EN FEBRERO

El tercer lanzamiento de la Starship estaría a la vuelta de la esquina

El cohete de Elon Musk última detalles para conseguir la licencia de despegue y poder alzar el vuelo, esta vez con un objetivo más complejo.

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Como ya nos adelantaban esta semana, la NASA tardará en pisar de nuevo la Luna. Aunque la rueda de prensa de la agencia espacial estadounidense sobre el retraso de las misiones Artemis al satélite fue una oportunidad para despejar algunas dudas sobre el estado del programa Starship de SpaceX, como la fecha de su próximo vuelo y los avances en el desarrollo de una versión lunar de la nave-cohete.

Jessica Jensen, vicepresidenta de operaciones e integración de clientes de SpaceX, informó que la empresa espacial de Elon Musk está preparando un tercer lanzamiento de Starship para el mes de febrero, tal y como recoge Digital Trends. La empresa aeroespacial confirmó que está aguardando la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA).

Según Jensen, el cohete más grande del mundo debería estar listo para volar de nuevo este mes de enero, pero la compañía cree que la FAA no le concederá la licencia de vuelo hasta febrero. "Desde la perspectiva de la preparación del hardware, nuestro objetivo es estar listos en enero. Y luego, desde la perspectiva de licencias de la FAA, esperamos obtener una licencia para el tercer vuelo en febrero", aseguró.

Por lo pronto, la compañía no brindó detalles sobre qué provocó la destrucción de la segunda Starship antes de que llegara a la órbita terrestre. A diferencia de lo ocurrido en el primer despegue de abril de 2023, la Starship pudo separarse del cohete Super Heavy con éxito. Pero el propulsor explotó poco después y obligó a que la nave fuera destruida instantes más tarde, antes de alcanzar la altura deseada.

Desde entonces, SpaceX ha trabajado a gran velocidad para dejar todo listo de cara a un tercer lanzamiento. En diciembre se realizaron pruebas estáticas de propulsión tanto con la nave Starship como con el cohete Super Heavy.

Para esta tercera prueba, Starship debería superar sin problemas la separación de sus dos etapas: el enorme propulsor llamado Super Heavy y la segunda, una nave espacial como etapa superior de 50 metros de altura conocida como Starship. Después su objetivo es continuar hasta alcanzar la órbita terrestre.

Allí se encontraría, en el futuro, con otra nave que serviría como petrolero para pasarle el combustible. El contrato con la NASA exige que SpaceX transfiera once toneladas de oxígeno líquido entre tanques dentro de un vehículo Starship, cuyos motores Raptor funcionan con oxígeno líquido superfrío y metano líquido.

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