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TAXIS 'ALTERNATIVOS', ALQUILER ENTRE PARTICULARES...

Tres tendencias del día a día en Silicon Valley (y que pronto lo serán en España)

Silicon Valley es el espejo tecnológico del mundo. Aprovechando un viaje a la meca de la tecnología, hacemos un repaso de las tendencias tecnológicas que se usan allí a diario.

Uber, una forma alternativa de transporte

Uber, una forma alternativa de transporte Uber

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El gran escenario mundial del emprendimiento tecnológico sigue pasando inevitablemente por San Francisco. Aunque ya no sea el único foco, esta ciudad de California sigue siendo la meca de los emprendedores de todo el mundo que quieren que su empresa consiga un impacto mundial casi desde el primer día. Así, San Francisco y Silicon Valley acaban siendo, muchas veces, el centro de pruebas de nuevas e innovadoras prácticas tecnológicas.

Pasamos una semana en Silicon Valley, conociendo algunas de las tendencias tecnológicas que ya resultan imprescindibles para los habitantes del valle. Mucho ojo, porque más pronto que tarde serán tendencia también por aquí:

1.- Chófer privado a precio de taxi.

Hablar de un servicio de chófer privado en Estados Unidos es hablar de Uber, una startup de San Francisco que ha conseguido revolucionar este mercado. Frente a la dificultad de encontrar taxis y la desconfianza que a menudo generan, Uber pone a tu disposición un coche que presta un servicio visiblemente mejor.

Funciona de la siguiente manera: si estás en la calle y pides un taxi, basta con abrir la app móvil, buscar qué coche está más cerca de ti, elegir el que más te guste (según la valoración que tenga cada chófer), seleccionar un destino (con la posibilidad de elegir tú mismo la ruta) y pagar desde la aplicación. Dos minutos después, un coche de alta gama te recogerá y te llevará a tu destino sin necesidad de llevar dinero encima. El proceso no solo es más rápido que el de un taxi, sino que también es más lujoso (los coches nunca son de gama baja) y, según los usuarios, en ocasiones hasta más barato. La mayoría de chóferes de Uber son ciudadanos corrientes y molientes que han convertido su coche en su herramienta de trabajo principal o que, simplemente, se sacan un dinero extra en sus ratos libres.

En España tenemos algunos ejemplos similares, aunque su uso no está nada generalizado. Uno de ellos es Cabify, que por el momento opera en Madrid, Barcelona, Lima, Santiago y Ciudad de México. El problema al que se pueden enfrentar este tipo de servicios en España pasa por el proteccionismo profesional (en Estados Unidos es relativamente fácil ser chófer de Uber) y el más que visible enfado del gremio de los taxistas.

2.- La compra del supermercado, online y a la carta.

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Otra de las empresas punteras del momento es Instacart. Con un nombre evidentemente inspirado en Instagram, Instacart se encarga de hacerte la compra online del supermercado. “Menuda novedad”, podría pensar un ciudadano español que ya compre en la página web de su supermercado habitual. Sin embargo, Instacart va un paso más allá, ya que su web te permite comprar en cuantos supermercados quieras de manera simultánea. La carne de aquí, el pescado de allí y los yogures de más allá. Todo ello por apenas 3,99 dólares de comisión.

Además, Instacart cuenta con otro valor añadido. Mientras el pedido realizado en la web de un súper puede tardar entre 12 y 24 horas en llegar, en Instacart suele llegar en un par de horas. Entras a tu ordenador, haces la compra en varios supermercados, la pagas y en dos horas la tienes en casa.

Instacart funciona actualmente en San Francisco y Chicago. En España, por el momento, no hay un servicio de estas características, aunque agregadores de supermercados como SoySuper podrían tomar un camino similar en el futuro.

3.- Alquiler entre particulares.

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Una de las frases que más oímos en nuestra estancia en San Francisco fue: “¿Tenéis hotel? ¿O habéis hecho un AirBnb?”. Con 'hacer un AirBnb', nuestros interlocutores se referían a si habíamos alquilado un apartamento recurriendo a AirBnb, la mayor plataforma del mundo a la hora de gestionar alquileres vacacionales entre particulares.

Lo bueno de AirBnb (y muchas otras plataformas que le hacen la competencia) es el trato P2P (peer to peer). El arrendamiento no se hace entre un hotel y un individuo, sino entre una persona que necesita un apartamento durante un tiempo limitado y otra que desea alquilar el suyo. Además, los arrendadores pueden ser evaluados de manera online por todos los usuarios, con lo que el servicio de atención al cliente se equipara al de los hoteles o, incluso, llega a mejorarlo. Una buena opción para el ciudadano medio que quiere sacarse un sueldo extra alquilando su inmueble a posibles turistas.

AirBnb ya está presente en España, junto a diversas plataformas que dan buena cuenta del buen negocio que parecen ser los alquileres entre particulares. Sin embargo, se trata de un tipo de servicio que aún no es mayoritario en nuestro país, más acostumbrado al negocio hotelero tradicional. Sí que observamos el ascenso de prácticas como el coachsurfing, un servicio que ofrece alojamiento y hospitalidad gratuitos a cambio de la necesaria reciprocidad.

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