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COMPARAMOS A LOS LÍDERES DE LOS SMARTPHONES

Enfrentamos al Samsung Galaxy S6 Edge con el iPhone 6 y las curvas ganan la pelea

Cuando ya muchos daban a Samsung por muerta —enterrada en dinero, pero muerta—, va la compañía y se saca de la manga su mejor teléfono hasta la fecha, el Galaxy S6 Edge.

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No solo eso: posiblemente el nuevo móvil de Samsung sea el mejor dispositivo del mercado. Sí, mejor que el iPhone. Y también más caro, eso sí. Lo más sorprendente es que han conseguido llegar a la meta antes que nadie por una carretera llena de curvas. Pero ojo, que el iPhone 6 también corre que se las pela.

La pantalla del S6 Edge es de 5,2 pulgadas y tiene resolución Quad HD (2560 x 1440 píxeles). Además, es curvada a ambos lados. ¿Por qué? A primera vista, porque sí.

Pero hay más. Para empezar, Samsung ha incorporado una serie de funciones que se aprovechan de esta curvatura, como un acceso directo a los contactos favoritos o la posibilidad de ver información relevante con la pantalla bloqueada sin necesidad de activarla toda. Es decir, ahorramos batería al ver la hora. Y la autonomía es otro de los aspectos en los que el Edge está por delante del iPhone. No mucho, pero a Usain Bolt no le sacas dos cuerpos, sino una cabeza.

Por otro lado, y esto puede pasar desapercibido, está el hecho de que cualquier tipo de contenido se ve espectacularmente en el S6 Edge. Si las rayas adelgazan, las curvas embellecen. Da igual que sea una foto de tu perro o un vídeo de caídas en YouTube: rascar esos milímetros al borde hace que cambie la percepción.

También ayuda el hecho de que el teléfono de Samsung tenga la mejor cámara del mercado. Ni ultrapíxeles, ni sensores de Sony, ni siquiera la espectacular cámara lenta del iPhone puede con ella. Como ocurre con la de Apple, sobresale, aunque a cambio da unos resultados nítidos y prácticamente profesionales con cualquier luz y en décimas de segundo.

El diseño ha cambiado, mucho y para bien, respecto al modelo anterior. Samsung, por fin, decidió tirarse a la piscina y ha logrado una entrada perfecta tras doble mortal con tirabuzón. También es cierto que con el S5 se lanzó de bomba y no era difícil mejorar su último salto.

Las partes superior e inferior son muy parecidas a las de su gran rival, pero en el lateral las diferencias son evidentes. También en la trasera, en la que por fin desaparece el plástico en favor del cristal. Un cristal que será el sueño de un forense por su capacidad de retener las huellas, desgraciadamente. Está disponible en negro, dorado, azul y verde esmeralda.

La principal pega del Galaxy S6 Edge es su precio. El procesador de ocho núcleos, los 3 GB de RAM, los materiales nobles, la pantalla curva, la cámara y los dos sistemas de carga no convencional (ultrarrápida con el cargador tradicional y por contacto con uno especial que se vende por separado) tienen un precio que hace que sea aún más caro de partida que el iPhone 6 y que entre en el terreno del 6 Plus En este caso, las curvas cuestan más que una autopista de peaje.

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