MÁS COMÚN DE LO QUE PENSAMOS
Qué es la amaxofobia, el miedo que padecen uno de cada cuatro españoles: ¿a ti también te pasa?
La amaxofobia no se trata solo de nervios o inseguridad, sino de un miedo desproporcionado que puede llegar a bloquear a la persona.

Publicidad
Hay para quienes ponerse frente al volante no es simplemente una actividad cotidiana, sino una sensación de ansiedad e incluso de pánico. Este miedo intenso a conducir, conocido como amaxofobia, puede aparecer de diferentes maneras: algunas personas lo experimentan al sacarse el carnet de conducir, mientras que otras lo desarrollan después de haber vivido un accidente de tráfico, una situación de riesgo en la carretera o incluso tras haber sido testigos de un siniestro.
La amaxofobia es un trastorno de ansiedad específico caracterizado por un miedo irracional a conducir o incluso a subirse a un coche. Se manifiesta como angustia intensa, ataques de pánico o evitación completa del vehículo.
La amaxofobia afecta a aproximadamente entre un 25% y 33% de los conductores españoles y las causas de esta fobia pueden ser muy variadas:
- Haber vivido un accidente de tráfico.
- Estrés postraumático asociado a situaciones incómodas al volante.
- Altos niveles de ansiedad general, inseguridad, perfeccionismo o baja autoestima.
- Falta de experiencia o mucho tiempo sin conducir.
Los síntomas de la amaxofobia pueden ser físicos, cognitivos y conductuales:
- Físicos: taquicardia, sudoración, temblores, opresión en el pecho, rigidez muscular, mareos, insomnio.
- Cognitivos: pensamientos negativos, catastrofistas, sensación de peligro inminente, inseguridad, dificultad para concentrarse controlarse.
- Conductuales: evitación de conducir, rechazo a salir si no hay transporte alternativo, pérdida de oportunidades sociales o laborales.
Claves para superar la amaxofobia
La buena noticia es que sí tiene tratamiento y alta tasa de éxito con las herramientas adecuadas. Algunas de ellas son:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): trabajar pensamientos distorsionados, relajación, control del estrés.
- Exposición gradual: desde simuladores o realidad virtual hasta conducción real progresiva.
- Terapia grupal o talleres: compartir experiencias en entornos guiados puede ser útil.
Publicidad