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EMPRENDIMIENTO TECNOLÓGICO ALREDEDOR DEL MUNDO

Miami, Tel Aviv, México… para emprender a lo grande ya no hay que irse a Silicon Valley

Silicon Valley es la meca del emprendimiento tecnológico, pero cada vez va cediendo más trozos de su corona. Varias ciudades del mundo luchan por convertirse en el nuevo reino de las startups.

Miami

Miami es una gran alternativa para emprendedores Tecnoxplora

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Si a cualquier emprendedor del mundo le preguntamos dónde le gustaría estar la respuesta más extendida sería clara: en Silicon Valley. Y es que el valle de San Francisco sigue siendo la auténtica meca del emprendimiento tecnológico. Con el atractivo de compañías como Google, Facebook o Apple, aún son miles los emprendedores de todo el mundo que se instalan cada año en Silicon Valley con el objetivo de convertirse en los nuevos Steve Jobs o Mark Zuckerberg.

Sin embargo, San Francisco ya no es la meta final. O, al menos, no la única. De un tiempo a esta parte han ido surgiendo una serie de destinos que no solo han fomentado una cultura de emprendimiento, sino que, además, han acogido a una serie de empresas de tal calado tecnológico que han convertido la ciudad en un nuevo objetivo de los parques tecnológicos.

Miami: la primera alternativa

Dentro de Estados Unidos, Nueva York y Miami se han consolidado como principales alternativas. Sin embargo, la segunda tiene una serie de ingredientes que le hacen estar por delante. En primer lugar, el puente entre los mercados americano y latinoamericano. En segundo, el hecho de que grandes empresas de la industria de contenidos (musical, cinematográfica...) estén allí instaladas. Y en tercer lugar, para qué obviarlo, unas mejores condiciones tanto climatológicas como sociales y económicas, alejadas de un San Francisco que cada vez se torna más inalcanzable si se acude con un presupuesto medio.

Por ello, son muchas las empresas que, cuando van a Estados Unidos, se instalan allí. También son frecuentes las que empiezan en San Francisco para captar financiación y se acaban mudando a Miami para expandir su negocio.

México: la oportunidad hispanoamericana

Es un hecho: Latinoamérica está en su mejor momento tecnológico. Son muchos los países emergentes que están apostando por la tecnología, y la apuesta les está saliendo bien. Por ello, México se ha convertido en un incipiente receptor de compañías. Allí acuden tanto empresas latinoamericanas que quieren nacer desde ese foco como empresas españolas o americanas que eligen México como país desde el que iniciar la expansión de su negocio a Latinoamérica.

En los últimos años, a México le ha salido un duro competidor: Chile. Uno de los países hispanos más emergentes ha decidido entrar en la lucha por el talento tecnológico y piensa plantear batalla. De hecho, Chile es uno de los pocos países del mundo que ya han establecido el llamado 'visado de startups', que permite que una compañía extranjera se instale en su país de manera sencilla y, sobre todo, rápida.

Tel Aviv: el parque tecnológico europeo

Dentro de Europa, el destino soñado es Israel. En un país azotado por la intensa lucha con Palestina, el parque tecnológico de Tel Aviv dibuja una realidad muy diferente en la que los protagonistas son las empresas tecnológicas más punteras.

Pese a que aún son pocas las empresas españolas que se instalan allí, muchos emprendedores del resto de países europeos ya confían en Tel Aviv como primera lanzadera. También suele ser destino de grandes compañías mundiales que eligen el enclave como puente para expandir su modelo de negocio por toda Europa.

Dublín y Londres: las pasarelas que no acaban de despegar

La aparente competencia de Tel Aviv en Europa es numerosa, aunque no determinante. Al norte de nuestro país se encuentran ciudades como Dublín o Londres, que en los últimos años también han entrado en la puja para que las mejores empresas tecnológicas se instalen en sus ciudades.

Londres parece que va creciendo poco a poco, ya que, frente a Tel Aviv, parte con la ventaja de ser una ciudad de reconocidísima importancia económica a nivel europeo.

Dublín, por otro lado, vive una curiosa dicotomía: por una parte no parece que acabe de convencer a las pequeñas startups como lugar de residencia, mientras que por otra es, no obstante, el lugar preferido de muchas compañías multinacionales. El motivo es tan evidente como polémico: el bajísimo control y presión fiscal, que hace que gigantes como Google se permitan el lujo de declarar pérdidas sin que absolutamente nadie lo cuestione.

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