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GRACIAS A UN GADGET

Así puedes tener al asistente Alexa en tu coche

El dispositivo Muse Auto, que permite conectar el sistema de sonido de tu coche con tu smartphone, lleva Amazon Alexa integrado, de forma el usuario puede usar el asistente de voz mientras se encuentra al volante.

Asistente Alexa

Asistente AlexaAgencias

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Los asistentes personales de voz tienen todas las papeletas para ser la nueva forma preferida de interactuar con los dispositivos. Y, de la misma manera en que la interfaz táctil se popularizó con los móviles, serán nuevos gadgets los que lleven a término este cambio. Los altavoces inteligentes son los contenedores más conocidos, pero la voz se utilizará en muchos otros contextos.

Sin duda el coche es uno de ellos. Y esto lo saben bien los creadores de Muse Auto. Este dispositivo redondo está pensado para adosarse a cualquier superficie magnética en un vehículo. Se trata de un gadget sencillo, cuyo precio ronda los 70 dólares y que permite funciones básicas de conectividad.

Muse Auto tiene un procesador Qualcomm, conectividad Bluetooth, un micrófono, un menú físico de botones sencillos y un código de luces LED. También lleva Alexa integrado, que es la principal funcionalidad del dispositivo. Eso sí, necesita de una conexión a Internet para funcionar.

Por eso el usuario tiene que conectar el gadget al coche, mediante un cable de audio jack 3.5 mm, y a su smartphone, mediante bluetooth. De esta forma, el dispositivo adquiere conexión a Internet y al mismo tiempo Alexa puede acceder al contenido del terminal.

Las ventajas de Alexa para alguien que está al volante van desde la posibilidad de hacer llamadas mediante la voz, así como dirigir algunas otras funciones del smartphone (algo que no se puede hacer si el terminal tiene la pantalla bloqueada). El asistente también permite gestionar tus compras (por Amazon, evidentemente), controlar los productos de smart home en tu casa o escuchar música por streaming (de Amazon Music, claro).

Lo cierto es que a los asistentes personales aún les queda madurar para que sus funcionalidades sean realmente útiles a los usuarios. Encadenar peticiones o la comprensión del lenguaje natural son todavía asignaturas pendientes. El objetivo final es que los usuarios solo tengan que interactuar mediante la voz. Pero para eso se necesita que los propios asistentes tengan capacidad de réplica, de forma que puedan concretar cuál es la intención del usuario.

El hecho de que haya dispositivos que introduzcan los asistentes personales en nuevos ámbitos, como el coche, contribuye al progreso de la tecnología. Y es que cuantos más casos de uso se planteen más empeño pondrán los desarrolladores por resolverlos. Pero de momento ni Alexa, ni Assistant ni Siri parecen tener los recursos para evitar que el usuario tenga que tocar la pantalla de vez en cuando.

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