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TERCER PROYECTO MÁS EXITOSO EN LA HISTORIA DE KICKSTARTER

Pono, ¿sucesor del iPod o una burbuja abocada al fracaso?

El reproductor Pono es el último producto que ha conseguido arrasar en Kickstarter, donde ha recaudado 6.225.354 dólares. Es decir, es el tercer proyecto más exitoso de la historia de la página de crowdfunding, pero esto no asegura un futuro brillante. De hecho, los dos primeros, Pebble y Ouya, son las dos caras de una moneda que además está hecha de cal y arena.

Primera edición de los reproductores Pono

Primera edición de los reproductores Pono TecnoXplora

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Lo cierto es que Pono no lo tenía fácil para triunfar, pues un reproductor de música no parece tener sitio en el mercado hoy en día (que se lo digan a Apple, cuyo iPod es su único producto cuyas ventas caen todos los años). Sin embargo, ofrece algo nuevo (calidad de estudio de grabación) y cuenta con un padrino de lujo: Neil Young.

El cantante decidió que la calidad actual no es suficiente y que hay un público dispuesto a pagar los 400 dólares que costará el cacharro para escuchar música. Y, claro, también hay que tener en cuenta que no todos los usuarios son melómanos y los matices que pueden tener obras de arte como Harvest no son los mismos que los del último disco de Miley Cyrus.

En cualquier caso, Young ha 'reclutado' a 18.220 personas con su proyecto, que se han dejado una media de 341 dólares en su apoyo. Eso sí, aquí también hay matices. Para empezar, las recompensas ofrecidas son muy atractivas para los seguidores de grupos como Metallica o Red Hot Chili Peppers, dos de los muchos que han participado con versiones firmadas de Pono (por no hablar de las 96 cenas VIP que han dejado 480.000 dólares).

Es pronto para hablar de una burbuja, pero el fenómeno fan ya ha financiado otros proyectos, como la película de Veronica Mars, que consiguió su objetivo de dos millones de dólares en tan solo 10 horas y luego ha fracasado en taquilla. Triunfar en Kickstarter es un paso en el camino hacia el éxito, pero muchas veces se confunde con el final del mismo.

Otra de las dudas que despierta Pono es que aún no se conocen sus especificaciones completas. Se sabe qué capacidad tendrá (64 GB con otros 64 adicionales en una tarjeta microSD), lo que promete y lo que costará, pero no el proceso que habrá en medio, más allá de que usará el formato FLAC. Flea, bajista de los Red Hot, asegura que no es “una cosa vaga en la que es necesario tener el oído de un perro para escucharlo”, pero la palabra de alguien que toca el bajo desnudo no es suficiente a la hora de gastar 400 dólares. Por mucho que lo toque mejor que nadie.

Curiosamente, estas dudas colocan a Pono entre los tres proyectos más exitosos de la historia de Kickstarter: Pebble (10.266.845 dólares) y Ouya (8.596.474). El primero es un reloj inteligente que tiene gran parte de la culpa de que estos dispositivos hayan llegado al mercado. Su segunda versión, Pebble Steel, le ha dado un diseño más elegante y maduro con el que se debe enfrentar a una competencia cada vez más dura que es consecuencia, precisamente, de sus logros.

Independientemente de una posible muerte de éxito, se puede considerar que ha triunfado tras su paso por la web de financiación.

El caso de Ouya es muy distinto. La consola Android también parecía el futuro de la industria, pero casi dos años después de terminar su campaña no ha demostrado gran cosa. El juego móvil, por el momento, sigue en los teléfonos ¿Igual que la música?

Pono tiene elementos que aparecen en la historia de ambos. Por un lado, cuenta con el apoyo de la industria o, al menos, de parte de ella, como ocurrió con Ouya. Tendrá una tienda de música y complementos que facilitará mucho las cosas. Sin embargo, también tiene que cambiar muchas percepciones y demostrar que puede llegar al gran público. Es decir, toma lo mejor del niño prodigio fracasado y lo peor del que triunfó. Neil Young camina entre Pinto y Valdemoro de la mano de Bojan y Messi. Por ahora lleva paso firme, pero la meta está muy lejos.

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