rey y en el mundo de los teléfonos que a duras penas aguantan una jornada (que no un día) de uso, Galaxy Note 3 es el emperador máximo del Universo, la Fundación, el Imperio Galáctico, la Alianza y ambos lados del Muro. El teléfono es capaz de pasar dos días con una sola carga sin despeinarse, algo que a día de hoy es prácticamente el equivalente a que una persona pase el mismo tiempo sin beber ni comer. No sólo no tendrás que preocuparte de usar el Note con moderación, sino que podrás olvidarte de cargarlo cada noche.

Curiosamente, el principal problema del nuevo ‘phablet’ de Samsung es también su tamaño. Para bien o para mal, llamará la atención cuando salga de nuestro bolsillo (si es que llegó a entrar, porque no cabe en todos) y en ocasiones será difícil hasta tener privacidad con una pantalla que podrá leer sin problemas nuestro compañero de viaje en el metro.

Para solucionar esto, la compañía coreana lanzó Galaxy Gear, un reloj inteligente que asegura que es su "compañero perfecto". Por desgracia, no es que no sea perfecto, es que ni siquiera es compañero. Los smartwatches todavía tienen mucho camino por recorrer para ser realmente útiles y con Gear ocurre exactamente lo mismo. Es cierto que es posible realizar y responder a llamadas directamente desde la muñeca y que en un futuro llegarán más aplicaciones que lo harán más práctico, pero por ahora no es el caso. Como curiosidad, tiene una cámara de 1,9 megapíxeles en la correa. Poco más.

En definitiva, Galaxy Note 3 es uno de los mejores teléfonos que hay en el mercado, aunque dirigido a un público muy concreto. No decepcionará en absoluto a los usuarios que se alejen de este perfil, pero tampoco serán capaces de sacar todo su partido. Quienes sí lo hagan tendrán algo que realmente es un compañero perfecto.

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