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Los ordenadores sustituyen a los libros en la vuelta al cole: Protege a tus hijos

Hoy en día, los niños han sustituido los libros por los ordenadores personales, tablets y smartphones. Es importante que los padres conozcan los peligros que acechan a sus hijos por el uso de estos dispositivos. Desde las apps que se descargan, hasta por la información que reciben por correo, todo debe estar controlado por los progenitores.

Evita una vuelta al cole peligrosa y dolorosa para tus hijos

Controla los dispositivos electrónicos de tus hijos Silvia Barrera

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Atrás quedó la ansiada vuelta al cole que incluía aquella especie de ritual que consistía en forrar los libros y cuadernos en papel adhesivo con destreza cirujana: “que no queden bombitas, que da mucha rabia”. Terminado el proceso, una montaña de libros se erigía con la misma majestuosidad que lo hace el Everest.

Aquella magia se ha desvanecido cuando los pequeños se han hecho peligrosos potenciales consumidores de tecnología. El Everest de libros es sustituido por el ordenador personal, la tablet y el móvil. No sólo tus hijos llevan deberes para casa, también tú. Conoce los peligros que les acechan por el uso de estos dispositivos.

Un libro es lo que es y no hay mayor riesgo potencial que cortarse con el filo de la hoja. Los malos esperaban a la puerta de un colegio repartiendo chuches “con droga” o atrayendo a la marabunta de niños chillones con paquetes de cromos. No había amigos cuando alguien los repartía a la salida del cole y los peques nos pisábamos la cabeza por conseguir uno.

A los mayores nos ocurre, a los menores aún más. Los adultos son vulnerables, los niños son el blanco perfecto. Ingenuidad, curiosidad y falta de experiencia se ponen al servicio del cibercriminal. Los malos son desalmados y sólo ven presas y en este caso, el botín, son tus hijos.

La pérdida de los dispositivos
Es muy probable. Los niños saltan de actividad en actividad y no conocen los peligros de alrededor. Dejan el móvil o las tabletas al descuido, se pierden o el amigo de lo ajeno aprovecha la ocasión. Bye, bye a la información personal. ¿Cómo se puede evitar eso? Si no es para usarlo durante la clase del colegio o en el domicilio, el dispositivo a la mochila, bien guardadito. Hay momentos para su uso y desde luego el mejor momento no es cuando se va de un sitio a otro o cuando se juega con otros niños. Evita distracciones.

Antes de salir de casa o del colegio
Se van al cole con su móvil posicionado y todos los días las aplicaciones marcan sus rutas habituales. Colegio, actividades extraescolares y domicilio. Asegúrate de que, en la medida de lo posible, el geo posicionamiento esté deshabilitado. Tu niño no es un avión que debe llevar incorporado un sistema de localización. Tiene más contras que pros.

Foto: Silvia Barrera

Dispositivos con código de seguridad o patrón de desbloqueo
No cometas el error de anotarlos en un documento de texto o en un papel para que puedan ser introducidos por tu hijo. En casa lo desbloqueas tú y en el colegio, el profesor. Utiliza contraseñas robustas y evita el cómodo y peligroso 1234.

Aplicaciones cerradas
Servicios web de email y redes sociales con la sesión cerrada y sin la contraseña guardada. Es mas cómodo para el adulto activar la opción “guardar contraseña” y “así no me da la lata” para que el menor tenga fácil acceso. No terminéis la sesión cerrando la ventana. Hay que ejecutar el Log Out o la desconexión desde la propia aplicación.

Evita atropellos
No les dejes utilizar los dispositivos electrónicos por la calle. O miran a los lados o miran a la pantalla.

En casa o en el cole. Los papás también tienen deberes
Utilizar las herramientas de control parental puede ser una garantía de tranquilidad, pero no son infalibles. Es el momento de hacer los deberes con tus hijos.

Controla las webs que visitan
Hay mucho contenido nocivo en la red de extrema violencia (ejecuciones, peleas, etc.), sexual, comportamientos dañinos como la anorexia o bulimia que pueden ser ejemplificadores. Revisa su historial de navegación de vez en cuando para saber que webs consulta.

Cuida la información personal que puedan contener los dispositivos
No anotes datos personales en ningún archivo como teléfonos o domicilios, ni contraseñas ni guardes o permitas que almacenen ni compartan fotos comprometidas. Revisa junto a tu hj@ sus perfiles en redes sociales y ayúdale a configurar sus opciones de privacidad. Son muy vulnerables a los robos de identidad y al uso indebido de fotos e información personal. A veces, ni se darán cuenta de que están siendo víctima de ello.

Enséñales a no aceptar ofrecimientos de dinero, regalos por internet y menos de desconocidos o “amigos virtuales”. La suplantación o el uso de identidades falsas está a la orden de día y los menores no lo ven como objeto de sospecha.

Smartphone. Peligro móvil
Esa actividad es la más difícil de fiscalizar. Controla las apps que se pueda bajar. Hay juegos sociales que no son tan inofensivos, permiten la ejecución de compras o el contacto directo con desconocidos que utilizan estas aplicaciones como la principal fuente para la caza de víctimas.

Limítales el tiempo o el número de mensajes a enviar por mensaje directo en redes sociales o por mensajería instantánea. Controla el número de horas que juegan. Esa sensación de “no tener niños en casa” puede resultar muy cómoda en ciertos momentos pero estas aplicaciones enganchan y producen adicciones peligrosas.  Establece límites para el uso de la mensajería instantánea, las fotos que ponen de perfil y el uso de webcams.

Cuidado con los números de desconocidos
Deben identificar como llamante seguro  a aquellos números ya agendados y guardados con un nombre familiar o conocido. El resto de numeraciones, dependiendo del sistema operativo del teléfono, pueden ser incluidas en una lista de números llamantes rechazables de forma automática o bloquear también los desconocidos. Consulta alternativas en Internet.

Extrema la precaución con la información que reciben por correo electrónico y mensajes de texto o mensajería instantánea. Los menores no tienen dificultades para abrir archivos adjuntos o pinchar sobre enlaces maliciosos camuflados. Si los adultos somos curiosos, imagínate ellos. Mensajes como: “Si quieres verlo, picha aquí”, “no te lo pierdas”, “Urgente, “No lo pienses” hacen que vayamos directos al link. Si les enseñas a no abrir adjuntos, evitas el robo o el secuestro de información, dispositivos infectados o lo que puede ser más habitual, la instalación de keylogger o acceso remoto a la webcam u ordenador capturando todas las contraseñas e imágenes que les haga víctimas de un posterior acoso o extorsión.

Si no lo pudiste evitar, cómo actuar
Si descubres que tu hijo está siendo víctima de amenazas, acoso, vejaciones o cualquier otro delito por estas vías, no pierdas tiempo, más posibilidades habrá de que se siga difundiendo o de que perdure su sufrimiento. Haz acopio de todas las pruebas y evidencias de los hechos que tengas: números de teléfono, direcciones de e-mail fotos de los supuestos autores, webs concretas, identidades, nicks, pseudónimos y cualquier dato del que dispongas y denuncia en una comisaría. No olvides también ponerlo en conocimiento de los responsables del colegio y tratar directa y sosegadamente el tema con tu hij@.

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