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RUMOR: CIENTOS DE PERIODISTAS NO CONTRASTAN

Esta web pretende desmontar los bulos antes de que sean imparables

Emergent.info nace para analizar en tiempo real la evolución de los rumores publicados en medios de comunicación, blogs y redes sociales mediante una combinación de algoritmos y edición humana. Se trata de llamar la atención sobre una tendencia alarmante: las noticias más morbosas son las más compartidas y los medios ganan más publicando bulos de lo que pierden al tener que desmentirlos.

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Se acabaron los bulos y los chismorreos Miguel Pires da Rosa en Flickr CC

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Seguro que has leído acerca de la atractiva joven de Florida (EEUU) que se implantó un tercer pecho para ahuyentar a los babosos. Una historia de lo más jugosa para blogs y medios de comunicación, con mucho tirón en redes sociales. Éxito de clics asegurado. La lástima es que todo fuera mentira... Un 'hoax' que corrió como la pólvora y acabó siendo desmentido. Muchos redactores tuvieron que rectificar, pero el bulo ya estaba publicado -y publicado queda- con más de 400.000 compartidos entre unas fuentes y otras.

La bola de nieve de un rumor morboso es prácticamente imparable. Suele suceder así: alguien se inventa una historia, falsifica alguna que otra prueba y la comparte a través de redes sociales, agregadores o foros como Reddit y 4Chan. Un bloguero o periodista se entera, lo publica, tiene éxito, sus colegas de otros medios se percatan, lo publican citando al primero, triunfan, y así sucesivamente. Luego llega el desmentido, pero casi siempre es demasiado tarde.

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El ejemplo de la mujer con tres senos vuelve a ser paradigmático: la falsa noticia siempre acumula más clics y compartidos (casi 190.000) que la corrección (menos de 65.000). Esto tiene dos consecuencias muy directas: al medio le compensa poco revisar la información ofrecida –a menudo se conformará con un aviso en el artículo original– y un gran número de lectores jamás se enterará de que era falsa. Cuando hablamos de una excéntrica con pechos adicionales, la gravedad del asunto se difumina, pero no siempre los rumores son así de intrascendentes.

Durex venderá un condón con sabor a calabaza: falso. Roban el Batmóvil: falso. Un pájaro defeca sobre Vladimir Putin durante un discurso: falso. El líder de ISIS muere en un ataque aéreo estadounidense: falso. Son solo algunos ejemplos de noticias sin confirmar o manifiestamente erróneas que los medios de comunicación han publicado recientemente.

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Los puedes encontrar todos, con sus correspondientes desmentidos, en Emergent.info, una web que acaba de nacer con el firme objetivo de ayudar a periodistas y lectores a parar la bola de nieve de un rumor antes de que sea demasiado tarde. ¿Cómo? Monitorizando en tiempo real el surgimiento y la difusión de noticias sin confirmar -los “dice que” y “afirma que” que tanto daño hacen a la credibilidad del periodismo-.

Detrás de la web hay una mezcla de edición humana y trabajo automatizado. El creador, Craig Silverman, y su asistente de investigación se encargan de localizar rumores que empiezan a tener predicamento en prensa y de añadirlos a una base de datos. Utilizan Google News para encontrar los artículos que se están publicando al respecto y los categorizan en base a la solidez que cada fuente atribuye a la (supuesta) noticia: “a favor”, “en contra” u “observando”, que es el eufemismo que utilizan para definir las medias tintas.

Es entonces cuando entra en juego el algoritmo. Cada hora los robots de Emergent.info rastrean las historias almacenadas para comprobar si el texto se ha modificado (posible rectificación) y actualizar el número de veces que ha sido compartido. De este modo, la web consigue mostrar de forma bastante fidedigna –y casi en tiempo real- la evolución de la (¿falsa?) noticia, su verosimilitud y su repercusión en redes sociales. El ciclo del rumor y las cabeceras responsables de su popularización quedan irremediablemente retratados.

Los trapos sucios ya no pueden esconderse, pero ¿servirá esto para que los periodistas hagan (o hagamos) mejor su (nuestro) trabajo? Depende en gran medida del lector ¿Cambiará su criterio a la hora de compartir enlaces? ¿Seguirá premiando los bulos sensacionalistas? Es, una vez más, la pescadilla que se muerde la cola.

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