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ALGUNAS IDEAS CON LO MEJOR DE CADA CASA

¿Cómo sería el móvil perfecto?

Tanto Apple como Google ofrecen grandes ideas, brillantes desarrollos y planteamientos de futuro que, aunque a veces son muy distantes, marcan el futuro de ambas compañías a la vez, y también de sus competidoras. Puestos a pedir, estaría bien tener móviles con lo mejor de cada casa.

Piezas de móvil

Piezas de móvil TecnoXplora

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Vamos a jugar a hacer un Frankenstein de smartphone. Como ahora lo que se lleva es hablar de los móviles modulares, es decir, a piezas, que se supone que empezaremos a ver en breve, nada mejor que plantear cómo podría ser un móvil perfecto según nuestras necesidades. Pero no es sólo hacer un 'lego' con especificaciones, sino algo más conceptual: qué debería tener, lo mejor de cada mundo.

La primera gran ventaja que tienen los iPhone, y de esto se ha hablado mucho, es que son muy estables. No dejan a cualquiera entrar en su AppStore, y tú no puedes tocar fácilmente las 'tripas' del sistema, así que se minimiza el riesgo de que las cosas se estropean. Eso sí, un Android siempre es personalizable y más 'tuyo' que un iPhone que te impone tantas cosas ¿No podría lograrse un punto medio entre el exceso de seguridad y el dotar a la plataforma de la estabilidad necesaria, el diseño interno coherente y la calidad que tiene el ecosistema de Apple? Y, ya puestos, que se pueda reiniciar el terminal apretando un botón, en caso necesario. Y sin tener que rootear, como en Android.

Parte de esa estabilidad, dicen, la consigue el iPhone de no permitir que haya tantos programas funcionando a la vez. No es una cuestión de multifuncionalidad, sino de no haber permitido hasta la fecha que existan widgets como los que tiene Android. Es cierto que no toda aplicación necesita un widgets, y hay algunos que son un auténtico estorbo, pero las posibilidades de ejecutar programas directamente desde el escritorio es un filón que Apple apenas ha empezado a explorar con su iOS 7. Así que widgets sí, por favor.

Personalización, compatibilidad y actualización

Esa libertad que da un Android también tiene reflejo en la enorme cantidad de modelos que usan el sistema operativo. iOS es propiedad de una única marca, mientras Android es un software que Google pone a disposición de quien lo quiera, abierto y público. Y claro, eso tiene su parte mala: es fácil diseñar aplicaciones y gadgets para terminales con iOS porque hay apenas un puñado de diseños y especificaciones, algo que no sucede con Android. Así que el móvil perfecto tendría que ser un poco más reconocible que todo eso, algo hecho por Google, como los Nexus: puros, con diseños coherentes entre ellos y unas especificaciones más o menos unitarias.

Esa palabra clave tan temida, la fragmentación, marca gran parte del concepto. Es un mal endémico de Google, que con su Android Kit Kat y su baja exigencia de recursos para funcionar podía haber solventado de un plumazo, pero que prefirió perpetuar restringiendo mucho el número de terminales que iban a recibir la actualización. Y, en un giro inesperado de los acontecimientos, ahora es Apple el que se apunta entusiasmado a la fragmentación haciendo que iOS7 sea, por primera vez, un SO sólo para algunos de sus terminales más recientes.

Así que, siendo que los dos están pringados en esto, el móvil perfecto debería ser mejorable, actualizable, sin el problema de la fragmentación. Es decir, que sus especificaciones tengan la potencia suficiente para tolerar mejoras y que se construya su software pensando en la compatibilidad con mejoras futuras. Tú personaliza lo que quieras, pero la base será la misma, por lo que siempre podrás actualizar el teléfono.

Hay otras cosas que habría que retomar. Por ejemplo, integrar mejor aplicaciones (¿cómo puede ser que Apple no permita compartir una foto directamente con Instagram?), talentos que combinar (las utilidades de cámara de slow motion o paneo son mejores en Apple, pero las fotos en 3D de Google son un puntazo) y utilidades que resucitar: la radio FM debería volver a ser un must en un móvil perfecto.

Utilidades físicas

Si hay una demanda generalizada y constante entre los usuarios de móvil es que la batería sea acorde a las prestaciones del teléfono. No tiene sentido que hayamos podido desarrollar terminales de bolsillo con potencias astronómicas a costes alcanzables por la mayoría de la población, y que la batería apenas resista tres cuartos de día de uso intensivo. Las opciones pasan por perder funcionalidad, ganar peso o ganar tamaño. Los fabricantes han sacado fundas-batería externa para alargar la vida útil del terminal que, a coste de lograrlo, le hacen perder el diseño y las características propias.

Otra de las cosas que los teléfonos móviles no han sabido terminar de hacer es resolver los teclados táctiles. Los días de escribir mensajes sin mirar el móvil, como en los tiempos del teclado numérico, nunca volverán. Pero los usuarios que escriben rápido, o tienen dedos grandes y pesados, pierden demasiado tiempo para escribir algo sencillo. Android ha desarrollado mejores alternativas, con teclados que funcionan arrastrando el dedo, pero que tienen altísimos índices de error. Y ese campo, imprescindible, debería mejorarse también.

Hay dos campos, sin embargo, en el que los móviles han mejorado mucho: la calidad de la pantalla y su resistencia, por ejemplo, a ralladuras -no tanto a la grasa de los dedos, ni a los líquidos-. Cuánto tiene que medir una pantalla ideal ya es cuestión de gustos y usos, pero la horquilla entre las 4 y las 5 pulgadas parece una buena medida. La clave de la usabilidad está en poder manejar el teléfono con una mano y que tu dedo gordo llegue a la esquina superior contraria de la pantalla. Si se logra eso y se dota de una buena pantalla, con alta definición, entonces objetivo conseguido. ¿Que para eso hay que curvarla? Cómo resolver el problema es otro capítulo, nosotros sólo damos ideas.

Algunos desarrollos interesantes deberían estar presentes. Por ejemplo, la pestaña de los iPhone -y otros antes que ellos- para silenciar o poner en vibración el móvil es una buena idea. Y lo que otras compañías desarrollan poniendo una superficie táctil trasera para hacer scroll sin tocar la pantalla o activar la cámara fácilmente y hacer selfies sin problemas parecen propuestas ingeniosas para resolver problemas cotidianos y mejorar la experiencia de usuario.

Conectividad

Ahora se lleva mucho el número cuatro: el bluetooth, que sigue siendo el estándar para conectar dispositivos y utilidades externas de forma inalámbrica, tiene que ser 4.0 porque apenas gasta batería (intenta usar el teléfono con el manos libres del coche y notarás la diferencia). Y también, claro el cuatro de 4G, que aunque todavía no está implantado del todo promete enormes velocidades, que deberán ir acompañadas por tarifas interesantes de las operadoras. Pero eso ya es otra historia.

La conectividad no sólo se lleva dentro, sino sobre todo hacia fuera. Y, por más que Apple se empeñe en fragmentar cambiando el conector de sus terminales desde hace dos años a esta parte, el estándar es cada vez más el MicroUSB tanto para transmisión de energía como de información. Y algo en lo que Android también le supera es en la posibilidad de funcionar con SIMs sin cortar o modificar y la posibilidad de introducir memoria física adicional con puertos MicroSD.

Puestos a seguir sacándoles los colores a los de Apple, una petición más: vale que ellos estén empeñados en su iBeacon, y que desprecien el intento del resto del mundo por impulsar el NFC como forma de intercambio de información, pero sería genial que un móvil ideal estuviera más cerca de lo que todos empiezan a usar y menos en intentar cambiar a todos los demás. Así que, NFC sí y, ya puestos, como la idea del Passbook de Apple es el complemento perfecto para esto, hacerla más grande: que en un país como España haya apenas una decena de apps compatibles, además de las webs de tickets y entradas, es muy escaso.

Ahora bien, Apple también tiene mucho que imponer en términos de conectividad en un hipotético móvil perfecto. La sencillez y velocidad con la que funciona la conectividad de sus dispositivos vía AirPrint, o con Apple TV, es inigualable. Puestos a pedir sólo faltaría que AirDrop -que no es más que campos de conexión rápida usando Bluetooth y Wi FI- se estandarizara y se hiciera común a todas las plataformas y dispositivos... empezando por los Mac, con los que sorprendentemente iOS no es compatible, pero yendo más allá, a PCs y otros.

El sistema operativo

Nuestros teléfonos tienen cada vez más capacidad de almacenamiento, aunque nosotros tendemos a almacenarlo todo en la nube. De hecho, todos los grandes fabricantes cuentan con sus propios servicios -iCloud, Drive o SkyDrive-, además de los 'externos' -Dropbox, Box, YouSendIt...-. Lo que sería genial es tener, de forma gratuita y asociada al teléfono, tanto espacio de almacenamiento virtual como físico tiene el teléfono. Parece lógico, ¿no? Porque resulta complicado tener un iPhone de 32gbs y apenas 5gbs de espacio disponible gratuito en iCloud.

Claro, dirás, que en verdad lo que acostumbras a guardar por si acaso no son todos los datos, sino sólo algunos: contactos, configuración, documentos y las apps que has descargado o comprado. Si acaso imágenes y vídeos los pasas a algún servicio auxiliar. Ya, pero ¿y tenerlo todo junto y vinculado a tu teléfono?

De hecho, si algo ha supuesto una enorme comodidad en los últimos años gracias a estos servicios de almacenamiento en la nube ha sido lo de poder cambiar de terminal y no tener que pasar y arreglar la agenda de contactos cada vez. Ya hablamos de que la agenda es una de las mayores y más importantes bases de datos que manejamos, y deberían tener un mejor trato en el sistema operativo de un móvil perfecto.

Porque, ¿acaso tú tienes sólo una agenda? No, tienes un montón: tus teléfonos, los contactos de Facebook, los mails que usas, los contactos de LinkedIn, los que sigues en Twitter. Muchas veces tienes que recurrir a servicios externos para 'limpiar' esa base de datos de duplicados, conseguir enlazar los contactos de forma pertinente y, en caso necesario, hacer filtros (por ejemplo, no mostrar aquellos de los que no tengas número de teléfono). Una agenda de contactos funcional es algo más que poder actualizar la foto automáticamente cuando alguien cambie en Facebook: es integrar, unir, limpiar, clasificar y gestionar... todo de forma automática y sin errores.

¿Y qué me decís de los dialers? Normalmente son horribles. Hay, incluso, caso de smartphones avanzadísimos que ya no permiten la búsqueda a través de tecleado mixto, es decir, que busque automáticamente contactos en la agenda según tú vas tecleando números o letras.

Pero claro, meterse en la mejora de todas estas cosas por desgracia suele implicar instalar aplicaciones externas -cuando lo ideal sería que se solucionara de forma eficiente en el propio SO-. En cualquier caso, si necesitas instalar algo mejor que lo que viene preinstalado, ¿qué haces con las apps estándar? Normalmente las entierras, no sacándolas al escritorio en Android o anidándolas en una carpeta-cementerio en Apple. ¿Y por qué no permitir borrar las aplicaciones preinstaladas que no vayamos a usar, evitando incómodas duplicidades y liberando espacio de almacenamiento?

Esto va en línea con otra idea más: poder editar las aplicaciones por defecto que se usan para según qué funciones. Esto, que Android lo gestiona bastante bien, falla en iOS: si prefiero instalar Chrome (de hecho, querría eliminar Safari) ¿por qué tengo que ir a morir a Safari al darle a algún enlace en una app?

Siguiendo con cosas que Android hace mejor, lo de poder cambiar diseños y funcionalidades con ROMs diferentes, que en un móvil perfecto debería ser algo relativamente sencillo y manejable. O, sin tener que ser tan ambiciosos, al menos poder cambiar iconos, tipografías, colores, tamaños y funciones de forma sencilla. Incluso cambiar la pantalla de inicio y bloqueo de forma sencilla, y no tener que conformarse con lo que el OS te imponga (¿qué pasa si usas un calendario diferente al preinstalado?) Ideas como la que manejaba Aviate antes de ser comprada por Yahoo, o algunas apps intrusas, serían muy interesantes puestas al servicio de todos.

¿Se te ocurre algo más que tendría que tener en cuenta un móvil perfecto?

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