ACABA DE PUBLICARSE LA PATENTE
iRing: así es el anillo inteligente que podría estar preparando Apple
Parecía raro que los relojes pudieran ponerse de moda por el hecho de ser inteligentes, pero, ¿y los anillos? Apple cree que también.
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Si hay un rey mundial de los wearables ese es Apple. Así lo ha demostrado con el Apple Watch, seguramente el único wearable con verdadera aceptación en el mercado.
Pero en la compañía de Silicon Valley no se conforman con eso y quieren ir a por más. Y si lo del reloj ya te parecía alucinante prepárate porque lo que estarían preparando puede ser, si cabe, aún más sofisticado.
iRing, el nuevo wearable
El nuevo proyecto sería iRing, un anillo inteligente que Apple podría estar desarrollando ahora mismo, tal y como demuestra la patente que, según Patently Apple, ha sido registrada hace poco en la Oficina de Patentes de Estados Unidos.
Según dicha patente, Apple estaría trabajando en el desarrollo de una tecnología muy similar a la del Apple Watch, con la diferencia de que en este caso dicho desarrollo iría implantado nada menos que en un anillo para el dedo.
Un smartphone en el anillo
Bajo el título 'Dispositivos y métodos para un anillo computacional', el nuevo anillo de Apple controlaría el acceso de otros dispositivos electrónicos. Y, como el Apple Watch, dispondría de una pequeña pantalla táctil (se desconoce el tamaño exacto) que mostraría las notificaciones del teléfono móvil.
Al anillo, desde luego, no le faltaría de nada: un procesador de ordenador, una cámara, un micrófono, disponibilidad de conexión Wifi y Bluetooth, tecnología NFC, punto de conexión para la batería...
En definitiva, todo lo necesario para que nuestro smartphone se reinvente y quepa en un dispositivo aún más pequeño que un reloj.
'Sólo' una patente
En cualquier caso, siempre hay que tomar estos datos con bastante prudencia. Y es que todas las grandes compañías tecnológicas publican cada año un sinfín de patentes que, por suerte o por desgracia, acaban en la basura.
Por eso esta patente de Apple podría ser simplemente un experimento que nunca vea la luz, o un posible desarrollo pensando en la competencia... o, quién sabe, a lo mejor dentro de pocos años el iRing es una realidad palpable en nuestro propio dedo.
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