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UNA WEB RECOPILA SONIDOS FUNDAMENTALES DE LA HISTORIA TECH

El museo de los sonidos: un viaje al pasado tecnológico

¿Sueñan los modernos con sonidos electrónicos del pasado? ¿A qué suena nuestra infancia y adolescencia tecnológica? ¿Recuerdas cómo sonaba la felicidad de nuestro tamagotchi?

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Había un momento crítico en los hogares de finales del siglo XX. Sí, sabéis a qué me refiero: un grito aterrador inundaba la casa, tu sangre se helaba. Lo habías habías vuelto a hacer: habías levantado el teléfono para llamar a un compañero de clase y al otro lado de la línea te respondían unos pitidos del infierno en lenguaje casi marciano: acababas de cortarle internet a alguien.

Para los que no lo hayan vivido y para los románticos de todo lo 'retro futurista que ya es pasado', savethesounds.info ha recopilado, en una suerte de museo de los sonidos, aquellos ruiditos que en algún momento nos fueron absolutamente habituales y que ahora han caído en el olvido.

Algunos de los 'habitantes' de este 'Museum of Endangered Sounds' rozan el pleistoceno tecnológico, como la 'música' de una máquina de escribir, la de una caja registradora de las antiguas, el ruido de un vinilo al ser colocado bajo la aguja del tocadiscos o el de una cámara Olympus Trim 35. Sí, ya sé lo que dirán algunos hipsters, estos objetos están a la orden del día para ellos, pero no todos pueden ser tan 'vintage'.

Otros forman parte del imaginario de las generación de los '80: ese primer móvil, el Nokia 3310 y su inconfundible tono de llamada, la melodía del Pac-man, el Tetris al que jugábamos en la Gameboy (la gris enorme, no las de después) y, cómo no, el ruido que hacíamos al meter el cartucho de juego de la Nintendo... y al tener que sacarlo de nuevo, soplarlo con todas nuestras fuerzas y volver a introducirlo para que funcionara ¡Ah! Y por supuesto, el 'Space Invader'.

Y cómo no, la era informática. Esas alertas de Messenger cuando te estaban escribiendo. El encendido del PC con Windows 95, sonido que para el creador del proyecto, Brendan Chilcutt, es fundamental: “Imagina un mundo en el que no pudieras volver a escuchar ese sonido de arranque”, afirma. En caso de ser un moderno, también está el del Macintosh, incluidos los avisos de error que tenía, y el ruido de la disquetera al tragarse un disquete o al copiar datos en él.

Además hay 'revivals' más analógicos, como la 'sinfonía' de una cinta de vídeo entrando en el reproductor o el de un casette de esos que te grababas de la radio rebobinándose. También el girar del disco de marcar de un teléfono antiguo (muchos ya ni sabrán cómo funciona) o la 'nieve' de las televisiones catódicas.

Con un plan a diez años, iniciado en 2012, Chilcutt trata de almacenar y exponer nostalgia en forma de sonido como si de un cuadro o una escultura se tratase. Nostalgia que, aunque en su momento quizás fue ruido, ahora son recuerdos.

 

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