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LinkedIn y su cruzada por el pleno empleo global

LinkedIn tiene un sueño. Suena utópico, pero el CEO de la red social quiere hacer que la red social para profesionales crezca hasta alcanzar su objetivo: el pleno empleo global. Para ello, el primer paso es que esté, simplemente, todo el mundo ¿Cómo se traduce esto en números? En más de 3.000 millones de usuarios.

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Linkedin Agencias

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A día de hoy, aún son muchos los que se preguntan para qué sirve LinkedIn. Sin embargo, tiene la asombrosa capacidad de haberse convertido en una de esas pocas plataformas en las que uno está porque tiene que estar ¿Para qué? No se sabe muy bien, pero da igual.

Más de 300 millones de usuarios (usuario activo arriba, usuario activo abajo) están presentes en la red social para profesionales, pero para que LinkedIn haga realidad su plan son necesarios un total de 3.000 millones de personas y 70 millones de empresas presentes en la red social ¿Tanta gente para qué? Para conseguir lo que, a día de hoy, suena a utopía: el pleno empleo global.

A día de hoy, algunos usuarios utilizarán LinkedIn como portal de empleo, pero no lo es. Al menos, no todavía. LinkedIn es, en principio, algo más que eso. Puede ser utilizado para buscar colaboradores en nuevos proyectos y para dar un impulso a nuestra carrera profesional. En definitiva, puede servir para encontrar empleo (algunos incluso lo han conseguido), pero no es un portal de empleo aunque parezca ir hacia eso. De hecho, la red social lanzó hace tan solo unos meses una app' enfocada específicamente a la búsqueda de puestos de trabajo.

En realidad, poco importa qué es LinkedIn, ya que lo auténticamente relevante es qué quiere ser. Y LinkedIn no quiere ser un portal de empleo, ni mucho menos. LinkedIn quiere ser el portal de empleo definitivo. El único, el global y, sobre todo, el que acabe con el paro a gran escala.

"Estamos preguntándonos qué haría falta para crear oportunidades económicas para los 3.000 millones de personas que representan la fuerza de trabajo global", explicaba hace tan solo unas semanas el CEO de la red social, Jeff Weiner.

¿Cuál es el plan?

El propio Weiner sabe qué tiene que pasar para cumplir los sueños de LinkedIn y, a su vez, es consciente del principal problema.

A día de hoy, la red social de los negocios está llena de los llamados trabajadores “de cuello blanco”. Seguro que alguno de ellos es un contacto tuyo. Son profesionales de chaqueta y corbata que en LinkedIn parecen limitarse a agregar a todo lo que se mueve. Tienen más de 500 contactos y su objetivo parece ser el mismo que el de cualquier jugador de Pokémon: hacerse con todos.

La predominancia de este tipo de usuarios es el principal escollo que debe superar LinkedIn para llevar a cabo los planes de Weiner, que pasan por la globalización.

El CEO de la compañía quiere meter a todo el mundo en su plataforma, sin excepción. Él mismo calcula que eso implica que 70 millones de empresas tengan un perfil en la red social y que los 3.000 millones de personas que representan la fuerza de trabajo del mundo hagan también su aparición en LinkedIn.

Una vez reunidos los principales actores del mundo laboral, solo hará falta que el empleo fluya. En el mundo ideal de Weiner, ese en el que hasta el utillero de un equipo de fútbol está en LinkedIn, todas y cada una de las ofertas de empleo del planeta se publicarían en la red social. Además, LinkedIn se convertiría en un amplio catálogo de las habilidades requeridas para cada puesto de empleo y, a su vez, se vincularía con las universidades que enseñan dichas habilidades.

Llegados a ese punto, y siempre desde la utópica visión del mandamás de LinkedIn, nada puede fallar. La oferta y la demanda de empleo fluiría de tal forma que ninguna empresa se quedaría con vacantes y ningún trabajador del mundo estaría desempleado: ya estarían presentes en la red social todos los trabajadores con sus habilidades y todas las empresas con las habilidades que buscan ¿Qué podría interponerse en el camino hacia el pleno empleo?

Por ahora, habrá que conformarse con seguir aceptando las solicitudes de nuevos contactos y tener el perfil más o menos actualizado y limpio. Quizá de ahí podamos sacar provecho profesional algún día, sobre todo si los sueños de Weiner y sus planes para LinkedIn se hacen realidad.

 

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