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BOEING Y GEEKSPHONE LANZAN BLACK Y BLACK PHONE

Dos móviles para espías: uno que se autodestruye y otro que encripta todos tus movimientos

El remedio definitivo para amantes de la seguridad y la privacidad: un móvil que se autodestruye y otro con una versión especial de Android a prueba de espías. Conoce Black y Black Phone (originales en el nombre, ¿eh?)

Boeing Black y GeeksPhone BlackPhone

Boeing Black y GeeksPhone BlackPhone TecnoXplora

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Quizá no lo hayas pensado nunca, pero en tu bolsillo tienes un localizador. Gracias a la conexión vía satélite de tu teléfono es perfectamente posible saber dónde estás en cada momento. Y eso es, además de un ataque a nuestra privacidad, una poderosísima arma en manos malintencionadas. De hecho hace casi dos décadas, cuando nadie hablaba de drones ni misiles dirigidos, un presunto terrorista fue asesinado con un proyectil enviado justo a la señal de su teléfono móvil.

Da miedito, ¿no?

Suena un poco a película de espías, pero no hay que irse tan lejos para ver cosas más tangibles. Recientemente, y gracias a las filtraciones de Edward Snowden, se ha sabido que la NSA estadounidense ha estado espiando telecomunicaciones de todo el mundo. Antes de esto ya se hablaba de la red Echelon, o de los protocolos de seguridad policiales en la Unión Europea. Las instituciones gubernamentales nos pueden vigilar, a veces incluso de forma alegal, como el caso de la NSA.

Por eso ahora hay tanto interés en la privacidad. La cantidad de información de un usuario que se comparte voluntaria o involuntariamente se ha convertido en los últimos años en objeto de negocio con intereses comerciales. Ahí están las propuestas de SnapChat y sus mensajes que se borran al tiempo, o Telegram prometiendo mayor privacidad que WhatsApp. Pero hasta ahora todas las respuestas a la necesidad de los usuarios de proteger su intimidad se quedaban en el software, es decir, en los programas.

Hasta ahora. Dos móviles han coincidido en tiempo y nombre con dos propuestas bien diferentes para garantizar la privacidad de los usuarios.

La primera propuesta es Black Phone, un terminal español desarrollado por Geeks Phone junto a Silent Circle (el nombre ya da idea de sus actividades) que utiliza una versión especial de Android que encripta todas nuestras actividades registradas para mantener en secreto lo que hacemos. Este sistema operativo especial ha sido bautizado como PrivatOS, todo un detalle

Se trata de un móvil con pantalla HD de 4,7 pulgadas, cámara de 8 megapíxeles, un potente procesador de cuádruple núcleo y 16 Gbs de memoria, es decir, a la altura de un gama media-alta bastante funcional. Eso sí, con apps 'Silent' a juego con el SO. Su precio de venta, algo menos de 500 euros.

Desde el otro lado del charco llega una propuesta complementaria, fabricada por Boeing y bautizada como 'Black'. Es un terminal que no está dirigido al gran público, sino a funcionarios del Estado que trabajen en seguridad y, a una versión de Android encriptada para maximizar la seguridad en su uso, se añade una prestación adicional: si alguien intenta manipular el teléfono queda inservible.

Olvídate, por tanto, de borrar tus datos, o de que puedan meter algún micrófono a tu terminal: si alguien intenta abrirlo o manipularlo con software el teléfono eliminará todos los datos y, de paso, se inutilizará a sí mismo.

En este caso es un terminal más pequeño, con una pantalla de 4,3 pulgadas y baja resolución en comparación, incorporando una placa solar trasera para cargar, conexión con satélites privados, doble SIM y escáner biométrico. Ríete tú del TouchID de Apple. Estos son los planos enviados a la FCC estadounidense antes de su presentación:

La privacidad de los poderosos

Todo ese miedo o incomodidad social que sentimos ahora ya lo llevan gestionando desde hace años en otras partes. Esa es una de las razones por las cuales el servicio secreto intentó a toda costa que Barack Obama dejara de usar teléfono móvil, pero no lo consiguió. En 2009 el presidente de EEUU consiguió que le dejaran tener un smartphone con una serie de condiciones. La primera, que fuera BlackBerry. La segunda, que estuviera totalmente encriptado. La tercera, que apenas diez personas tuvieran posibilidad de enviarle correos a su dirección personal, la que tiene vinculada al dispositivo.

¿Por qué una BlackBerry? Porque por aquel entonces era la firma con mayor preocupación por la seguridad. Si bien es cierto que sigue siendo una baliza GPS en el bolsillo, al menos los protocolos de seguridad y encriptación que usan para las comunicaciones, así como las técnicas de borrado de datos hicieron que los guardaespaldas presidenciales transigieran. A regañadientes..

Por eso Obama, aunque sí tiene iPad, lleva una BlackBerry 8830 World Edition, un poco tuneado, eso sí.

Desde entonces hasta ahora Android y Apple han mejorado muchísimo en materia de seguridad, incluyendo opciones de borrado remoto en caso de perder el terminal. Ahora bien, eso que a los usuarios normales nos gusta tanto de que saquen nuevas versiones y actualizaciones es, para el servicio secreto, un motivo de terror: cualquier pequeño fallo de seguridad en una plataforma en pruebas puede ser letal si afecta al móvil de Obama.

Así las cosas el presidente más tecnológico de la historia (aunque ya hemos contado que de tuitero le queda más bien poco) lleva en su bolsillo un terminal de una marca que está prácticamente abandonada. Pero quizá en breve podría actualizarse y dejar de lado su 'ObamaBerry'. Ahora, al menos, alternativas no le faltan.

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