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250 CRIMINALES HAN SIDO ENVIADOS A PRISIÓN TRAS UNA OPERACIÓN POLICIAL

El Sindicato del Crimen Chino, estafadores a través de fraudes telefónicos multimillonarios

Han sido tres largos días de trabajo sin dormir ni comer únicamente para ejecutar las entradas y registros y conseguir, no solo poner a disposición de la Audiencia Nacional a 250 ciudadanos de nacionalidad china por estafas multimillonarias contra sus propios compatriotas, sino que fueran enviados a prisión directamente. Un colofón a seis duros meses de investigación. ¿Cómo actuaba el “Sindicato del Crimen Chino”?

Cibercriminales chinos

Cibercriminales chinos Silvia Barrera

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Sin comer ni dormir durante tres días: ¿por qué?

Porque los detenidos disponen de un plazo máximo de 24 horas (ya que es una Orden Internacional de Detención) para pasar a disposición judicial con todos los trámites realizados, que son muchos. Se tardan varias horas en tramitar un solo detenido: traslado a comisaría tras su detención, personación y asistencia del abogado e interprete y su posterior personación en la Audiencia Nacional (en este caso). Este trámite hay que multiplicarlo por 250, que son los detenidos. Hubiera sido más cómodo, por decir algo, si hubieran sido 72 horas pero las órdenes de búsqueda para extradición se deben de tramitar en 24. Y oigo mi corazón latir, cada vez más deprisa...

En las notas de prensa aparece el siguiente titular: “Desarticulado un poderoso sindicato del crimen taiwanés especializado en el fraude telefónico masivo con ramificaciones en varios países de los cinco continentes”. Debajo de ese titular hay policías viviendo cada minuto que pasa durante esas 24 horas en un agonizante contrarreloj por sacar todo adelante en esas 24-72 horas, con un cansancio cada vez mayor, los ojos rojos de escribir, las pestañas sujetas con celo para que el agotamiento no las cierre y los nervios a flor de piel. Todo suma a las entradas y registros ya realizadas, que son largas y muy duras.

Tienes 240 personas detenidas y si no se consigue dar el trámite oportuno, serán puestos en libertad y los presuntos criminales chinos huirán a su país. Todo el trabajo realizado habrá servido de poco. Y lo que es peor, volverán a la misma actividad criminal que provocó hasta 10 suicidios, ya que muchas familias chinas se quedaron sin los ahorros de toda su vida, en un situación de absoluta miseria.

¿Cómo se consigue sacar adelante el trabajo? Mediante la coordinación de 600 agentes de policía de varias Unidades y provincias, el apoyo permanente de especialistas del Ministerio de Seguridad Pública de la República Popular China y una perfecta dirección y coordinación de la Fiscalía de Criminalidad Informática, la Fiscalía de la Audiencia Nacional y los Juzgados Centrales de Instrucción números 1,3 y 5 de la Audiencia Nacional. No pudo haber una máquina más perfecta y coordinada entre todos: policías y órganos judiciales. Loa abogados de oficio se entregaron, una vez más, durante estas noches, al igual que los intérpretes, desbordados.

¿Cuál era su actividad criminal?

En cada chalet de los 20 registrados "trabajaban" de forma ininterrumpida y sin descanso, noche tras noche, una media de 20 operadores, en algún caso llegando a los 50 que llegaban a España como falsos turistas, cometiendo fraude telefónico, a través de 13 call centers perfectamente habilitados contra chinos residentes en su país desde España, recurriendo a un sistema de llamadas mediante telefonía IP. Habían ocasionado unos perjuicios económicos superiores a los 16 millones de euros.

Los chalets eran alquilados y estaban situados en zonas muy poco transitadas. Los responsables aseguraban una serie de medidas de seguridad dirigidas a proteger y, en su caso, alertar a los delincuentes que operaban en su interior ante una posible presencia policial en las inmediaciones.

Desde el call center seguían un patrón muy definido, un guión, de tal modo que realizaban llamadas sin parar a los números telefónicos de interminables listas de presuntas víctimas, hasta hacerles caer en el engaño. Para ello, los operadores se repartían tres tipos de papeles que interpretaban con auténtica maestría: Los primeros se hacían pasar por vecinos, amigos o incluso familiares de las potenciales víctimas, advirtiéndoles de que su nombre había sido vinculado a un delito que estaba siendo investigado por la Policía.

En un segundo nivel, los operadores se hacían pasar por policías, informando a las potenciales víctimas de que efectivamente estaban involucradas en la comisión de un hecho delictivo y estaban siendo investigadas por las autoridades policiales.

En un tercer nivel, y tras la oportuna sensibilización de las víctimas, un falso funcionario policial o judicial les pedía que ingresaran su dinero en unas cuentas bancarias supuestamente controladas por la Autoridad Judicial para evitar que fueran objeto de medidas cautelares, como la detención provisional, tratándose en realidad de cuentas controladas por la organización criminal en paraísos fiscales, como Taiwán o Hong Kong.

Sólo se constató un indicio de trata de personas. Cuatro ciudadanos chinos encerrados en un sótano por no doblegar a las exigencias de la organización y que fueron inmediatamente liberados. Los líderes tan sólo salían de los chalés en contadas ocasiones para comprar comida y otras cuestiones logísticas, manteniendo siempre la apariencia de que la vivienda estaba ocupada por un número razonable de moradores, como así lo explicó el Jefe de la Unidad de Investigación Tecnológica, el Comisario Principal Eugenio Pereiro.

La red ha replicado este mismo “negocio” tan rentable por países de los cinco continentes como Grecia, Armenia, Camboya, Laos o Kenia, además de la propia China.

Millonadas para negocios rentables, pero... ¿qué es eso de las Voz IP?

Tan fácil como alquilar un chalet, comprar tablets y auriculares como “kit del teleoperador”, contratar servicios de Voz IP con varios proveedores, hacer una sencilla instalación de software y ponerse a realizar llamadas por Voz IP en improvisados y “glamurosos call centers” constituidos por mesas y sillas de terraza, en algunas ocasiones.

¿Conoces Skype? El sistema es el mismo que las llamadas convencionales de telefonía, solo que en este caso se emplea un conjunto de protocolos de Red que permiten la comunicación no solo con usuarios que utilizan una aplicación concreta (en el caso de Skype) sino con el mundo exterior, a través de Internet. La comunicación es igual de fluida.

Los criminales no son tontos. Si el negocio es rentable y cuesta poco, mejor ¿Por qué este método?

- Mayor seguridad que una llamada por teléfono convencional. Al utilizar la Red, si el sistema Voz IP está bien configurado, incorpora, entre otras cosas, un sistema de cifrado de los datos de audio. Esto implicaba que los malos se evitaban interceptaciones policiales de llamadas.

- Economía de medios, con varios ADSL de máxima capacidad, ya tienen sus líneas sin necesidad de estar contratando 40-50 líneas de cable en cada domicilio cada dos por tres y puedes hacer llamadas a cualquier lugar del mundo, en este caso China.

- Mayor dificultad de rastreo: el hecho de utilizar Internet como infraestructura, les permitió utilizar varios nodos con proveedores de servicio de Voz IP en varios países o terminar sus llamadas directamente en los países destino sin pasar por nuestros operadores nacionales.

- Permite cambiar el CLI (Calling Line Identification) que es el identificador del número entrante. De esta forma, las víctimas veían que sus llamadas entrantes provenían de números conocidos como el de la policía, los órganos judiciales, etc. maliciosamente simulados.

En prisión, pocas llamadas podrán ya hacer. Pero, ¿quién le devolverá la vida a las víctimas que se suicidaron?

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