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DORMIR MAL

¿Por qué soñamos cosas extrañas cuando tomamos cenas pesadas?

Te contamos cuáles son los síntomas provocados por las cenas abundantes y cómo repercute cuando dormimos.

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Seguro que alguna vez, después de una cena pesada, has pasado una mala noche con sueños un tanto extraños. Si cenamos mucho o consumimos alimentos que puedan resultar indigestos como las comidas grasas, picantes o ácidas y nos vamos a dormir enseguida forzamos al estómago a realizar una actividad metabólica mayor de la habitual durante la noche.

Dormir bien es vital para la salud. Los médicos recomiendan tener un periodo de sueño de ocho horas (aunque la ciencia ha demostrado que quizá8 sean demasiadas horas), para que el cuerpo y el cerebro se recuperen del estrés del día. Pasar una mala noche por haber comido en abundancia durante la cena, provoca que al día siguiente estemos más malhumorados, menos en alerta y tengamos una peor relación con las personas que se comunican con nosotros. Por ello, una cena ligera es lo más recomendable para ayudar a que el cuerpo y la mente descansen correctamente, sin necesidad de levantarse por la noche debido a sueños extraños que podamos generar.

El profesor John Allan Hobson, profesor emérito de psiquiatría del Harvard Medical School, afirma que nuestros sueños siempre son inverosímiles. Pero si es cierto que, si nuestro estómago tiene una actividad mayor de la habitual, es probable que nuestro periodo de sueño se vea afectado por distintas pausas durante la noche. Por ello cuando nos levantamos al día siguiente el cerebro ha juntado todos esos pequeños recuerdos o sensaciones que nos hacen creer que hemos soñado más de lo habitual.

Por otro lado, síntomas como la acidez estomacal producida por las cenas copiosas también puede afectar a la calidad de nuestro descanso e influir en lo que soñamos, ya que los ácidos del estómago suben al esófago y con ello una sensación de ardor en la garganta y en el pecho impide que descanses adecuadamente por la noche.

Por último, señalar que mientras duermes es más difícil para el organismo metabolizar los alimentos, las cenas copiosas provocan que el cuerpo no descanse tan relajado como lo hace de manera habitual. Por ello, los médicos recomiendan si es posible realizar cenas ligeras con alimentos ricos en fibra y además no acostarse inmediatamente después de cenar.

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