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¿QUÉ FIRMAS Y NO LEES AL METERTE EN GOOGLE?

Google actualiza sus condiciones: te explicamos el contrato que estás a punto de firmar

Como sabes, al registrarte en una red social, o cualquier otro servicio de internet, aceptas un montón de cláusulas recogidas en unos textos largos y aburridos escritos por (y para) abogados. Si no los entiendes o te da pereza leerlos, no te preocupes, que para eso estamos nosotros. Tú 'googlea' tranquilo que aquí está todo lo que necesitas saber.

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Se armó la marimorena. Cada vez que el todopoderoso buscador (que hace mucho dejó de ser sólo un buscador) modifica sus documentos legales, miles de usuarios se echan las manos a la cabeza y temen por su privacidad, como si un ligero retoque fuera a cambiar lo que ya es una realidad: Google lo sabe (casi) todo sobre tu vida.

El 11 de noviembre entrará en vigor una actualización de las condiciones de servicio de Google que ya está anunciada y detallada, para que tengamos tiempo de hacernos a la idea. Pero, seamos sinceros, como afirma la propia multinacional, “muchos de vosotros sois alérgicos a los textos legales” y no vais a dedicar una hora u hora y media de vuestra ajetreada vida a leer con atención una serie de mamotretos que probablemente no entenderéis del todo en cualquier caso.

Tranquilos, que ya lo hacemos nosotros. No es que en TecnoXplora seamos abogados, pero sí que contamos con la ayuda del jurista TIC Jorge Morell (@Jorge_Morell), autor de la web Términos y Condiciones, que nos guía en nuestro repaso semanal a esos contratos que firmas (y no lees) cuando te das de alta en las redes sociales. En anteriores entregas hemos hablado de Facebook y Twitter. Hoy vamos a tratar de entender lo que implica ser usuario de Google+ (y, en general, de la gran mayoría de los servicios de la 'gran G'). Como siempre, trataremos de dar respuesta a diez sencillas preguntas.

¿Para qué podrán usar tus contenidos?

Tú eres el único titular de los derechos de propiedad intelectual del contenido que compartes en Google+, pero concedes a la compañía (“y a sus colaboradores”) una licencia mundial para usar, alojar, almacenar, reproducir, modificar, crear obras derivadas, comunicar, publicar, ejecutar o mostrar públicamente y distribuir dicho contenido.

Esta licencia es básicamente perpetua, puesto que seguirá vigente incluso cuando dejes de utilizar los servicios de Google, aunque en algunos casos es posible eliminar ciertos contenidos o limitar el uso que la firma puede hacer de ellos mediante las opciones de configuración (por ejemplo, para evitar que lo asocien con publicidad o permitir que se lo muestren a determinados usuarios y no a otros).

¿Qué datos personales cedes?

Fundamentalmente dos tipos de datos: los que cedes voluntariamente y los que la red social u otros servicios recogen de forma automática.

Los primeros son los que introduces cuando abres una cuenta de Google: nombre, fotografía, dirección de correo electrónico, número de teléfono o datos de la tarjeta de crédito, entre otros.

Los segundos son los que la firma obtiene cuando utilizas sus servicios, incluso si visitas una web que en principio no está relacionada, pero contiene publicidad de Google (AdWords). En esta categoría se engloban los datos sobre tu dispositivo (modelo de equipo, versión del sistema operativo, identificadores únicos, datos sobre la red móvil o número de teléfono, entre otros), los denominados datos de registro (tus búsquedas, tu dirección IP, el navegador que utilizas, las páginas que visitas, los números a los que llamas, las horas a las que realizas esas llamadas o cuánto duran), datos sobre tu ubicación física (tanto si usas GPS como si no, porque también establecen tu posición valiéndose de los sensores de tu dispositivo, la red WiFi a la que estás conectado o las antenas de telefonía móvil más cercanas) y por supuesto todos los datos que recaban las famosas 'cookies'.

Hay que aclarar que todo esto –que es muchísimo- no lo obtienen exclusivamente por medio de Google+, que es el objeto de este artículo, sino que cada servicio de la multinacional recoge unos datos distintos y posteriormente pueden llegar a combinarse, dando lugar a lo que probablemente es el perfil más completo sobre tu persona y tu actividad en la Red que guarda en su base de datos, a día de hoy, una empresa tecnológica.

¿Qué pueden hacer con esos datos?

El uso más conocido es la personalización de los resultados de búsqueda y de la publicidad. Como Google te conoce muy bien, puede aprovechar todo lo que sabe sobre ti para mostrarte solo la información (y los anuncios) que realmente puedan resultarte interesantes. Precisamente en esta dirección se mueve la modificación más polémica que introducirán en sus condiciones en noviembre: las “recomendaciones personalizadas”. A partir de entonces, la compañía podrá utilizar tus valoraciones (por ejemplo, los +1 que haces en Google+ o el número de estrellas que otorgas a un producto en Google Play) para tentar a tus amigos. También podrán hacerlo con la publicidad, pero en este caso tendrás la opción de impedirlo.

¿Más cositas? Pues sí. También pueden utilizar tus datos, como es lógico, para ofrecer sus servicios, mejorarlos, protegerlos y desarrollar otros nuevos. Eso sí, no los compartirán con terceros ajenos a Google sin tu consentimiento, excepto si se trata de filiales o contratistas, si existen motivos legales, si están investigando una posible infracción o si lo requiere alguna autoridad gubernamental.

Sólo pondrán a disposición del público general datos que hayan sido previamente “consolidados”, es decir, información no personal que evita identificar a un usuario de forma individual. Esto se refiere a las típicas estadísticas de uso que de vez en cuando salen en las noticias.

¿Puedes darte de baja? ¿Cómo?

Teóricamente sí, pero es una cuestión a la que dedican una sola frase en sus condiciones: “Puedes dejar de usar los Servicios en cualquier momento, aunque lamentaríamos que así fuera”. En el caso concreto de Google+, si quieres eliminar tu perfil tienes que acceder a la ventana de “Administración de la cuenta” y hacer clic en “Eliminar el perfil y las funciones de Google+ asociadas”, para posteriormente seleccionar “Eliminar el perfil completo de Google”, tal como detallan en su página de ayuda.

¿Cuánto tiempo retendrán tus datos si decides marcharte?

Como decíamos, no hay nada explícito a este respecto en el principal documento legal de Google. Al tratarse de un texto muy genérico, el mismo para más de 70 servicios de la compañía, la concreción es escasa y los plazos no se especifican. No lo decimos nosotros, lo dicen las autoridades en materia de protección de datos de países como España, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Holanda o Francia, donde Google podría hacer frente a una cuantiosa multa precisamente por la falta de precisión de sus políticas.

¿Cuál es la edad mínima para darse de alta?

A diferencia de lo que sucede con otras empresas de internet, Google establece distintas limitaciones de edad en base a la procedencia del usuario: 14 años o más en España y Corea del Sur, 16 años o más en los Países Bajos y 13 años o más en Estados Unidos y el resto de países.

Además, la empresa es muy estricta con las infracciones. Si te registras en Google+ con una fecha de nacimiento por debajo de la barrera legal pueden inhabilitar por completo tu cuenta de Google (no solo la red social, sino también el resto de servicios). Así que ten cuidado si te da por crear un perfil falso, no vaya a ser que tengas que rehabilitar la cuenta.

¿Cómo de extensas son las políticas? ¿Están en español?

Entre las Condiciones de Servicio y la Política de Privacidad suman 4.594 palabras, siete veces más que el número de ocasiones que The Beatles repiten la palabra “amor” en toda su discografía (613). Y mira que eran románticos los de Liverpool...

Eso sin contar las 4.001 palabras de las políticas adicionales de Google+, que también tendrías que leer si quieres estar al corriente de todo lo que aceptas al darte de alta en esta red social. En total serían 8.595 palabras, más o menos las mismas que componen 'Black Box', el relato corto más largo jamás tuiteado.

Menos mal que están en español y la traducción es razonablemente buena.

¿Pueden cambiar los términos? ¿Con qué condiciones?

Pueden cambiarlas y, de hecho, como ya hemos comentado, están a punto de hacerlo. Google se compromete a dejar un plazo mínimo de 14 días entre la publicación de los cambios y su entrada en vigor, excepto si las modificaciones se llevan a cabo por motivos legales, en cuyo caso lo harán de forma inmediata. Sin embargo, el margen que han dado en esta última actualización ha sido considerablemente más largo (de un mes).

¿A qué legislación están sujetos?

A las del estado de California, en Estados Unidos. Concretamente, cualquier demanda contra la compañía por infracción de sus términos y condiciones debería resolverse ante un tribunal del condado de Santa Clara, en Silicon Valley. Sin embargo, en la práctica, estamos muy probablemente ante una cláusula abusiva y que no podría aplicarse a un particular. Diferente podría ser el caso de las empresas y otras personas jurídicas.

¿Hay algo más que deba saber?

En el apartado de curiosidades, hay un detalle de las políticas adicionales de Google+ que llama especialmente la atención: “La fotografía de tu perfil no puede incluir contenido ofensivo ni para adultos. Por ejemplo, no subas una foto que sea un primer plano del trasero de una persona o del escote de una mujer”. Así que ya sabes, cuidado con el destape.

Ojo también con el nombre que le pones a tu página en la red social de la 'gran G', porque si te arrepientes puedes toparte con dificultades: resulta que solo lo puedes cambiar tres veces al año y eso si eres un 'mindundi'. “Cuando tu página tenga un número importante de seguidores, ya no podrás cambiar su nombre”. Palabra de Google.

En otro orden de cosas, uno de los cambios que introducirán en noviembre también resulta llamativo: “Es una cuestión de sentido común: no debes utilizar nuestros servicios si pueden distraerte cuando estés haciendo algo que requiera toda tu atención, como conducir. Y, por supuesto, siempre debes respetar las normas de circulación”. ¿Demasiados accidentes por culpa de Google Maps?

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