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Los peligros de compartir documentos por whatsapp

Las últimas versiones de Whatsapp, en versión Beta ya permiten el envío de documentos en sistema Android; de momento solo PDF´s con un contenido máximo de 100 MB. Sólo tienes que tenerlo almacenado en tu dispositivo y adjuntarlo como cualquier otro archivo (una foto, vídeo, etc.) o bien compartirlo desde Google Drive o Dropbox (y en un futuro ICloud) cuando esté disponible para iOS. ¿Conoces la rapidez a la que se reenvían los bulos o las fotos con contenido sensible, no? Espera a que sea uno de tus documentos privados.

Los peligros de compartir documentos por whatsapp

Los peligros de compartir documentos por whatsapp Tecnoxplora

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Con su chat, Facebook acaparaba solo la información de un pequeño porcentaje de conversaciones, pero no es suficiente comparada con la que se envían los más de 800 millones de usuarios de Whatsapp. Por eso, hace 2 años compró este servicio de mensajería. A pesar de todas las fotos y vídeos nuestros de los que dispone, los 16 permisos que Facebook te solicita para ser instalado en tu móvil no son suficientes para acceder a un preciado tesoro: el contenido de tus documentos (ya son 17 permisos). Aún le faltaba algo que Google siempre ha poseído (18 aplicaciones, entre ellas Youtube, Google+, Blogger, Google calendar, etc.), y es el servicio de correo electrónico (igual a documentos importantes), que durante toda la vida del buscador han ido adjuntos al email. Con Whatsapp y el servicio de documento adjunto, podría afirmarse que Facebook lo sabe todo de ti.

Me pregunto yo ahora para qué servirán mis posts sobre la doble autentificación en Gmail y sus medidas de seguridad antirrobo de cuenta, para proteger un bien muy sensible que radica principalmente en la confidencialidad de los contenidos y documentos que mandamos. ¡Ahora es más cómodo adjuntar un PDF (en breve .doc) por whatsapp! #ironía.

 

Además del peligro que supone lo que ahora llaman el BYOD por el hecho de compartir contenido personal y profesional a través de dispositivos personales en el que guardamos información personal o confidencial sensible de nuestro trabajo y/o clientes, y que compartimos tan alegremente por Whatsapp, me toca imaginar ya la realidad de tener que trazar el origen de un contrato importante o información confidencial que ha viajado por Whatsapp y ha caído (no se sabe cómo) en manos inapropiadas. Os digo que será muy difícil averiguarlo y la multa que le pueda caer al destinatario inicial será nimia comparada con el daño que la difusión de ese contenido pueda generar.

Estamos en el fin del bulo. ¿Para qué inventarse y mandar un largo mensaje por Whatsapp advirtiendo de un falacia, cuando puedes compartir un documento confidencial hasta la saciedad? No es comparable al robo de una cuenta de Gmail. El envío de emails se hace en un círculo más controlado, se puede certificar electrónicamente en unos segundos, se puede llevar una trazabilidad de los destinatarios y es más seguro por las medidas de acceso a la cuenta que incorpora. Pero ¿qué puede pasar con un móvil y las no medidas de seguridad para el envío de estos contenidos? Whastapp es un servicio de mensajería instantánea.

Telegram también incorpora este servicio. Pero Telegram no es de Facebook y dispone de otras muchas opciones de privacidad y seguridad que no tiene Whatsapp.

Es paradójico que el nacimiento del intercambio del documento por whatsapp coincida con la muy reciente muerte de Ray Tomlinso, padre del correo electrónico, la arroba y los campos que todos debemos de rellenar para enviarlo y no ya un simple teléfono que vaya usted a saber.

Por último, atención a la empresas. La posibilidad de que vinculen el servicio de mensajería instantánea a comunicaciones comerciales (si se lo permite Whatsapp, que hasta no)  no es posible si los destinatarios no lo han autorizado expresamente. Hasta hoy, la experiencia que tengo con Whatsapp y la divulgación de contenidos por este servicio es su reenvío indiscriminado. Ello quiere decir que su empresa tendrá el control (y la autorización expresa) del destinatario inicial, pero acabará perdiendo el rastro de esos contenidos. El mensaje acabará llegando, muy probablemente, a muchos otros destinatarios que no han dado su autorización, que no verán ni sabrán quién es el remitente originario ni la finalidad con la que se realizó el primer envío.

Cuidado también con los datos que se mandan en dichos documentos adjuntos si se hace con fines comerciales. En la gran mayoría de casos, serán datos personales (que os pueden identificar, por ejemplo), sometidos a un tratamiento y recogida posterior, público o privado, de modo que la advertencia que ponéis en el pie de firma de un email debe de ir en el Whatsapp. Esta funcionalidad no te exime del cumplimiento estricto de la LOPD en cuanto a la notificación de la existencia de un fichero y al consentimiento en la recogida y tratamiento de datos. La sanción económica que te podrían imponer te da para más de 300.000 descargas de Whatsapp en el store.

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