El boom de las gafas, relojes o pulseras inteligentes se retrasa a 2016

Si los expertos aseguraban en el CES 2014 que todas las marcas están buscando cuál será la próxima pantalla para hacer negocio, quizás ya exista respuesta.

Todos los fabricantes están apostando por los denominados dispositivos para vestir (wearables). Hablamos de gafas de realidad aumentada (Google Glass o Recon, por ejemplo), relojes inteligentes (Galaxy Gear, Sony Smartwatch o ¿iWatch?), o pulseras que monitorizan tu actividad física o ropa que se conecta a internet.

De este tipo de gadgets se venderán 80 millones de unidades en todo el mundo, según indica el Informe de la Sociedad de la Información en España 2013 (SIE), realizado por la Fundación Telefónica.

Sin embargo, lo importante de esa cifra lo oscurece la fecha del vaticinio. Compraremos esos 80 millones de estos dispositivos, pero en 2016, con lo que el previsible boom de los wearables se pospone… otros dos años.

El SIE sí confirma el reinado de los smartphones frente a cualquier otro aparato de conectividad. No en vano, ahora mismo existen más teléfonos móviles -6.800 millones- que personas en el mundo -7.100 millones-. Y las ventas de tabletas ya superan a las de los ordenadores.

Si para las prendas inteligentes hay una buena previsión de ventas, pero que se demora, muchísimo más optimista es el pronóstico para móviles o tablets. El informe de Telefónica apunta tres datos a tener en cuenta.

Imaginemos que estamos en 2016. En ese año, y en todo el mundo, se despacharán 1.733,9 millones de smartphones más y las 406,8 millones de tabletas vendidas ese ejercicio superarán, como hoy, a los 196,6 millones de ordenadores portátiles facturados por los fabricantes.

¿Alguien duda entonces cuáles serán las pantallas que dominen el mercado?