SOLUCIÓN ECONÓMICA Y SEGURA
Ni Bluetooth ni NFC: los pagos móviles podrían funcionar con ondas de sonido
Mientras los gigantes tecnológicos apuestan decididamente por un sistema de pagos móviles, hay quien propone rescatar tecnología de pasado para realizar las transferencias desde nuestros dispositivos de una forma más sencilla y segura.

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A estas alturas ya debemos ser conscientes de que, más pronto que tarde, dejaremos de lado las tarjetas de crédito y daremos a nuestros teléfonos móviles la función que antes cumplían esos pequeños y valiosos trozos de plástico. Nuestros monederos serán mucho más livianos, ya que bastará con pasar nuestro smartphone junto a algún otro dispositivo para pagar en los distintos comercios.
Eso sí, ahora está por ver la tecnología que utilizaremos para realizar esos pagos móviles. Mientras algunos gigantes tecnológicos han apostado decididamente por plataformas basadas en la tecnología NFC, hay quien propone una solución que podría ser mucho más sencilla. Más allá de Android Pay (de Google), Samsung Pay o Apple Pay, que aterrizará en España en 2016, hay compañías que han logrado desarrollar un sistema que permite hacer pagos desde cualquier dispositivo a través de la tecnología de los ultrasonidos.
La solución es tan sencilla como económica y segura. Ya no será necesario que los dispositivos incorporen un chip, tal y como ha tenido que hacer Apple en los últimos modelos de su iPhone, sino que bastará con que el teléfono móvil emita un sonido imperceptible para el oído humano a través el cual se transferirían unos datos que servirían para realizar el pago.
Algunos años atrás, antes de que siquiera pudiéramos imaginar que utilizaríamos nuestro teléfono a modo de tarjeta de crédito, la startup californiana Naratte ya había desarrollado el primer sistema para realizar transacciones a través de las ondas de sonido. “Todo lo que necesitas es un altavoz y un micrófono, y ya tenemos ambos en nuestros dispositivos", aseguraba Brett Paulson, cofundador de esta firma, allá por 2011.
Con la tecnología Zoosh, como la bautizaron, bastaba con descargar e instalar en nuestro smartphone una aplicación, situar el terminal cerca de un datafóno equipado también con esta tecnología y permitir que ambos dispositivos se comunicasen a través de ultrasonidos para, en menos de un segundo, poder completar el pago. Según afirmaba Paulson, incluso los teléfonos más anticuados podrían aprovechar esta tecnología. Sería suficiente con que pudieran reproducir sonidos MP3 que recibieran a través de mensajes de texto. Fácil y sencillo.
Otra de las compañías que han decidido dejar a un lado la tecnología NFC y apostar por los pagos móviles a través de las ondas de sonido es Soundpays. Al igual que ocurre con la tecnología Zoosh, el sistema desarrollado por esta firma permite a los teléfonos comunicarse con otros dispositivos para realizar pagos a través de un sonido imperceptible para el oído humano, independientemente del ruido que haya en el entorno en que se realice la operación.
El que algunos han bautizado como 'el Shazam de los pagos móviles' nos permitiría no solamente pagar en restaurantes y comercios, sino también estar en casa y comprar aquello que nos muestran los anuncios publicitarios de la tele. Como ocurre con Shazam, en la pantalla podría aparecer una advertencia de que ese anuncio incorpora un código sonoro que la app de Soundpays es capaz de reconocer, para que sin necesidad de buscar el producto lo podamos adquirir.
Una de las ventajas en las que más hincapié hacen las compañías que apuestan por esta tecnología es la seguridad. Si bien las plataformas de NFC diseñadas por los gigantes tecnológicos almacenan información en el dispositivo -con los riesgos que esto entraña- con el sistema de Soundpays nada queda en nuestro teléfono móvil.
Así, los datos necesarios para el pago, como el titular y su número de cuenta, no se almacenan en el dispositivo: los usuarios introducen dicha información en una web segura y el servidor utiliza direcciones IP para vincular los datos del pagador y el cobrador. Este entramado se autodestruye cada 30 segundos y vuelve a nacer con nuevas direcciones IP. En otras palabras, un atacante tendría solo medio minuto para actuar antes de que una dirección IP específica de Soundpays deje de ser válida.
Más sencilla, económica y segura, la tecnología de las ondas de sonido para los pagos móviles podría truncar la decidida apuesta que los gigantes tecnológicos por el NFC. ¿Se acabarán lamentando al final Apple, Google, Samsung y compañía? El tiempo lo dirá.
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