Frédéric Martel: “Es necesario un impuesto sobre la compra de smartphones para subvencionar la cultura”

El sociólogo francés Frédéric Martel se le conoce por su defensa a ultranza de una cultura diversa en cada país, y de una Europa beligerante contra esa industria del entretenimiento que nos quieren imponer los lobbies de Estados Unidos.

Martel, autor del ensayo ‘Cultura Mainstream: Cómo nacen los fenómenos de masas’, del que anuncia que prepara segunda parte, también aboga por sostener desde lo público el cine, la música, el teatro o las bibliotecas. ¿Cómo?

“Es necesario un impuesto de dos a cuatro euros que grave cada compra de un smartphone para que ese dinero subvencione la cultura. Es un proyecto de ley que el Gobierno francés ha parado, pero que sería conveniente reactivar”, nos explica Martel.

“En cada teléfono móvil se almacena música, vídeos, e-books u otros contenidos digitales. Entonces, ¿por qué no aplicar este impuesto para que luego las instituciones sufraguen la cultura?”, nos insiste el sociólogo francés.

En concreto, se refiere a una propuesta legislativa que, de rescatarse, sería similar a los gravámenes que los ciudadanos pagan en algunos países “por tener en casa una televisión”, apostilla.

O, por ejemplo, más cercano a nosotros, en España, eso se llama canon digital, solo que el objeto de gravamen cambiaría. Ahora, serían los teléfonos móviles el nuevo centro del debate.

“No conozco ninguna cultura que sobreviva sin ayudas públicas. Y eso, curiosamente, lo aprendí en Estados Unidos, donde muchas instituciones, como las bibliotecas, están subvencionadas”, apostilló el sociólogo francés durante su participación en el V Congreso de Cultura Digital de Zaragoza.

Martel también recalcó que los países europeos deberían regular de manera independiente internet, dado que, a su juicio, se corre el peligro de que sea solo Estados Unidos quien marque las reglas.

En su opinión, la red no puede quedar polarizada hacia dos modelos diferentes: el que propone la administración estadounidense y el que se aplica desde los estados no democráticos o dictaduras.

“Hay que lograr un equilibrio entre ambas cosas. No debemos dejar que Estados Unidos regule todo el sistema de contenidos digitales y la red o que reine la censura o un ‘internet cerrado’ en países como China”, finalizó.