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EFECTOS ESPECIALES

Conoce al genio de los efectos especiales que quiere reinventar las salas de cine

Douglas Trumbull, artífice de los efectos especiales de ‘2001: una odisea del espacio’, quiere revolucionar aún más el séptimo arte logrando que los espectadores vivan una experiencia más inmersiva ante la gran pantalla. Para lograrlo, ha diseñado una sala de cine concebida para proyectar films en 3D, en resolución 4K y a 120 fotogramas por segundo.

Douglas Trumbull

Douglas Trumbull Doc Searls | Flickr

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Hace medio siglo, un animador veinteañero amante de la ciencia ficción se embarcó en una aventura cinematográfica protagonizada por astronautas y monolitos inquietantes. El trabajo iba a durar pocos meses y acabó extendiéndose tres años. Valió la pena: el resultado, ‘2001: una odisea del espacio’ se convirtió en una de las películas de culto del género que tanto le entusiasmaba.

El ‘film’ dirigido por Stanley Kubrick no habría sido igual sin los efectos especiales concebidos por aquel joven, Douglas Trumbull, que incluso diseñó especialmente una cámara para plasmar los inquietantes viajes interestelares. Trumbull se convirtió desde entonces en todo un maestro de ese arte. ‘Encuentros en la tercera fase’, ‘Blade runner’ o -más recientemente- ‘El árbol de la vida’ son algunos de los largometrajes en los que ha dejado su artístico sello.

Ahora, este genio de los efectos especiales parece dispuesto a dejar su huella aún más grabada en la historia del cine. Pretende que veamos las películas en 3D, en resolución 4K y a 120 fotogramas por segundo (tu ojo está acostumbrado a ver 24 fotogramas por segundo en el cine) desde una butaca en la que realmente podamos disfrutar de una experiencia inmersiva.

“Quiero hacerte sentir como si lo que estuviera ocurriendo en la pantalla te estuviera pasando realmente, a ti, en este cine”, ha asegurado Trumbull presentando, a sus 74 años, su innovador proyecto.

Fotograma ‘2001: una odisea del espacio’

De la ciencia ficción al cine del futuro

Tres años después de que James Cameron nos trasladara a Pandora en 3D, Peter Jackson nos llevó a una Tierra Media tridimensional con ‘El hobbit’. Para remate, lo hizo a 48 fotogramas por segundo para aumentar la sensación de realismo. El formato, que mantuvo durante toda la trilogía, no gustó demasiado a la crítica desde un principio. Sin embargo Trumbull calificó al cineasta de héroe por intentarlo al menos, aunque consideró un error aplicar el efecto a una historia fantástica.

“Si quieres que la gente vaya a los cines, es mejor que hagas algo diferente”, ha reivindicado este genio de los efectos especiales. Él ideó después su propia sistema, Magi, para capturar imágenes en 3D a alta resolución y con una velocidad que quintuplica la normal, pensando en crear “profundas experiencias personales para el público”.

Su primer proyecto, como no podía ser de otra forma, fue filmar el espacio. Tras trabajar en el desarrollo del sistema en su propio rancho, lo utilizó para rodar ‘Ufotog’, un cortometraje sobre un hombre que cree poder fotografiar ovnis.

“No es ninguna ciencia. Sólo es una forma diferente, un tamaño diferente, un brillo diferente y una velocidad de fotogramas diferente. Abandonad toda esa porquería que quedó desde 1927. Estamos en la era digital. Espabilaos”, pedía tajante Trumbull antes de presentarlo en el Festival de Cine de Toronto en 2014.

Por aquellas fechas, el realizador Ang Lee visitó el rancho de este veterano experto de los efectos especiales para interesarse por aquel corto. Según asegura Trumbull, el director de las oscarizadas ‘Brokeback Mountain’ y ‘La vida de Pi’ “se entusiasmó” al verlo y decidió entonces que su próxima película se rodaría en un formato similar.

El realizador de cine taiwanés ha cumplido su palabra: el mes que viene se estrenará en los cines de Estados Unidos ‘Billy Lynn’s Long Halftime Walk’, una película sobre un soldado estadounidense que regresa de la guerra de Irak y que ha rodado a 120 fotogramas por segundo, en 4K y en 3D, usando un proceso similar al propuesto por Trumbull.

Una sala prefabricada

Ahora bien, no todos los cines podrán ofrecer la cinta en todo su esplendor. Por eso, aunque Ang Lee se habría adelantado así a Trumbull estrenando un largometraje en ese formato, el objetivo de este artesano del cine es mucho más ambicioso. Pretende ser él mismo quien reforme las salas.

Este verano, Trumbull volvió a invitar al director taiwanés a un pase privado, al que después planeaba que acudieran James Cameron y Steven Spielberg, además de responsables de varios estudios de cine. Lo hizo para enseñarles su último invento: Magi Pod, un prototipo de sala. Si los proyectores de muchas de las salas actuales no están preparados para mostrar las películas como él desea, ¿por qué no crear otras para ofrecer una experiencia única?

Fotograma video UFOTOG MAGI (Youtube)

Trumbull ha pasado el último año construyendo una suerte de sala prefabricada de forma ovalada y con capacidad para 60 personas. Gracias a ese reducido tamaño, los espectadores podrán disfrutar mejor de las imágenes que se proyecten en la pantalla curva que la presidirá. Además, al ser prefabricadas, se espera que puedan ser transportadas hasta cualquier cadena de cines fácilmente, donde sólo harían falta unas cuantas manos para montarlas en una sola semana.

Ahora, su objetivo es encontrar inversores que le ayuden a comercializar esta tecnología y rodar su próxima película con ella. La cinta reflexionará sobre el lugar del hombre en el universo, retomando así ‘2001: una odisea del espacio’. De hecho, la misión de este septuagenario ha sido intentar hacer algo “tan bueno” como aquella cinta. Habrá que ver si sus Magi Pod está finalmente a la altura de un ‘film’ que marcó la historia del cine de ciencia ficción.

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