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UNAS MÁS AL CAJÓN DEL OLVIDO

Por qué las Spectacles de Snapchat van a ser un bluf (aunque parezca lo contrario)

Snapchat está lleno, entre otras cosas, de genios del marketing. Sus cifras son bastante buenas, pero han conseguido llenar la opinión pública de una visión que tiene más que ver con el 'hype' que con las cifras puras. Y su último invento en forma de gafas no será una excepción.

Gafas de Snapchat

Gafas de SnapchatSnapchat

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Snapchat tiene a fecha de hoy aproximadamente la misma cantidad de usuarios mensuales que Twitter, y cada uno de ellos le reporta aproximadamente una cuarta parte en ingresos. Pero Snapchat mola y Twitter no tanto.

En esa oda al marketing de guerrilla que empapa la compañía, la última jugada de Snapchat ha sido la presentación de Spectacles, unas gafas con cámara incorporada que sirven para grabar vídeos que son subidos directamente a nuestro perfil de Snapchat.

Lo peor que podía pasar ha pasado: ha funcionado. O al menos eso dicen sus creadores. Pero no tan deprisa: es un producto más del 'hype' que envuelve a Snapchat, sin posibilidad de recorrido alguno.

Para empezar, su distribución tiene más de encantador de serpientes que de canales tradicionales, incluso “tradicionales” entre comillas, para una compañía como Snapchat. Las lentes se venden en máquinas expendedoras que cambian de ubicación a lo largo de Estados Unidos cada 24 horas. La nueva localización es anunciada en redes sociales, y centenares de personas corren a por ellas.

Para seguir, la utilidad de estas gafas tiene límites tempranos: no es lo mismo acercar un teléfono móvil a la escena que queremos que acercar directamente la cabeza, y eso implica tenerla a muy poca distancia de objetos a fotografiar (o personas, lo cual es peor) o tener que bajar mucho nuestro cuerpo. Este vídeo de hace unos años retrató esta problemática con Google Glass, que viene a ser lo mismo a la hora de hablar de fotografiar:

A ello hay que sumar algunas cuestiones más, como el hecho de que ir con gafas de sol en interiores es bastante extraño, o de noche, o en situaciones en las que simplemente no procede por reglas muy básicas de etiqueta.

Plus: la magnífica cantidad de horas de luz solar que tenemos en (casi toda) España todavía invita a utilizar Spectacles, pero demasiadas personas de demasiados países a los que puede apuntar este invento tienen otras condiciones climáticas, mucho menos idóneas para llevar gafas de sol “porque sí”.

Las gafas de Snapchat se están vendiendo bien para su propósito, y además traen una interesante innovación tecnológica (el vídeo cuadrado-circular para poder ser visto en el smartphone en cualquier orientación), pero más allá de eso no dejarán legado alguno. Las recordaremos como una moda efímera que al menos puso su granito de arena en la normalización de la tecnología corporal.

Mientras tanto, miles de gafas amarillas con cámara quedarán relegadas al olvido en cajones de medio Estados Unidos.

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