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EL 'ALWAYS ON' AFECTA TAMBIÉN A LOS ELECTRODOMÉSTICOS INTELIGENTES

La terrorífica factura de tener siempre encendido desde tu móvil hasta tu nevera inteligente

Cuando tu móvil pasa la noche en vela cargando, a la espera de notificaciones, está gastando energía, pero también frigoríficos, lavadoras, neveras y otras viejas tecnologías que han dado el salto a lo digital, incorporando pantallas e incluso volviéndose 'inteligentes'. La culpa es del 'standby', el 'sleep mode' y todas esas formas de consumo inactivo.

Colección de cables y enchufes

Colección de cables y enchufes Sin Amigos en Flickr CC

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Echa un vistazo al salón. La lucecita roja del televisor, la azul del Chromecast, la verde de la videoconsola, las amarillas parpadeantes del router... En el dormitorio, tres cuartos de lo mismo: el móvil cargando en modo escucha (recibiendo notificaciones, aunque la pantalla esté apagada), el ordenador suspendido (pero no apagado), la impresora que usas una vez al año y siempre está enchufada...

Las nuevas tecnologías, sí, pero también las viejas. En la cocina, el reloj del horno y la pantalla del microondas. La alarma antirrobo. Cámaras de vigilancia si vives en un chalé. Y luego los aparatos (que parecen) de toda la vida: el despertador, los termostatos, los teléfonos fijos o inalámbricos... La lista de 'vampiros' que chupan electricidad constantemente, poco a poco, también cuando no los utilizas, es interminable.

Según un estudio que acaba de publicar el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales de Estados Unidos, la factura energética de los dispositivos en 'standby', 'sleep mode' o, en general, inactivos alcanza casi 20.000 millones de dólares al año, el equivalente a la producción de 50 grandes centrales de energía (a 500 megavatios cada una, aproximadamente lo que genera la mayor planta de energía solar del mundo). Visto de otro modo, unos 165 dólares por vivienda al año, y eso solo en la potencia norteamericana.

Los responsables de este derroche, además, no son los sospechosos habituales del consumo eléctrico (aire acondicionado, calefacción, iluminación...), sino en gran medida la electrónica de consumo que se ha ido apoderando uno a uno de cada rincón de nuestras vidas. El 51% del consumo 'always on' es culpa de televisores, ordenadores, videoconsolas y otros (casi) recién llegados a nuestros hogares.

Consumo eléctrico 'always on' por categoría de producto

 

“Otra de las causas de tales niveles de consumo energético inactivo es que muchos aparatos mecánicos se han vuelto digitales”, afirma Pierre Delforge, uno de los autores de este informe que  ha contado también con la colaboración de la Universidad de Stanford y la empresa Home Energy Analytics.

“Electrodomésticos como lavadoras, secadoras y frigoríficos tienen ahora pantallas, controles electrónicos e incluso conexión a internet. En muchos casos, están usando mucha más electricidad de la que necesitan”, añade.

El despegue de las 'smart homes' y la internet de las cosas, sin embargo, es un motivo de esperanza además de una preocupación. La conexión de cada vez más aparatos a una red centralizada “permite una gestión de la energía más eficiente [por ejemplo, apagándose de forma automática cuando no están siendo utilizados], y por tanto un ahorro de energía en el hogar”, siempre y cuando los dispositivos se diseñen siguiendo esa premisa.

Ahí juegan un papel fundamental los fabricantes y las autoridades, encargadas de fijar estándares que las empresas deberán cumplir.

Por supuesto, los usuarios también tenemos parte de responsabilidad en todo esto, sobre todo si, siendo prácticos, queremos reducir nuestra factura de la luz. ¿Qué podemos hacer?

En primer lugar, sentido común: medidas sencillas como apagar los aparatos que no estemos usando y no dejarlo todo encendido por comodidad (el ordenador tampoco, por mucho que tarde Windows en cargar cuando se inicia) o desenchufar el horno cuando llega el verano.

Las típicas regletas con botón rojo pueden ser tu mejor aliado a la hora de agrupar máquinas y accesorios que pueden y deben desconectarse a la vez, como el televisor y el Chromecast, el sistema de 'home cinema' o la videoconsola. También puedes recurrir a regletas y enchufes 'inteligentes', equipados con sensores, que se encargan de evitar el 'standby' sin que intervengas.

Otra buena idea es comprar dispositivos y electrodomésticos con la certificación Energy Star, que obliga a los fabricantes a adoptar algunas buenas prácticas en materia de eficiencia energética. No es una cuestión baladí: según el estudio de la NRDC, reducir el consumo inactivo supondría un ahorro conjunto para los consumidores estadounidenses de unos 8.000 millones de dólares anuales y  evitaría la emisión de 44 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, que bastante maltratada la tenemos.

No lo olvides. “Nuestras casas gastan energía todo el tiempo, incluso cuando estamos durmiendo o de vacaciones”. Según Delforge, “puede representar hasta un tercio del consumo total de electricidad de una vivienda”. Y no está la cosa como para andar quemando billetes.

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