HACKEAR CON UN BUEN FIN
Qué es el hacking ético y cómo comenzar a practicarlo
Una práctica que nos ayuda a comprender como piensan los hackers y con la que podemos neutralizar sus acciones.

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La mayoría de nosotros, al escuchar la palabra Hacking, enseguida lo relacionamos con algo delictivo y con connotaciones negativas. Pero no siempre este tipo de prácticas tienen como objetivo realizar hechos delictivos. Existen otras disciplinas como el Hacking ético. A continuación te contamos todo lo que debes saber acerca de ello.
Qué es y cómo se practica el Hacking ético
Como en muchas disciplinas de la vida, el aprendizaje y la mejora son fruto de la prueba y el error, y lo mismo sucede en materias como la ciberseguridad. Cuando escuchamos la palabra hacking, lo primero que nos viene a la mente son los ciberdelincuentes. Pero existe otro tipo de hacker que está usando las mismas herramientas que los anteriores con el fin de buscar y corregir grietas de seguridad y vulnerabilidades.

Los Pentesters o hackers éticos, con el permiso explícito de organizaciones e individuos, aplican técnicas propias de los ciberdelincuentes para provocar ataques controlados en busca de fallos en aplicaciones, redes y sistemas. De manera que a partir de estos se elaboran una serie de informes y nos dan sus recomendaciones. A través de estos el usuario medio obtiene una serie de beneficios.
Para entender cómo funcionan los ataques cibernéticos y aprender las técnicas de hacking ético es necesario protegernos de ellos. De manera que podemos usar dispositivos como el M5 Carputer. Se trata de un microordenador, con el que podemos aplicar los principios del hacking ético. Usándolo para programar ataques y experimentar con herramientas básicas, como el escaneo de redes, con el que podremos ver cómo se exponen nuestros dispositivos. En un ejercicio de autodescubrimiento de vulnerabilidades.
A través de nuestra propia experiencia tomamos una mayor conciencia sobre la seguridad, al mismo tiempo que descubrimos los riesgos personales. Esto a su vez, nos ayuda a mejorar la seguridad doméstica. Escaneando y detectando dispositivos desconocidos en nuestras redes Wifi, comprobar la robustez de la contraseña. Monitoreando la actividad en la red, con alertas sobre la actividad, como intentos no identificados de acceso.
Además, el usuario desarrolla una serie de habilidades técnicas, como son la programación y el scripting, a través de la experimentación Python o Micro Python, lo que permite automatizar tareas, mejorando las habilidades de programación. También de una mayor comprensión de protocolos como TCP/IP, DNS y HTTP, y la resolución de los posibles problemas y vulnerabilidades que podamos encontrar.
Sobre todo, a través de este conocimiento obtenemos una mayor conciencia sobre la privacidad. Al ser más consciente de cómo los datos son interceptados, esto permite al usuario tener más en cuenta la importancia de la privacidad. Aprendiendo la importancia del uso del cifrado y las VPNs, para proteger nuestra información, así como ser mucho más precavidos a la hora de compartirla en línea.
En definitiva, el uso de este tipo de dispositivos y la experimentación con el Hacking ético, da al usuario media el conocimiento y las herramientas con la que mejorar su seguridad digital. Ya que de forma proactiva participa en la protección de su entorno digital. Bajo la premisa del principio ético de no actuar sin consentimiento.
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