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APPLE DEBATIÓ SI ENTRAR EN EL NEGOCIO DE LA AUTOMOCIÓN

El loco plan de Steve Jobs de crear un coche tras lanzar el iPhone

Steve Jobs era un hombre con muchas ideas y Apple una compañía que ha ido abriendo y cerrando diversos frentes a lo largo de su historia. Uno de los más fantasiosos –aunque ahora no lo parezca tanto– fue un coche. Era el año 2008 cuando se debatió internamente la posibilidad de imprimir la marca de la manzana a un automóvil.

Steve Jobs presentando un iPhone

Steve Jobs presentando un iPhone Agencias

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Cuando Apple aún no era el imperio que es hoy en día, apenas un año después de haber lanzado el primer iPhone, sin que el iPad se intuyera y mientras Nokia parecía un gigante inamovible en su trono de barro, Steve Jobs debatió la posibilidad de crear un coche con la marca de la manzana.

Lo ha contado en una entrevista Tony Fadell, que por aquel entonces era vicepresidente senior de Apple y tenía contacto directo con Steve Jobs. Corría el año 2008 y el cofundador de Apple tenía en la cabeza la idea de crear un coche marca Apple. En aquel momento coincidía que los grandes fabricantes de coches estadounidenses no estaban pasando por su mejor época. Eran los comienzos de la crisis económica y al año siguiente quebraría General Motors.

El momento parecía prestarse a un iCar, pero, como cuenta Fadell, la idea siempre se descartaba por falta de tiempo. Aunque se llegaron a hacer preguntas del tipo “Si construyéramos un coche, ¿qué construiríamos?”. Se planteaban cómo sería el panel de control o los asientos, así como de qué forma se propulsaría.

En aquellos momentos ni tan siquiera se vislumbraba la conducción autónoma como una tecnología que pudiera llegar a adoptarse masivamente. Fadell apunta que el coqueteo con la idea de fabricar un coche fue solamente uno de los proyectos a los que Steve Jobs dijo que no. Apple también tuvo en su punto de mira la construcción de televisores o de videocámaras, pero se acabaron centrando en el iPhone.

Ya se sabía que Steve Jobs había jugueteado con la idea de fabricar un coche. Uno de los pesos pesados de Apple, con larga tradición en la compañía, Phill Schiller, vicepresidente senior de marketing, dijo en 2012 que la construcción de un automóvil se llegó a barajar incluso antes del lanzamiento del primer iPhone, en 2007.

¿Y ahora qué?

Han pasado ocho años desde esa fecha y las cosas han cambiado mucho para Apple. Para empezar es la compañía más valorada del mundo y tiene dinero en el banco como para comprarse un puñado de países si se pusieran en venta. En su chequera podría juntar una cifra equivalente al producto interior bruto de República Checa, Nueva Zelanda y Perú.

Por otro lado, los coches cada vez llevan más elementos de software y conectividad. Y, por otra parte, los coches autónomos están a la vuelta de la esquina, con fabricantes como Mercedes o Nissan que han fijado 2020 para el lanzamiento de un modelo comercial. Y mientras tanto Apple tiene una horda de cientos de ingenieros trabajando en un proyecto automovilístico.

Tal vez trabajan en la mejora de Car Play, su software para vehículos, pero en los mentideros digitales se habla de un proyecto apodado ‘Titán’, que consistiría en la construcción de un coche eléctrico que además sería autónomo. La idea de un iCar suena extravagante, aunque desde hace tiempo se dice que Apple necesita sacar algo nuevo. Ya que el Apple Watch no parece haber sido el nuevo iPad, por qué no un sedán eléctrico y que se conduce solo.

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